"Genera sicosis alerta de tsunami"
MAZATLÁN.- La alerta emitida la mañana de ayer por el Centro de Tsunamis de Estados Unidos sobre una eventual amenaza de tsunami, tras el sismo de 8.8 grados que azotó a Chile, alerta que incluía a ocho puertos mexicanos, entre estos Mazatlán, generó aquí una sicosis colectiva desde temprano.
Como reguero de pólvora corrió la versión de que el puerto sería azotado por olas gigantes, a pesar de los esfuerzos de autoridades como Protección Civil y la Dirección de Seguridad Pública Municipal por tranquilizar a la población, aclarando que no había peligro.
De acuerdo con el Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos, se calculaba que olas de tamaño algo mayor de lo normal podrían empezar a afectar a las costas de Mazatlán entre las 11:00 y las 12:00 horas.
Decenas de llamadas telefónicas saturaron las líneas de la base operativa de Protección Civil, que respondió a cuestionamientos sobre la situación, lo mismo de personas de diferentes colonias y fraccionamientos del puerto, que de hoteleros y restauranteros, así como de representaciones consulares y familiares de extranjeros radicados aquí o en vacaciones.
La respuesta que Protección Civil les dio a cada una de las personas que estuvieron llamando para preguntar si era verdad que el tsunami anunciado en Estados Unidos y en otros puntos del continente alcanzaría a Mazatlán fue la misma:
"Sólo habrá fuerte oleaje, estamos en alerta baja, sin riesgo de tsunami", repetía una y otra vez la operadora de la base de Protección Civil.
En las playas la tensión era similar. Nicolás Higuera, uno de los elementos del Escuadrón de Salvamento Acuático, advertía desde temprano a los bañistas que si veían algo extraño, salieran del mar.
Ya para entonces el rumor se había generalizado. Numerosas personas se apostaron en diversos puntos del malecón para observar el movimiento del mar.
Y sí, efectivamente bajó un poco la marea, dejando una playa más amplia de lo normal, pero nada más.
Luego, ante los llamados de los salvavidas a los bañistas y surfistas para que evitaran meterse al mar por precaución, los rumores subieron de intensidad.
"El salvavidas está corriendo a la gente, porque va a haber un tsunami", comentaron unas personas sobre el malecón.
A pesar de la alerta, las autoridades portuarias no consideraron necesario suspender la navegación marítima, por lo que el puerto permaneció abierto.
El capitán de Puerto, Antonio Burgueño Guardado, aseguró que los tsunamis causan impacto en zonas bajas, y la altura de México evita que estos fenómenos ocurran en nuestro país, aunque los efectos del sismo en Chile podrían llegar a costas del Pacífico.
"Por la lejanía sería difícil que nos pegará fuerte, el informe que tengo de Protección Civil es que la ola más peligrosa alcanzaría menos de un metro de altura, menos que en Acapulco", dijo.
Protección Civil señaló que de acuerdo a la medición hecha, sólo 23 centímetros subió el nivel del mar durante el periodo en que permaneció la alerta.
Los pescadores de la Playa Norte trabajaron también normalmente y al término de la jornada arrinconaron sus pangas junto al muro del malecón como todos los días para evitar que posibles marejadas pudieran arrastrarlas o golpearlas.
Para el mediodía el ambiente de tensión había ya prácticamente desaparecido y todo volvió luego a la normalidad, quedando la eventualidad del azote del tsunami como tema de conversación colectiva, como ocurrió hace 46 años.
CRONOLOGÍA*
0:34 Hrs. Sismo de 8.8○ en Chile
6:00-7:00 Hrs. Comienza PC a recibir llamadas en demanda de información sobre posible tsunami.
10:00-13:00 Hrs. Se cierran las playas a bañistas y surfistas.
14:00 Hrs. Se pone fin a la alerta.
(*) Hora de Mazatlán.
Y la ciudad se vació
Un sismo de 9.2 grados que sacudió el sur de Alaska al atardecer del 27 de marzo de 1964, con epicentro en Anchorage, el cual provocó un desplazamiento vertical del fondo marino de 11.3 metros, tuvo repercusiones a lo largo del Océano Pacífico y fue registrado en la mayoría de las estaciones sismológicas y mereográficas de las costas del Pacífico mexicano.
Ese movimiento telúrico, que fue conocido como Terremoto Good Friday o Terremoto de Viernes Santo, provocó un maremoto, ante lo cual se emitió una alerta a todas las zonas costeras del Pacífico.
En Ensenada unas veinte mil personas huyeron hacia los cerros aledaños.
En Mazatlán, ante la alerta lanzada por las autoridades municipales sobre la inminente llegada del maremoto, decenas de miles de personas huyeron a las partes altas, principalmente hacia la serranía de Concordia. El éxodo se hizo a pie y en automóviles y en solo dos horas la ciudad se vació casi en su totalidad.
Una vez que se confirmó que no había motivo de alarma, se disipó el ambiente de tensión y la gente empezó a regresar a sus casas.