"La plazuela Machado (de 1929 a 1940)"
Mario Arturo Huerta Sánchez
Tercera y última parte
MAZATLÁN._ De la calle Constitución esquina con Tacuba (ahora Heriberto Frías) hacia el norte, por la acera que ve al poniente, estaba un negocio de café de Don José "Pepe" Sánchez, luego la casa de Doña Consuelo Gorostiza.
Cruzando la calle Mariano Escobedo, seguía la casa de dos pisos de Don Antonio Haas Canalizo, su esposa Doña Laura Espinoza de los Monteros y sus hijos Laura Delia y Antonio. A este último lo mandaron a estudiar a la Universidad de Harvard, en Boston, EU, en donde se graduó y en donde tuvo compañeros que obtuvieron un Premio Nobel. En ocasiones que se encontraba en Maza-tlán, desde el portal de mi casa escuchaba cuando practicaba en el piano el estudio Revolucionario de Chopin, que es una composición muy bonita pero difícil de ejecutar, lamentablemente falleció el 15 de octubre 2007.
El año 2004 me dijo que se le dificultaba tocar el piano porque le molestaba la artritis en los dedos de las manos. Escribió en diversos periódicos y revistas nacionales y locales. Era miembro titular del Colegio de Sinaloa y el teatro del Seguro Social lleva su nombre.
Él como director artístico y yo como director técnico organizamos funciones musicales llamadas Farándulas en el Teatro cine Zaragoza y en el Teatro Ángela Peralta, a beneficio de diversas instituciones. La casa de Toño se conserva igual que en los años 30. Recientemente el Gobierno del Estado adquirió esta casa que ocupará un Museo del Carnaval.
Siguiendo por la calle Tacuba (Heriberto Frías) se encontraba la fábrica de cigarros "El Vapor" en la planta baja y en la planta alta la casa de su propietario, Don Alejandro Díaz de León, en que vivía con Doña Catalina su esposa y sus hijos Alejandro, que se casó con Leonor Zamudio; Evangelina, que se casó con el Doctor Heriberto Murillo, de Culiacán, que fue mi maestro de Física en Secundaria; Ernesto; Rosa, que se casó con Antonio López Coppel; Delia, que se casó con Fidel Salcido Motta y Antonio, que fue mi compañero en el grupo de Boys Scouts y que se fue a vivir a Mexicali, B.C.
Enseguida, hacia al norte, en una casa de dos pisos, vivía Don Francisco de Diego y su esposa y sus hijos María Luisa (Nena), que se casó con Ángel Fojo Coppel; Pedro, Paco (que terminó la preparatoria con mi generación) y Consuelo (Cuty).
En la manzana de enfrente, viendo al oriente, vivía la familia Cruz, Don Antonio, su esposa y sus hijos Antonio, Pastor, Damián, Ramón, Humberto, Roberto, Tomás (estos dos compañeros míos en Secundaria), Cuquita, Marina y Octavio.
Calle de por medio, la casa de los Tellería; Francisco y sus hermanas Virginia y Aurora. Hacia el sur seguía el Hotel Central que ocupaba media manzana hasta la calle Belisario Domínguez.
Cruzando la calle Ángel Flores estaba una cantina y la azotea que le correspondía a la casa, la ocupó mi familia en la planta alta de la esquina de Ángel Flores y Belisario Domínguez.
Hacia el sur seguía la Casa de Don Manuel Reynaud, que tenía dos hijas, una se llamaba Magdalena y la otra Rosa María.
En la planta baja, las oficinas del Express del Ferrocarril Sud-Pacífico y en la esquina un local comercial de Don Manuel Reynaud.
Calle Mariano Escobedo de por medio estaba un lote baldío propiedad de Don Ramón Castelló que eventualmente lo utilizaba como bodega de jabas de frutas y verduras y en el cual años después fue construido el edificio de departamentos "Castelló", en donde en la esquina de Tacuba y Mariano Escobedo vivió mi suegro Don Luis Roberto González Pantoja con su esposa Doña Carmen Castro McKay y sus dos hijas Elvira Carmen (mi esposa desde 1953) y Lucila, que años después se casó con Manuel Becerra Gómez.
