"La figura del 'Águila descalza'"
CONCORDIA._ Las leyendas se escriben con el paso del tiempo. Eso es lo que José Manuel Díaz Osuna hizo en su carrera deportiva.
Nació el 10 de mayo de 1938 en Concordia. Hijo del matrimonio formado por Víctor Díaz Piña y Jesusita Osuna Flores.
Estudió en su tierra natal hasta el segundo grado de educación primaria, recordando con cariño a la Señorita Prisci, la inolvidable maestra que le enseñó las primeras letras.
Los compromisos cotidianos derivados de sustento familiar no le permitieron continuar los estudios, aprendiendo en la vida diaria el valor del respeto, el trabajo y el deporte.
A los 12 años de edad empezó a competir en carreras pedestres participando en Concordia en 5 mil y 10 mil metros. Con los años llegaron los medios maratones y la prueba más difícil para todo atleta: el maratón.
Sus pies recorrieron los caminos de Tepuxta-Concordia en la primera competencia donde conquistó el triunfo al dejar atrás a sus competidores. Luego vinieron triunfos en El Rosario, Escuinapa, Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Navojoa y Huatabampo.
Recordó que el primer maratón lo ganó en Mazatlán, después corrió de Navolato a Culiacán; en Quilá ganó ocho veces, cinco en la ruta que inició en El Salado y tres en la que iniciaba en El Dorado en competencia de 21 kilómetros.
De Tepuxta a Concordia corrió un alemán, Luz Poster, con quien tuvo una rivalidad deportiva que llegó a las carreras en Mazatlán.
A lo largo de su carrera deportiva se convirtió en una leyenda viviente, ganándose a cada paso el título de "Águila Descalza", pues siempre competía sin calzado alguno. Sus piés nunca han conocido el zapato ni los tenis, cubriendo sus plantas con suelas de huaraches de tres puntadas.
No hubo carrera donde el pueblo, el alma de los sinaloenses, no le vitoreara ni dejara de festejarle su proeza.
Ayer, la carrera de Concordia reconoció a este ilustre personaje sus méritos deportivos.