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"Memorias de Mazatlán"

"La plazuela y el teatro (de 1929 a 1940)"

"Enfrente se encontraba el Teatro Rubio, ahora Ángela Peralta"
09/11/2015 13:46

    Segunda de tres partes

    MAZATLÁN._Enfrente se encontraba el Teatro Rubio, ahora Ángela Peralta, en donde asistimos mi hermano Memo y yo decolados, con la anuencia de Don Chano Gómez Llanos, a la pelea de boxeo en que el mazatleco Joe Conde noqueó a Raúl Talán (peso pluma). 

    En la manzana del lado oriente de la plazuela, que se extiende desde la calle Carnaval hasta la Benito Juárez, el edificio de la esquina estaba ocupado en planta baja por oficinas de don Víctor Patrón Hernández y la planta alta por el Casino de Mazatlán, antes ocupado por el Hotel Iturbide. En el casino sesionaba y hacía sus festejos el Club Rotario de Mazatlán. Posteriormente estuvo la oficina de Recaudación de Rentas. 

    El día 30 de agosto de 1883, a las 9:30 horas, en el cuarto número 10 de ese hotel, se celebró el matrimonio civil del señor Julián Montiel y Duarte, de 48 años de edad, nacido en Mérida, Yucatán, agente de Negocios titulado, con la señora Ángela Peralta, viuda, de 36 años edad, nacida en México Distrito Federal, prima-dona absoluta de la ópera italiana de su nombre. 

    La copia del acta No. 91 (en mi poder) dice que ella se encontraba en artículo de muerte, enferma de la fiebre amarilla y los casó el señor Cecilio Ocón, Alcalde Primero, en funciones de Juez del Estado Civil de Mazatlán, por ministerio de ley. 

    Pocas horas después murió la diva, quien fue sepultada en el panteón Número 2 que ahora lleva su nombre. En 1936 el Gobierno de México trasladó sus restos al Panteón de los Hombres Ilustres de la Ciudad de México y desde ese
    año de 1936 el teatro lleva el nombre Ángela Peralta. 

    Enseguida del edificio, por la calle Constitución, se encontraba El Demócrata de don Enrique López Mendoza, abuelo de mi amigo Federico Kelly, después el consultorio del doctor Adolfo Andrade y luego la casa de don Federico Vázquez, quien se desempeñó como Gerente del Círculo Comercial Benito Juárez. 

    Frente a la Machado vivía su esposa doña ConcepciónHernández y sus hijos Elenita (poetisa), Conchita, María
    Emilia y Federico; más hacia el Oriente vivían Laura Medrano, quien trabaja en el Express del FFCC, y sus hermanos Gerardo y Gustavo, abogado y cardiólogo de prestigio en el Distrito Federal, respectivamente; luego estaba la lavandería y la planchaduría Campa, de Ramón Campa Magallanes, seguía la casa de Pepe, Bertha y Dolores Borda. Pepe, un buen pianista. 

    En la acera de enfrente que ve al sur, empezando en la calle Benito Juárez vivía Don Adrián Torres, en donde antes vivió don Francisco Duhagón. Enseguida estaba la casa de Don Roberto Coppel, casado con doña Concha Carrasco (hija del general Juan Carrasco) y sus hijos Roberto, casado con Delia Marín, de Culiacán, quien estuvo por Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y al encontrarnos en el paseo de la reforma del DF en 1946, me platicó durante horas sus experiencias, anécdotas y peligros que vivió en Alejandría; le seguía su hermano Raúl, quien murió de apendicitis muy joven; luego Fernando, la famosa "Liebre", quien desde hace muchos años vive en Los Ángeles, después su hermano Arturo, "El Camarón", por colorado, y la menor Teresita. 

    Hacia el poniente seguía la casa de don Guillermo Haas Canalizo y doña María Menchaca de Haas, con
    sus hijos Guillermo "Chacho", María Beatriz, Alicia (reina del Carnaval 1939) Olivia y José Antonio, compañero mío de primaria y secundaria. María, casada con el ingeniero René Mascareños, que fue Presidente 

    Municipal de Ciudad Juárez; Beatriz se caso con José N. Toledo, Alicia y Olivia que se casaron con los hermanos
    Alfredo y Alberto Aldrete, de Tecate Baja California. 

    Enseguida vivió don Francisco Martínez Cabrera, maestro de Música y su esposa Guadalupe Cota, hermana
    de Carmen Cota de Lorda. Seguía la casa donde vivían don Ricardo Lorda Fernández de la Riva (quien fue mi padrino de confirmación), su esposa doña Carmen Cota y sus hijos Fernando y Carmen "Ucha", casada con el ingeniero Santiago León, padres del arquitecto Santiago León Lorda. 

