"Hedelberto Sánchez, un papá comerciante"

"Su negocio de abarrotes le permitió ser un buen proveedor para su familia, una tarea importante en el rol de padre"
07/11/2015 11:19

    Entre zapatos, juguetes y comestibles, Hedelberto Sánchez Valencia vio a sus hijos crecer, estudiar, casarse y repetir como él dice, la mayor experiencia de la vida: ser padre.
    Rodeado de las mercancías que ha cambiado más de una vez de giro, de acuerdo a las exigencias, en el puesto que ha manejado durante 25 años afuera del Parque Constitución, Hedelberto guarda los mejores recuerdos de un negocio que le ha dado casa, comida y educación para sus hijos, pero sobre todo, que le permitió estar cerca de su familia.
    "Me casé en 1970, y en 1971 tuve mi primera hija. En ese entonces yo tenía trilladoras y siempre estaba fuera, porque me iba dos meses y dos meses estaba aquí, y me di cuenta que no estaba viendo a mis hijos crecer, y no quería eso, así que vendí las máquinas y compré varios puestos", dice.
    "Al principio nos iba muy bien porque a este Parque venía casi toda la gente, los camiones se vaciaban aquí, y eso me permitió darle todo a mis hijos, de aquí comieron, les di educación, y pues gracias a este negocio pude estar cerca de ellos, ya no tenía que irme".
    Zapatos, ropa, artesanías, juguetes, copias, refrescos, agua, frituras y otra diversidad de productos ha tenido a la venta Hedelberto en el puesto, donde sus hijos jugaron de niños y alguna vez también atendieron.
    "De todo hemos vendido, mi hijo menor Luis Enrique aquí jugaba desde los 2 años. Le compré unos carritos y se llevaba jugando. Después pues cada uno fue haciendo su vida".
    El comercio además le permitió trasmitirles a sus hijos el trabajo honrado. Gabriela, la mayor de sus hijas, es maestra en una universidad; Hedelberto trabaja en Estados Unidos, Ana María es maquillista, Luis Enrique trabaja en una cadena de autoservicio y María Isabel tiene una estética.

    Ser papá
    Hedelberto, de 67 años y quien estudió dos años en la Facultad de Agricultura de la UAS, dice que ser papá es difícil, porque no hay reglas sobre cómo formar a los hijos.
    "Los hijos dan las más grandes satisfacciones, primero cuando los ves nacer es algo inimaginable, e incluso cuando nació mi primer hijo hasta le llevé música, pero no es fácil criarlos, porque quieres protegerlos, cuidarlos, pero no hay fórmula, vas aprendiendo", dice.
    "Creo que todo estriba en tener conciencia de las obligaciones de ser papá, educarlos con honradez, a trabajar, a respetar a las personas y lo ajeno es primordial".
    Ahora, añade, los jóvenes cada vez a menor edad se convierten en papás y eso puede hacer más difícil la tarea.
    "Es una satisfacción bastante grande ser papá porque el primero es algo grande, y conforme van creciendo y verlos crecer es muy bonito, pero también implica mucha responsabilidad que a veces los jóvenes no tienen".

    Los hijos, la mayor satisfacción
    Mientras despacha a unos clientes, Hedelberto, quien es abuelo de ocho nietos junto con su esposa Bertha, dice que ser comerciante ha sido satisfactorio, porque le permitió ser un buen proveedor para su familia, una tarea importante en el rol de papá, aun cuando en la actualidad la bonanza haya terminado.
    "Al principio les dimos todo, hasta para viajar salió de aquí, a mi hija mayor le pagamos la universidad en Guadalajara, aun cuando los últimos años fueron difíciles, ahora últimamente estamos acotados, pero seguimos adelante".
    Tras el mostrador del puesto, Hedelberto tiene las fotos de sus nietos. Dice que la experiencia de ser papá la está viviendo otra vez ahora con los hijos de sus hijos.
    "El negocio me ha dado muchas satisfacciones, pero las más grandes vienen de mis hijos. Cuando mi hija Gabriela se recibió con honores, yo sentí que me ahogaba y no pude pronunciar palabra, y ahora para mí es muy bonito ser abuelo. Después de trabajar todo el día aquí, los 365 días del año, llegó y me encuentro a mis nietos, y me gusta estar con ellos".
    Hoy, dice que celebrará el Día del Padre trabajando, como lo ha hecho toda su vida.
    "Sí hay que festejar, pero ante todo hay que trabajar, porque la comida se necesita todos los días y si no hay trabajo no hay comida". 

    "Los hijos dan las más grandes satisfacciones, primero cuando los ves nacer es algo inimaginable, e incluso cuando nació mi primer hijo hasta le llevé música, pero no es fácil criarlos, porque quieres protegerlos, cuidarlos, pero no hay fórmula, vas aprendiendo".
    Hedelberto Sánchez Valencia
    Comerciante