Sr. Director Editorial
Hace exactamente 143 años el valeroso General José de la Cruz Porfirio Díaz Morí continuaba su avance imbatible dependiendo de la causa liberal, por segunda ocasión había escapado de las prisiones imperialistas y lograba formar un numeroso ejército, en pocos meses obtuvo valiosas victorias en batallas como las de Miahuatlán y la Carbonera, sin olvidar la toma de Oaxaca.
Cada victoria añadida a su hoja de servicios representaba un clavo más en el ataúd del imperio de Maximiliano. El General Díaz condujo a su ejército hacia la ciudad de Puebla, plaza estratégica para accesar a la capital del País.
El destino le otorgó la oportunidad de lograr de nueva cuenta una victoria como la inolvidable Batalla del 5 de Mayo en 1862, cuando las fuerzas nacionales al mando del General Ignacio Zaragoza vencieron al llamado "primer ejército del mundo", así como tomar revancha de la dolorosa derrota sufrida en el mismo escenario un año después, cuando el General Jesús González Ortega se vio obligado a rendir la plaza después de haber resistido más de 60 días de sitio ante la falta de pertrechos y alimentos en 1863.
En esta ocasión la historia sería diferente, el General Díaz al mando llevó a su ejército frente a Puebla y le puso sitio a la ciudad. Las tropas imperiales intentaron auxiliar a los sitiados y ante la cercanía del enemigo, Porfirio tomó una decisión audaz, para no ser atacado a dos fuegos, tomó la ciudad de Puebla por asalto, lo cual ocurrió la madrugada del 2 de Abril de 1867.
Esta victoria significó el derrumbe del imperio, al coronar los éxitos de la causa liberal republicana con la toma de la Ciudad de México sin disparar un solo tiro, para allanar la entrada triunfal del Presidente Benito Juárez y retomar el control del Gobierno mexicano, dando fin a la monarquía que los conservadores y Napoleón III trataron de imponerle a México.
El País entero conmemoraba año tras año la Batalla del 2 de Abril, una fecha inolvidable en las páginas de la historia mexicana, aún más significativa que la obtenida años atrás el 5 de mayo de 1862.
La victoria del General Díaz dio fin a´una guerra de intervención que se prolongó por más de cinco años.
Después de la Revolución, la historia oficial suprimió una de las épocas más brillantes de la vida del General Porfirio Díaz para centrarse exclusivamente en la crítica a la dictadura que protagonizó.
En un aniversario más de aquel asalto a la Ciudad de Puebla, vale la pena recordar al caudillo oaxaqueño cuya honestidad y patriotismo no lograron doblegar ni los halagos, ni las promesas de los conservadores, ni del mismo Maximiliano.
La guerra que el señor General Porfirio Díaz culminó en la inolvidable jornada del 2 de Abril.
Profesor Melquiades Salazar Reyes