"Llaman isleños al diálogo a la UNAM"
MAZATLÁN._Cerca de 5 mil habitantes de la Isla de la Piedra resultan afectados por un conflicto territorial con la Universidad Nacional Autónoma de México.
Así lo expusieron vecinos de las cinco colonias implicadas: Vicente Guerrero, Anabella de Gavica, Universitaria, Jesús de Nazaret y la ampliación del mismo nombre.
Y esto porque la institución reclama los derechos sobre unos terrenos donde los colonos solicitaron un embarcadero y un camino para evitar rodear varios kilómetros para llegar a sus casas. Petición a la que el Ayuntamiento accedió hace unos meses, pero ante los problemas legales con la institución, dio marcha atrás. El jueves se encontraron con la sorpresa de que personal del Municipio retiró el alumbrado y ahora tienen que atravesar a oscuras por ese lugar.
Representantes de los asentamientos y líderes de la Asociación de Colonias de la Isla en Acción se manifestaron dispuestos al diálogo con la casa de estudios.
En un recorrido por el terreno del conflicto, mostraron a Noroeste el embarcadero recién construido, junto a un predio de 5 hectáreas que fue concesionado a la UNAM hace alrededor de quince años en el cual, critican, no se ha hecho nada para el bien público. En medio del monte, se puede observar un edificio y unas cabañas con apariencia de abandono, junto a lo que parecen ser unos estanques.
Aseguraron que la vía se abrió por fuera de la cerca que delimita el espacio que se adjudica a la Universidad, pero no conformes con ello, también quieren el predio contiguo de 1.5 hectáreas donde los isleños ya lograron la autorización para construir un Cobaes.
Paulina Parra Aguirre ha vivido frente a ese lugar, en la colonia Vicente Guerrero, muchos años antes de que se
posicionara la Universidad.
"En ese terreno nunca se ha hecho nada. Es puro monte.
Para lo único que sirve es para los muchachos que se quieren ahorcar o hacer fechorías, pues allí se pueden ocultar", relató.
El representante de esa colonia, Fernando Escobedo, consideró que es un elefante blanco pues nunca han visto ingresar a investigadores o personal académico.
Los únicos que acuden son un velador y una joven que hace el aseo.
"Ese terreno sólo nos ha perjudicado porque cría fauna nociva y en tiempo de lluvias ni siquiera se puede fumigar contra el dengue", cuestionó.
Silvia Lizárraga Fuentes, fundadora de esos asentamientos, indicó que en el último conteo detectó a cerca de 5 mil personas viviendo en esos terrenos ganados al mar, que se encuentran en proceso de desincorporación ante la Semarnat.
"Lo único que queremos es que nos den nuestro derecho de acceso, porque son muchas las personas que tienen que rodear bastante para llegar a sus domicilios y la mayoría no pueden pagar a diario un taxi", precisó.
Noroeste solicitó la versión de las autoridades de la unidad académica de la UNAM en Mazatlán. Sin embargo, el jefe de la Unidad, Samuel Gómez, señaló que no se encuentran autorizados para hablar en torno al tema, por lo que aún se busca la opinión de los funcionarios correspondientes en la Ciudad de México.