La población de lobos marinos que llega a Mazatlán se reportó más baja esta temporada, a pesar de ello ya apareció el primero de estos ejemplares muertos en las costas.
Las corrientes marinas llevaron hasta la Playa Norte el cuerpo sin vida de un lobo de mar, ahí se encontró hinchado sobre las piedras, con aparentes golpes en una de sus aletas y desprendiendo un olor fétido que obligaba a quienes circulaban por el malecón a cubrirse la nariz.
Hasta ayer al medio día ninguna instancia había recogido el cuerpo del mamífero que, según profesores de la Facultad de Ciencias del Mar, tenía al menos cinco días descomponiéndose.
"Por como tiene la boca y las aletas puedo decir que tiene como cinco días muerto", dijo el docente Jesús Velarde Aguilar, "y los golpes que presenta pueden ser porque está chocando constantemente con las piedras".
Al examinar a simple vista al mamífero, comentó que sería aventurado explicar la muerte del lobo, pues pudo ser por muerte natural, contaminación de las aguas, descuido por parte de pescadores o cualquier otra razón.
Sin embargo, esta no es el primer espécimen que aparece muerto en las playas de Mazatlán. Hace tres días también surgió una mantarraya sin vida a la altura de la Avenida del Mar.
En esa ocasión tampoco se encontró una explicación sobre el deceso y la mantarraya fue enterrada en la playa por los mismos salvavidas de la zona.
A mediados de noviembre, lancheros del embarcadero de Playa Sur aseguraron que el número de lobos marinos que se veían en Piedra Tortuga (donde regularmente llegan cada temporada) era mucho menor que otros años.
Señalaron que además su llegada a las costas de Mazatlán se había retrasado, pues para esas fechas solamente se habían visto tres, cuando antes en ese mismo tiempo se podían encontrar hasta a 15 ejemplares.