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"Mazatlán"

"La eterna invasión"

"Poseer reservas territoriales sería la opción para 'frenar' a los precaristas, el problema es que la Comuna carece de éstas desde hace varios años"
08/11/2015 13:22

    MAZATLÁN._En 365 días, siete nuevas invasiones, por lo menos, se han formado en Mazatlán.
    Para calcular el total de las que existen en la Ciudad, bastaría saber el número de colonias que hay el puerto, reconoce el subdirector de Tenencia de la Tierra, Francisco Franco Amador.
    "¿Cuántas invasiones hay? Cuantas colonias hay en Mazatlán", asegura.
    El funcionario habla de posibles soluciones para "frenar" lo que se ha convertido en uno de los principales problemas sociales.
    Una de éstas es que el Ayuntamiento cuente con reservas territoriales para ofrecerle un terreno dónde comenzar a levantar su patrimonio a quienes carecen de recursos o de programas de vivienda.
    Pero hay un inconveniente, detalla Franco Amador: desde hace más de 10 ó 15 años la Comuna no cuenta con tierras qué vender.
    "Es un problema que debe de frenarse, los ayuntamientos deben tener reservas territoriales como las ha tenido en su momento el Gobierno del Estado", añade.
    "Nosotros no tenemos y eso es lo que hace falta, ojalá la próxima administración las tenga para que no existan invasiones porque llega un momento en que las familias crecen y ahí las tienes: andan buscando la manera de cómo hacerle. ¿Qué hace falta para frenar eso? Tener reservas territoriales".
    Hoy, la mayor parte de los precaristas ocupa terrenos particulares y los propietarios se niegan a vender, por lo que el conflicto ha ido en aumento.
    Un ejemplo es la Colonia Montuosa, una de las invasiones más antiguas; Franco Amador calcula que tiene unos 60 años de haberse formado.
    "En un principio me metí con muchas ganas queriendo regularizar y me topé con pared, porque por muchas ganas que lleves a veces si te encuentras con alguien que no te quiere vender, no puedes hacer nada", expresa.
    En la incertidumbre
    María del Rosario lo confiesa: desde que llegaron a ese sitio, su familia no ha intentado comprar el espacio que ocupa al lado de la Colonia Doña Chonita.
    Con trabajo recuerda el nombre de la persona que les propuso levantar su casa de lámina al lado de la cancha de la colonia.
    "Rentaba una casa pero un señor nos metió para que no estuviéramos pagando", dice.
    Desconoce su paradero porque hace años que él se fue.
    María del Rosario, de 22 años, vive con su marido y un hijo pequeño. Hasta el día de hoy, cuenta, nadie ha ido a molestarlos; tienen servicio de agua gracias a una toma colectiva. Al mes, paga a la Jumapam 48 pesos.
    "Batallaron para que les dieran el agua", rememora.
    Contrario a ella, Wendy e Ileana aseguran que el Ayuntamiento ya les vendió el pedazo en el que viven en la Genaro Estrada.
    "Dimos un enganche de mil pesos y ya les iremos pagando como podamos", comparte Wendy, de 19 años, madre de un niño; uno más viene en camino.
    Consiguieron esa opción, añade, gracias a una pariente que es gestora de colonia y que logró que les vendieran. También conveniaron con la Comisión Federal de Electricidad para que les pusiera un poste y dotarlas del servicio de la luz, aunque aún siguen a la espera de que cumplan con lo pactado.
    "Ya tenemos el dinero que nos pidieron, pero hace más de un mes que los estamos esperando".
    La desventaja, reconocen, es el lodo que se acumula en los alrededores, los moscos y los olores que destila la falta de salubridad.
    Otra, la que más preocupa, son los robos. Los delincuentes aprovechan la debilidad del material con el que levantan sus viviendas para saquearlas.
    "Aquí, no puedes ni salir".



    Un conflicto de antaño
    El Cronista de la Ciudad, Enrique Vega Ayala, sitúa el "brote" de las invasiones en los años 30, en tiempos de la guerra sorda entre Agraristas y Dorados.
    "Sobre todo en el Río Presidio, mucha gente se vino de por allá por la inseguridad y se refugió en la ciudad".
    Otro hecho que provocó el nacimiento de las mismas fue el régimen político que imperó en la segunda mitad del siglo.
    "Prácticamente se utilizó el fenómeno social de la necesidad de vivienda como mecanismo de coptación, de corporativismo de mucha gente que necesitaba terrenos y por esa vía el Partido Revolucionario Institucional los convertía en votos y militantes, y eran usados para cualquier tipo de movilizaciones".
    Vega Ayala habla del Sindicato de Inquilinos que nació después de una huelga en ese mismo año, en los años 30.
    "Mazatlán estaba presentando problemas de hacinamiento y los caseros, que arrendaban inmuebles veían por sus intereses y no por la población, así que la gente reaccionó y organizó un Sindicato de Inquilinos y una huelga", añade.
    "Pero en la medida en que el fenómeno fue creciendo el asunto se tornó no sólo por las rentas, sino de viviendas y empezaron a presentarse los primeros fenómenos de invasión de terrenos particulares que fue en los 30, principios de los 40".
    La primera colonia que se integró con estas características fue la Klein. Esto, luego de que un grupo de trabajadores de la ferrocarrilera decidió apropiarse de terrenos ubicados frente a la estación porque la empresa no cumplió con la cláusula 96 del contrato colectivo que estipulaba que uno de sus compromisos era dotar de viviendas a sus empleados.
    "Se iba a llamar la 96, por la cláusula, pero se le quedó ese nombre por la referencia que usaban los vecinos para ubicar el predio, detrás de la casa del señor Klein, que era un empleado importante de la empresa".
    Después se originaron otras como las del Cerro de la Nevería, una parte de la Juárez, la Toledo Corro y la Sánchez Celis; esta última coordinada por lo que fue la Unión Cívica de Colonias que lideró Federico Velarde.
    "Es cierto, la mayor parte de lo que conocemos como las colonias populares de Mazatlán, la inmensa mayoría, son producto de invasiones de tierras de particulares, terrenos federales, estatales o municipales".

    Recientes
    Y aunque las invasiones surgieron en 1930, hasta la fecha no hay nada que las detenga, en los últimos años han surgido unas cuantas, sobre todo al norte de la ciudad, donde se entremezclan con los nuevos fraccionamientos.
    invasiones
    1. Nuevo Cajeme
    2. Villa Tutuli
    3. Montebello
    4. Emilio Goicoechea
    5. 13 de Septiembre
    6. Presa del Valle
    7. Villalpando
    8. Casas sin terminar del Fracc.San Fernando
    9. Miguel Hidalgo
    10. Genaro Estrada
    11. Hacienda Don Federico