"'Hay muchos caminos para evitar la maldad'"
MAZATLÁN._ Todos los seres humanos pueden ser violentos y asesinos por su naturaleza, lo que lo determinan factores internos y externos, pero se puede prevenir par que eso no ocurra, manifestó el director de la carrera de Psicología de la Universidad TecMilenio, Campus La Marina, Francisco Isaac Cuesta del Río.
"No hay que dejar de lado que a final de cuentas todo se puede prevenir, aunque todos tengamos en nuestra naturaleza la capacidad de hacer daño, también existe la posibilidad de crear, entonces no se enganchen con la idea de que todos somos malos, obviamente todo depende de cómo se encamina el individuo, hay maneras de llegar a la maldad, para destapar este tipo de situaciones, pero también hay muchos caminos para no llegar a ello", agregó Cuesta del Río.
Al disertar la conferencia "La naturaleza violenta de los seres humanos", como parte de la Semana de Psicología de dicha institución educativa, ante decenas de alumnos y maestros que se congregaron ayer por la mañana en el auditorio de la Universidad TecMilenio, añadió que de acuerdo con la mitología griega, el hombre tiene parte de deidad y de gigante, por ello su naturaleza violenta, incluso la religión católica en uno de sus mandamientos dice "No matarás", y en todas las culturas han matado gente.
"Todos podemos ser violentos, todos podemos ser asesinos porque todos tenemos esa parte del cerebro (que así determina que se reaccione ante factores internos o externos)", continuó el también director de la carrera de Psicología de dicha institución educativa Campus La Marina.
"Todo individuo tiene en su cerebro una parte que lo hace violento".
Precisó que los factores externos que influyen para que una persona reaccione de manera violenta son la respuesta ante una amenaza, carga emocional y amenaza al status quo, mientras que las internas son la personalidad, predisposición genética, la neoropsicología y los aspectos sociales.
"El aspecto más común para que una persona de vuelva violenta es que haya sido violentada", subrayó.
Cuesta del Río enfatizó que básicamente el hacinamiento, la pobreza, los núcleos de violencia pueden ser factores para que una persona aprenda las formas de comportamiento y después las repita.
"Pero como en mi medio se ratifica la violencia o todos se dedican o vender droga o a asaltar tal vez le da un aspecto de normalidad o manejo de culpa que puede favorecer a que si yo ya traía el chips listo para funcionar de esta manera, estas conductas o estos factores pueden hacer que literalmente se detone", dijo.
La mayoría de los gobiernos tratan de apoyar a las personas en condición de pobreza porque la situación es directa, la pobreza está muy pegada al crimen y el hacinamiento está muy asociado a crímenes violento, por lo que la labor de muchos gobiernos es prevenir esta situación por las causales y situaciones que se tienen, pues un ejemplo muy común es que las violaciones se producen más en lugares donde hay hacinamiento, los agresores sexuales se desarrollan más en esas condiciones de falta de espacios, lo que también puede favorecer que se presenten crímenes violentos, más allá de la parte genética, subrayó.
También puede haber un hombre que pertenezca a la clase social alta, pero la misma predisposición de la violencia dentro de la escuela o alguna frustración que haya tenido lo puede llevar a realizar alguna conducta violenta, recalcó Cuesta del Río.