"Fue un padre de película"
LA CRUZ, Elota._ Para don Jorge Rodríguez Millán, el ver a sus hijos convertidos en profesionistas y gente de bien, que están aportando al progreso del municipio, es su mejor regalo en este Día del Padre.
Don Jorge, quien está casado con Ignacia Ayala Ordóñez, desde hace 51 años tuvo la dicha de procrear nueve hijos, aunado a los cuatro que tuvo antes de casarse por toda las de la Ley, en quienes siempre ha inculcado los lazos de hermandad.
"Todos se ven como hermanos, y eso para mí significa mucho, porque es una bendición de Dios tener a sus hijos uno, y más si son gente de bien, de respeto", expresó emocionado.
Aunque hoy se siente orgulloso de ver a sus hijos realizados, recuerda que el llevarlos a donde están le costó mucho esfuerzo y desvelo, ya que su principal fuente de empleo fue un cine ambulante desde el año de 1958.
En su camioneta, de modelo viejo, recuerda que subía la planta de luz y un aparato 16 milímetros y se iba a las comunidades en las noches a proyectar las películas de la Época de Oro del cine, con personajes como Pedro Infante, Luis Aguilar, Pedro Armendáriz, Jorge Negrete e incluso los Hermanos Almada.
"Era una gran atracción para las familias el que llegara la proyección de una película, y para mí era una fuente de empleo que me ayudaba para sacar a mis hijos adelante", relata.
Durante 27 años, don Jorge y su familia vivieron de la actividad del cine ambulante, el cual dejó por ya no ser negocio, debido a que la mayoría de la gente ya contaba con su televisor en casa.
Emprendiendo una nueva actividad, la de transportista, al contar con una góndola que le regaló su hijo, José Rodríguez, recibiendo una de muchas satisfacciones.
"Ahorita todavía tengo mi camioncito, y cuando viene la zafra (agrícola) le meto una batanga, aunque yo ya no la manejo, porque ya tengo como 10 años que vivo de mis rentas", comenta entre risas.
El que sus hijos sean persona de bien, no es un mérito sólo de don Jorge, sino también de su esposa Ignacia, a quien don Jorge le da la mayor parte del reconocimiento, al guiarlos por el camino correcto, que es el estudio.
"Ella fue la que estuvo todo el tiempo al tanto del cuidado y estudio de nuestros hijos, yo me dediqué a buscar la economía, a proveer el dinero, para la comida y el estudio y ella fue la que estuvo más al pendiente de ellos", expresa.
A sus 83 años de edad, don Jorge todavía se da el lujo de regañar a sus hijos, en su mayoría convertidos en doctores, maestras, licenciados, contadores, quienes lo siguen respetando y obedeciendo como cuando eran chiquillos.
"El que tus hijos te sigan respetando es muy bonito, porque hoy todo está muy cambiado, los muchachos ya no respetan sus padres, y hacen lo que les da la gana", comenta sentado en su poltrona.
El día de hoy, la casa de la familia Rodríguez Millán se vestirá de gala para apapachar a don Jorge, quien se ha esmerado porque en su casa siempre reine la unión familiar.
Hijos
José, Guadalupe, Refugio, Manuel, Jorge, Lorena, Bruno, Rubén Hipólito, Pedro Ángel, Ignacio, Irma Yolanda, Alfredo y Marcos.