    Luego el Consultorio del doctor Leopoldo Sánchez de Cima, ahí se celebraban reuniones semanales de los socios del Club Filatélico, integrados por doctor Leopoldo Sánchez de Cima, Francisco Rojas (Mister), José Ramón Fuentevi lla Peláez, Francisco de Diego Alduenda, Fausto Rodríguez García, José Guillermo Huerta Sánchez, Mario A. Huerta Sánchez, Ricardo Lyle Villalobos, Juan Llausás Ahumada, Rolando Solís López, Fabián Cervantes, Federico Guerra Ceceña, José Luis Salcido Motta, Cesar Saucedo (Tepic), Arturo de Cima Güereña, Fernando Fuentevilla Peláez. Después, la casa de Don Eduardo Siordia, su esposa Doña Refugio Gutiérrez y sus hijos Eduardo y Rafael "Pail". Eduardo murió muy joven, poco después de graduarse de médico. 

    Continuando hacia la calle Carnaval estaba el colegio Liceo Progreso, de Doña Trinidad León viuda
    de García y sus hijas (mis maestras) Josefina y Trini, en donde estudié primaria. En la siguiente casa vivía
    don Ulpiano Arzac Lasarte (padrino de confirmación de mi hermano Memo), su esposa Doña Adriana Rodríguez de Arzac y sus hijos Pedro, Carmen y Ulpiano. Después estaba un edificio comercial en el que se ubicaba la agencia de automóviles Ford de Don Carlos J. Felton, en donde trabajaba el Titi Felton, después seguía una botica, en la esquina, ahora (diciembre 2004) en ruinas. Propiedad de Miguel Retes y del profesor Gaspar Aguilar. 

    Cruzando la calle Carnaval, en la esquina con calle Constitución, se encontraba el local comercial de Don Ernesto A. Felton, seguía la entrada al Círculo Comercial Benito Juárez, que estaba en la Planta alta. 

    Hacia el poniente seguía el Consultorio del doctor Roberto Morfín Álvarez, luego un restaurante que se llamaba el Manhattan, de Johnny, que también regenteaba el bar del Círculo. Seguía una peluquería de Jesús Uriarte "Chuy",
    hermano de la poetisa Rosario "Cayo" Uriarte, después estaba una oficina de Manuel Gómez Rubio. Seguían las oficinas de Corvera y Compañía, en donde trabajaban José Lavalle y Rafael Veytia. 

    Luego estaban dos entradas a la planta alta, la del lado oriente conducía a la casa de la familia Corvera, integrada por Celestino Corvera y su esposa Sara Villaseñor, sus hijos Bernardo y Sarita, así como María Luisa Villaseñor, hermana de Doña Sara. La entrada del lado poniente conducía a una clínica del doctor Valdez Banda, el cual me trae
    un recuerdo que nunca olvidaré. 

    Una noche, más o menos entre 9 y 10 P.M. se dejaron oír unos fuertes y macabros gritos de una señora a la que le estaba practicando cesárea sin anestesia, gritos que se oían por toda la Machado. 

    En la esquina de la planta alta se encontraba el quirófano, por lo que nosotros, que vivíamos en contra esquina,
    podíamos oír las voces del doctor y de las enfermeras. 

    Al fin los gritos de la señora cesaron cundo se escucharon los gritos de la criatura que acababa de nacer. Al día
    siguiente la gente de la Machado preguntaba si habían oído a "la llorona". 

    A finales de los años 30 este lugar se ocupó como casa de Don Santiago Coppel, su esposa Doña Sara Corvera y sus hijos Jaime, Yolanda, Sara y María del Carmen, "Pela". 

    Siguiendo por la calle Constitución hacia el poniente, en la esquina con la calle Tacuba, estaba una bodega del Banco Occidental de México y enseguida, el edificio del Banco, cuyo Gerente era el Señor Roberto Valadez Weber que vivía en la planta alta del banco. Contra esquina del banco estaba en la planta alta una casa donde vivía doña Esther Lejarza Viuda de Valadez, con sus hijos Carlos , Adrián, Miguel (en 1978 fue nombrado cronista de la ciudad), Fernando (años después se convirtió en compositor muy codiciado por sus bonitas canciones). Utilizaba muletas para desplazarse a causa de que contrajo la polio cuando tenía corta edad), y César, que era de mi edad. 

    En la planta baja funcionaba la cantina El Regis del Señor Ernesto Butchart.


    "Ella se encontraba en artículo de muerte, enferma de la fiebre amarilla y los casó el señor Cecilio Ocón".