"La decisión de Aarón"
cuarta de 10 partes
MAZATLÁN._La enfermera le acariciaba el rostro.
"¡Por favor, ya duérmame! Me duele mucho, pero no las piernas. Me duele aquí adentro", dijo Aarón y se señaló el pecho.
En ese momento, acababa de tener una breve charla con el doctor que lo recibió en el Seguro Social de Navolato. El médico le explicó que necesitaba un familiar para poder firmar "algo".
"'Yo soy un mayor de edad. Yo sé lo que firmo', le dije. 'Ah, ¿tú firmas?', pues te voy a mochar las dos piernas. Las traes todas desparpajadas".
Y Aarón firmó.
El 23 de noviembre de 2004, a sus 24 años, el joven navolatense despertó con una vida diferente.
"Cuando desperté lo primero que hice fue tocarme la pierna derecha ¡y ahí estaba! Pero cuando me busqué la izquierda no la encontré. No había nada. Pero salí ganando desde ahí. Iba a ser peor", expresa.
Aarón lloró sólo una vez por tomar la decisión de autorizar la amputación de su pierna izquierda. Lo hizo frente a su madre María Magdalena. Aún recuerda haberle pedido perdón. Después, ya no volvió a mostrar ese lado débil. ¿Para qué?
Hoy, el tipo alto de complexión robusta, pero con cara de niño, es el mismo al que le "picaban" las plantas de los pies cada vez que veía un balón de futbol. Que driblaba, se elevaba y atacaba el aro en busca de una canasta. El mismo que aparece en las fotos de su casa, saltando en una moto. El mismo que entrenó taekwondo desde niño.
Hoy es el mismo cuya fotografía circuló por las redes sociales y portales de Internet, en medio de la ejecución de una media tijera. Con las dos muletas tiradas en el suelo y su empeine derecho impactando el balón.
Hoy es el mismo Jesús Aarón, pero sin la pierna izquierda.
¡Hey Zorro!, I'm relax...
J
esús Aarón Hermosillo Ibarra nació en Navolato, Sinaloa, el 12 de octubre de 1980.
"El día en que descubrieron a América", dice y se golpea cariñosamente el pecho, en donde destaca el escudo de su equipo favorito, las Águilas del América.
Creció, según relata entre "dicharachos", con un gusto por hacer deporte que hoy le ha servido para levantarse.
En el campo, el director técnico, Berc Zorian, "El Zorro", le grita cuando ve que ha levantado la voz para reclamar o exigir mayor empeño a sus compañeros.
Es el medio creativo. El ocurrente. Uno de los pilares en la formación del director técnico turco y el que viaja por mayor tiempo y distancia, de Navolato a Mazatlán, para llegar puntual a las canchas del complejo deportivo Sa-Gol en una zona urbana del puerto.
"Hey, Zorro! I'm relax... i'm relax", responde al regaño del entrenador.
Vivió y creció casi en el centro de la ciudad cañera. Llevaba una vida en medio de balonazos, de encestes y de patadas. De ruidos de motocicleta, velocidad y sacrificio.
Aarón no tenía muchas ambiciones por continuar sus estudios. Prefería que su esposa lo hiciera.
"Fueron cinco años de pura chinga", cuenta, "chingándole, chingándole, y ya dio resultados. Mi esposa puros nueves y dieces.. ¿Tú crees que la iba a sacar de estudiar?.
"Si alguien hubiera buscado la mejor mujer del mundo, no la hubiera hallado. Porque la mejor mujer del mundo la tengo yo, compa".
Tenían cuatro años de casados cuando pasó el accidente. Hoy están por cumplir 12 años de matrimonio y tienen dos hijos. Su esposa se llama Beatriz, tiene 30 años y es Licenciada en Sicología. Ella se graduó el mismo año del accidente.
El mayor de sus hijos se llama Aarón Alexis, está por cumplir 6 años. El menor tiene 8 meses, se llama Brandon Yahir.
'Tengo ganas de ir a pie'
L
os detalles de su accidente, según Aarón sacó cuentas, comenzaron desde un sábado 20 de noviembre.
"Mija, te invito a la plazuela, al Centro", recuerda haberle dicho a su esposa. "Y al momento de salir, ella va y se sube al vocho. Le digo: no, en el vocho no. Tengo ganas de ir a pie, m'ija. '¿A pie? ¿Tú?', me dijo, porque yo siempre andaba en el vocho o en motos.
"El domingo, yo me fui a trabajar, llegué y fuimos a una boda en la noche. Toda la boda bailé con mi señora... El lunes me accidenté. Haz de cuenta, lo que iba a caminar, lo terminé. Y la bailada, igual".
El 22 de noviembre de 2004, Aarón salió rumbo a Culiacán. Eran entre las 6:30 y 6:50 de la mañana.
"Ese descuido. Fue un descuido, yo me descuidé...", dice casi para sí.
Un automóvil detuvo su marcha para dar vuelta, provocó que el vehículo que venía por detrás lo impactara y éste a su vez obstruyó el camino de Aarón.
Recuerda haber salido volando por un costado. No a la orilla, sino al medio de la carretera. Escuchó un sonido subiendo de volumen conforme se aproximaba. Era un tráiler que frenó exactamente con sus piernas debajo de los neumáticos.
"No me desmayé ni nada. No me dolió. Sentí como cuando las olas del mar, que te arrastra y te va llevando", recalcó.
Al percatarse del accidente, el conductor huyó. Aarón se quitó el casco, luego el pasamontañas con que protegía su rostro del frío y lo usó de almohada. Recostó su cabeza sobre la tela y se dispuso a esperar el auxilio.
No volteó siquiera a ver su herida. La pierna izquierda casi se le había desprendido y buena parte de los músculos de la derecha ya no estaban.
El lado deportivo, el detonante
El proceso de rehabilitación fue corto. Fue dado de alta en cinco meses.
Físicamente, la pierna derecha le ha quedado deforme. Son visibles las cicatrices por las varias operaciones que ha sufrido. En algún momento, no podía estirarla por completo.
La piel en las corvas, detrás de la rodilla, es más flexible. Para encontrar algo parecido hubo que quitarle una parte de las ingles para usarlas como injertos.
Cuando salió del hospital buscó otras alternativas deportivas. Hizo basquetbol en silla de ruedas. Después hizo atletismo.
Dominó el lanzamiento de bala y jabalina, con títulos nacionales desde 2008 a 2010, que le valió ser llamado a concentraciones para selección nacional paralímpica, pero nunca pudo representar a México.
Cuando le avisaron que subiría de categoría, le desmotivó.
"Ahora aquí estoy desahogando todo", dice y apunta con la mirada el césped sintético de la cancha norte del complejo Sa-Gol.
n ¿Y en el campo?
Yo no tengo problemas con la pelota. Tengo problema con la condición, pero ya lo estoy corrigiendo en mi casa.
n ¿Qué buscas aquí, qué quieres?
Más que nada, yo lo hago porque hay muchas personas con discapacidad que están escondidas en su casa. Quiero demostrarle a mi familia y a la gente que aún a pesar de tener una discapacidad sí se puede vivir normalmente.
n Y vas a representar a México en un Mundial, ¿eso qué te inspira?
Representar a México es una gran responsabilidad y un gran orgullo, pero más lo hago para demostrar que sí se puede. Eso es lo que yo creo más importante.
El domingo yo me fui a trabajar, llegué y fuimos a una boda en la noche. Toda la boda bailé con mi señora... El lunes me accidenté. Haz de cuenta, lo que iba a caminar, lo terminé. Y la bailada, igual.