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"Consiguen salir vivos"

"'La otra aeromoza ya quería llorar'"

"Los pasajeros del vuelo 241 de Aeroméxico Connect relatan los momentos de angustia que vivieron en el aire cuando el avión tuvo una falla"
16/11/2015 08:22

    MAZATLÀN.- Ver a las azafatas hincadas y rezando, a los pilotos hablando de un "acuatizaje", a todos explicando cómo abrir las puertas de emergencia, nerviosos, llorando, suficiente para poner nervioso a cualquier pasajero de un avión. 

    "Yo vi dos veces Mazatlán, cuando lo veo digo '¡ah chin, cómo que dos veces Mazatlán!'. Ves los hoteles y la bahía, y luego lo volvía a ver otra vez, y dije: 'no es común, se me hizo raro'", contó el pasajero Francisco Raúl Sánchez. 

    Era el vuelo comercial 241 de Aeroméxico Connect, programado para salir a las 11:30 horas del Aeropuerto Internacional Rafael Buelna, y con destino en la Ciudad de México. 

    El vuelo debía llegar a las 14:18 horas a la capital, sin embargo, a los 10 minutos de haber despegado, comenzó a presentar fallas en el tren de aterrizaje. 

    Los primeros indicios de que algo no andaba bien los presentaron las azafatas, a las que los pasajeros observaron rezando y llamado a sus familiares. 

    "Es raro ver a la aeromoza que corra por los pasillos, una estaba dando los protocolos de seguridad y la otra aeromoza ya quería llorar, sí, se veían muy nerviosas, luego salió el Capitán a platicar, de que íbamos a estar bien, pero que íbamos a estar volando para gastar combustible, y que iba a haber un impacto fuerte del lado izquierdo del avión", comentó Fernando Santos, otro de los pasajeros. 

    El Capitán logró calmar a los pasajeros, asustados por la reacción de las azafatas, pero minutos después un mensaje por los altavoces volvía a ponerlos tensos. 

    "Prepárense para posible impacto", avisaba el piloto desde cabina. 

    La tripulación también informó que el vuelo podía culminar en un "acuatizaje", pidiendo a los pasajeros sentados en las filas de emergencia que estuvieran dispuestos a abrir las puertas y a evacuar al resto de los pasajeros. 

    A muchos les pasó por la mente lo peor. Hubo quienes llamaban por su celular o mandaban mensajes a sus familiares, aunque la señal se perdía por momentos. 

    Francisco Sánchez, uno de los pasajeros originarios de la Ciudad de México, la pensó media hora para dar aviso a su esposa, "cuida a los niños", le dijo. 

    Después de un intento fallido por aterrizar, el avión del vuelo 241 logró descender exitosamente alrededor de las 13:20 horas. 

    En la pista ya esperaba una decena de ambulancias, personal de rescate, bomberos y policías, todos listos para una eventual tragedia. 

    En la sala de espera del "General Rafael Buelna", decenas de curiosos y personas que se encontraban en espera de un vuelo, de un familiar o simplemente desayunando, se asombraron al ver la presencia de los medios de comunicación.
     
    En las redes sociales, entre ellas noroeste.com se comenzaron a movilizar las menciones en Twitter y Whatsapp de los tripulantes informando a sus familiares sobre lo sucedido, lo cual fue tendencia en la red de manera inmediata. 

    Al tiempo de que la aeronave era posicionada en una de las "orugas", un grupo de paramédicos se encontraba a la espera de los pasajeros y la tripulación de la aeronave. 

    Una vez en tierra, los pasajeros fueron mantenidos en el avión mientras personal médico evaluaba sus condiciones, lo que alargó la espera de amigos y familiares que aguardaban en la terminal aérea. 

    Para evitar que los pasajeros fueran abordados por la prensa, llamaron a los familiares y fueron saliendo uno por uno, aunque ya fuera de las áreas controladas por el aeropuerto no pudieron impedir que los pasajeros dieron su versión del accidente. 

    Ya con los pies en Mazatlán y felices por salir vivos, los pasajeros contaron con detalle uno de los peores momentos de su vida.


    Protocolos ayudaron a la calma: Jáuregui
    La subsecretaria de Operación y Promoción Turística de la Sectur Sinaloa y Reina de los Juegos Florales del Carnaval de Mazatlán 1993, Celia Jáuregui, fue una de las pasajeras que sufrió momentos de angustia durante el aterrizaje de emergencia, luego de una falla mecánica en el tren de aterrizaje. 

    Visiblemente mesurada, comentó que al principio sintió susto por la noticia que recibieron cuando el avión ya se encontraba en el aire, pero luego hubo calma y en general estuvo todo muy tranquilo. 

    "Nos explicaron muy bien todos los protocolos de los procedimientos que teníamos que seguir, los protocolos de emergencia y que realmente todo lo que estaba pasando arriba era para extremar precauciones", señaló. 

    Celia Jáuregui estaba acompañada en el vuelo 241 de Aeroméxico Connect por Edna Gutíerrez, directora de Promoción Turística, con la intención de llegar a la Ciudad de México y tomar otro avión que las llevara a Madrid, España, para promocionar a Sinaloa en aquel país. 

    "Nunca nos dijeron, sabes qué, esto está tremendo o va a pasar una catástrofe, nos explicaron que no sabían qué pasaba con el tren de aterrizaje, en una de las piernas del tren de aterrizaje, pero que iban a revisarlo y que iban a extremar precauciones", dijo. 

    Comentó que el protocolo que se hizo durante la más de una hora en que el avión estuvo sobrevolando en Mazatlán, y la intervención del Capitán, ayudó a que los pasajeros lograran calmarse por unos instantes. 

    Los protocolos que se realizaron estaban extremando por razones de que si ocurriera una emergencia las consecuencias fueran las menos posibles, indicó.


    Descenso
    El avión de Aeroméxico Connect, vuelo 241, logra descender exitosamente alrededor de las 13:20 horas y en la pista una veintena de paramédicos de Cruz Roja a bordo de ambulancias estaban listos para prestar los primeros auxilios a quien lo necesitara.