Siguiendo hacia el sur, estaba el edificio del Club Muralla, en donde en la planta baja se encontraban las oficinas de agencias de Don Rodolfo Coppel, en donde trabajaba Don Ernesto González Pantoja (tío de mi esposa Vira). También trabajaba Enrique Woods Trucíos. En la planta alta estaba el Club Muralla, que ocupaba desde la calle Heriberto Frías (antes Tacuba) hasta la calle Belisario Domínguez.
Siguiendo por la calle Heriberto Frías hacia el sur, pasando los Portales de Canobbio y la calle Sixto Osuna, después del callejón Ángela estaba una Logia Masónica y luego la casa en la esquina con calle Libertad que ocupa Don Agustín Gregoire con su esposa y sus hijos Estela, Agustín, Fernando, José Luis (El Chilli) y su hermana menor. Cruzando a la acera que da al poniente había una tiendita de no se qué y luego la casa de Don Ricardo Zataráin (que tenía una joyería en la calle Ángel Flores, su esposa y sus hijos Efraín y Eunice. Después estaba la casa que habitaba un señor Amarillas, que vendía por las calles gritando "timarindo, el agua helá". Vivían con él su esposa y un hijo que era homosexual y tenía su pareja Jesús Reyes, alias "La Chucha" y la gente decía "ahí van, La Chucha y el Amarillas" cuando los veían pasar.
Seguía la familia del señor Francisco Chiquete con su esposa e hijos, Francisco, Guadalupe que se casó con el Ingeniero Roberto Ley Chon y Francisca "Pachita", casada con el Ingeniero Enrique Ríos Tirado, los dos compañeros míos desde secundaria hasta profesional.
En la calle Carnaval, entre las calles Constitución y Mariano Escobedo, en la acera que va al poniente, en la esquina con calle Constitución estaba un local que ocupaba una botica de Profesor
Gaspar Aguilar, propiedad de Miguel Retes, ahora en ruinas, propiedad de Guillermo Llamas. Enseguida había una oficina del Ingeniero Edmundo González, en cuyo espacioso patio tenía una mosaiquera.
Seguía un local comercial que años después rentó mi hermano Juan para un negocio de venta de artículos fotográficos y revelado que se llama "Foto-Lab", luego estaba la joyería y casa de Don Heriberto Malcampo, con su esposa y sus hijos Heriberto, Concha, Alicia, Héctor y Horacio. Seguía la farmacia de Don Benjamín Chávez, con su hija Carlota y su esposo Raúl Carrillo y sus hijos, Víctor, Manuel (Vadin) Raúl (Bulillo) y Miguel (Mike). Pasando la calle estaba "La Fama", pastelería y cafetería primero de Luis Bect y después de Francisco Ung Yen. Contra esquina, en Carnaval y Mariano Escobedo, la oficina de Alfa, abastecedora de Luz, Fuerza y Agua, de la que era gerente el señor don Quirino Ordaz Rocha. Seguía la casa del señor Rafael Lizárraga, su esposa y sus hijos Ángela, Magdalena, Aurora, Alfredo, Herlinda, Marcial, Leonardo, Isabel, Rafael, Alicia y Margarita. Seguía la óptica científica de Don Manuel García, luego una sastrería de los señores Manuel José y Carlos Urrutia y después la peluquería "El Rizo de Oro", de Herminio Torres, más conocido como "El minuto". Mi buen amigo el Titi Héctor Felton platica que "El minuto" le recitaba un verso que empieza así: "Soñé que un toro-volaba, no se si será verdad, soñé que... (no publicable). En esa peluquería también trabajaba otro peluquero de nombre Ángel, que tenía una cicatriz en un cachete, de un balazo que le dieron como "tiro" de gracia durante la Revolución de 1910. Finalmente estaba el negocio de don Ernesto Felton.