"Fue un político persistente"
"Él (mi papá) me enseñó que lo importante en la vida es saber cumplir y que no se requiere amasar grandes fortunas económicas, la fortuna más grande es la familia y los amigos".
Renato Vega Alvarado, ex Gobernador de Sinaloa, quien falleció ayer a los 72 años por una insuficiencia respiratoria, definió con esas palabras, en el libro Políticos sinaloenses, lo que para él fue lo más importante de una vida que deambuló entre la política, agricultura y el béisbol.
Hijo del General Renato Vega Amador, quien fue jefe de la Policía del Distrito Federal, y de Graciela Alvarado, Renato Vega Alvarado fue un político persistente.
Tras 3 intentos, logró la gubernatura de Sinaloa en 1992 en medio de una campaña de confrontación interna en el PRI y de protestas de la oposición.
El investigador de El Colegio de México, Arturo Alvarado, en un análisis de las elecciones de ese año, menciona que el ex Mandatario llegó a la gubernatura en medio de un clima de descomposición política, un grave problema agrario, creciente violencia y narcotráfico.
Vega Alvarado pretendía, una vez asumido el cargo que desempeñó de 1993 a 1998, trabajar en dichos rubros. Una de las primeras acciones que realizó fue la construcción de la carretera Culiacán-Navolato.
En su gestión también creó el Codesin y la Secretaría de Protección Ciudadana, antecesora de la actual Secretaría de Seguridad Pública.
El ex Mandatario que recibió un trasplante de riñón hace unos años, fue el primer Gobernador en militarizar las corporaciones policíacas, al designar como jefe del nuevo organismo al general retirado, Desiderio Aguilar.
En su gobierno también lo acompañaron entre otros, Francisco Frías Castro como secretario general de Gobierno, Gerónimo Martínez, en la Sepyc; Adalberto Castro, secretaria de Desarrollo Social, Víctor Díaz Simental, en salud, Lauro Díaz Castro, en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, entre otros.
En la administración del ingeniero agrónomo, un hecho que conmocionó a la sociedad, fue la desaparecieron los primos Juan Emerio Hernández Argüelles, Abraham Hernández Picos y Jorge Cabada Hernández, los tres jóvenes de la colonia Las Quintas, el 30 de junio de 1966, y de quienes hasta el momento se desconoce su paradero.
Como el resto de los estados, Sinaloa no estuvo exento de la crisis de 1995. Las participaciones federales para la entidad se redujeron en 368 millones de pesos menos de lo estimado, lo que afectó a los municipios en pago de nóminas, aguinaldos y alumbrado público, entre otros rubros.
Vega Alvarado, quien nació el 19 de enero de 1937, en San Miguel de Allende, Guanajuato, fue también el primer gobernador priista en perder siete alcaldías: Sinaloa, Mazatlán, Navolato, Culiacán, Guamúchil, Ahome, fueron para el PAN, y Angostura fue para el PRD.
Puestos en la administración
Su amplia carrera política y administración pública se dio unos años después de que quien se graduara como ingeniero agrónomo, consiguiera su primer trabajo como extensionista, en 1960, en la Secretaría de Agricultura, en la Ciudad de México.
Durante ésta época se relacionó con el gerente regional del Banco Nacional de Crédito Agrícola, quien le ofreció el departamento técnico del banco de Guadalajara.
A partir de ese momento ocupó diversos cargos en la empresa bancaria, hasta que estando en Los Mochis, el propio Luis Echeverría, entonces candidato a la Presidencia de la República, le habló para proponerle ser candidato a una diputación federal por Sinaloa, y allí inició una vida que fue de la política al servicio público.
Logró ser diputado federal en dos ocasiones por Sinaloa, fue oficial Mayor del Distrito Federal, director de servicios migratorios de la Secretaría de Gobernación y subsecretario de Asuntos Agrícolas de la Secretaría de la Reforma Agraria.
Su vida
Vega Alvarado fue el mayor de siete hermanos, y aunque nació en Guanajuato, pasó la mayor parte de su vida en Sinaloa.
En el libro escrito por Jesús Héctor Muñoz Escobar, recuerda que en su infancia se iba al campo a recoger aguamas.
"En esa edad uno era muy libre, muy suelto, se podía mover con toda naturalidad, andaba uno en el campo recogiendo la aguama"...
El también presidente de la Liga Mexicana del Pacífico desde 2001 agregó que debido al trabajo de su padre cambiaban de residencia constantemente, por lo que estudió la primaria en varias escuelas, y la terminó en Culiacán, en la Álvaro Obregón.
La secundaria la hizo en la UAS, cuando aún no era autónoma.
"Mientras estuve estudiando prepa, trabajé como reportero en El Sol de Sinaloa, primero como reportero de la nota roja, después de la política y luego de la sección deportiva, ahí estuve un año y fracción", menciona Vega Alvarado.
Cuando su papá fue transferido a la Ciudad de México, ya no viajó con la familia, y decidió quedarse en casa de su abuelo materno en El Papalote.
La educación superior la cursó en la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En Culiacán se casó con Juana María Carrillo en 1961, con la que tuvo cuatro hijos: Renato, Cecilia, Graciela y Alger.
El agricultor
Además de su faceta de político, Vega Alvarado también incursionó en la agricultura.
Cultivó mangos en el Limón de los Ramos, en Bella Vista tenía un rancho dedicado a la siembra de granos y caña de azúcar.
Luego del Tratado de Libre Comercio, de acuerdo al libro Políticos sinaloenses, se dedicó a la producción de lichis.
"Por encima de todo, siendo una carrera que exige mucho, que tiene riesgos, ver que has tenido la fuerza para lograr un objetivo, que a final de cuentas puede o no lograrse, está sujeto a muchos imponderables. Pero que a tu familia las has sabido guiar, conducir, que no sacrificaste valores, no pusiste en riesgo su estabilidad, crecimiento y ver que son gente muy positiva, bien aceptada, muy bien desarrollada, pues eso no tiene precio".
"Le aprendí muchas cosas, me dedicó mucho tiempo para platicar. Éramos grandes amigos. Hay mucho trabajo que dejó y puedo decir que deja una gran estela. Como padre de familia, como amigo, era excelente".
Marco Antonio Fox Cruz
Secretario de Hacienda (93-98)
"Conocí de Renato la reciedumbre, la persistencia y un indeclinable amor por Sinaloa. Cuando era oficial mayor del departamento del DF siempre tuvo disposición para los que estábamos estudiando allá en México. Fue un buen hombre Y un gobernante que puso lo suyo a favor de Sinaloa y de los sinaloenses. Llevó mucha obra social a las colonias populares y a las zonas rurales".
Aarón Irízar López
Ex alcalde de Culiacán
"Es muy lamentable su muerte. Es un hombre que deja huella en la política y en el deporte. Se ganó el respeto y reconocimiento en la política y en el deporte. Renato Vega se ha ganado el derecho de pertenecer a la historia más por ser que por tener".
Mario López Valdez
Senador de la República
"Un hombre con valores muy humanos y sencillos. Una persona que no perdió el piso, fue sobrio, con calidad humana, con valores familiares y congruencia. Lamentamos esto, queremos solidarizarnos con su familia, con el gremio beisbolero y con la sociedad sinaloense, que pierde a un gran hombre".
Cenovio Ruiz Zazueta
Presidente del PRI
"Era un hombre respetuoso en ese tiempo. Siempre se condujo con respeto. Era abierto, sabía escuchar y tomar opiniones. Siempre fue franco, agradable, hábil y muy conversador. Renato era un hombre muy de su estado, de su ciudad, muy arraigado a su comunidad, con muchos amigos. En lo personal lamento mucho que haya partido".
Jorge Romero Zazueta
Ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia
"Antes de ser su colaborador fui su amigo desde niño. Me invitó a colaborar en su campaña y colaboré con él en el gobierno seis años. Siempre lo distinguió la honestidad y el sentido de amistad que tenía para todos. Está evaluado por todas las cosas que hizo buenas: la obra carretera, el área de salud, el agua potable. Todo eso perdura".
Claudio Zazueta
Secretario de Obras Públicas (93-98)
"Era un hombre singular por como se condujo. Distinguido porque en los puestos que ocupó siempre fue prudente y caballeroso, con mucho sentimiento para los problemas de la gente. La semana pasada hablé con él y estaba de buen humor, jamás se doblegó".
Juan Luis Torres Vega (Secretario de Gobierno y Procurador de Justicia (93-98)