"'Lo he hecho mejor que los hombres'"
MAZATLÁN._ Martina platica y golpea la mesa en casi cada palabra que pronuncia.
No es necesario que diga que tiene carácter fuerte, pero luego suelta una frase con la que parece regodearse: "trabajo más que los hombres. A ellos les da miedo".
Y aunque la nueva directora del Centro de Ejecuciones de las Consecuencias Jurídicas del Delito de Mazatlán habla fuerte y da órdenes, no ha perdido el toque femenino.
Se ha arreglado el cabello, lo lleva chino y humectado. Se aplicó maquillaje y viste con escote y pantalón al cuerpo.
Licenciada, le dicen los agentes custodios de la Policía Estatal Preventiva. Le hablan de usted y buscan mostrarse serviciales, amables.
Ella llegó apenas un par de días después de que el anterior director, Joaquín Melquiades Cervantes, dejó el cargo. Apenas el 25 de febrero hubo una revisión del Penal, en la que se hallaron 26 charolas de cerveza y varias puntas.
Y desde el viernes ocupa un puesto que ya desempeñó durante el sexenio del Gobernador Juan Millán, de 1999 a 2004.
En el Día Internacional de la Mujer parece poco probable pasar por alto un personaje como Martina Guadalupe López Flores, la mujer que dirige un centro de reclusión en el que durante 2010 se registró una riña con 28 internos muertos.
El mismo lugar en que los secuestradores o delincuentes ligados a ciertos grupos criminales han sido asesinados o han cometido suicidio en situaciones aún poco claras.
El mismo donde la corrupción ha permitido que haya cerveza en abundancia para los internos y que se perciba como uno de los más peligrosos del país.
'¿Miedo?... No'
Martina llegó por helicóptero. La trajo el Secretario de Seguridad Pública, Francisco Córdova Celaya, y éste dio las indicaciones: no la dejen sola, cuídenla, apóyenla.
El 1 de marzo se le informó y aceptó. El viernes siguiente a las 15:00 horas rindió protesta y comenzó a trabajar. Lo primero que hizo fue prohibir la entrada de teléfonos celulares al inmueble.
"Sé que la situación de los penales es muy difícil, pero también sé que no me da miedo. Conozco cómo se trabaja, todas las áreas y es un reto más de mi carrera profesional", asegura.
¿Es difícil que una mujer llegue a ser directora de un Penal?
Para mí no ha sido nada difícil, en lo particular, opino por mí, no ha sido nada difícil. Podría decir... he hecho el trabajo mejor que los hombres.
Martina ha cruzado un par de rejas, puertas y un arco detector de metales. Trae una sonrisa permanente en el rostro y saluda a quien puede.
Apenas tiene unos días en el cargo y su oficina luce un poco escueta. Pocos muebles y un pequeño escritorio. Tiene una sala de juntas y hay un intermitente arrullo de un par de palomas pegadas a la ventana.
Cuenta entonces que tiene 18 años de experiencia en seguridad pública. Conoce de operativos, de armas y afirma no sentir miedo por este tipo de trabajo.
"Más que nada es que no me da miedo este tipo de puestos. Se me hacen interesantes y se me hacen retos y me gusta, no le tengo miedo. Yo no les hago nada a los internos y si no les hago nada, no tienen por qué hacérmelo a mí", expresa.
El toque femenino
"Yo voy seguido al interior, me gusta convivir con ellos, me gusta que me conozcan y conocerlos. Me dicen: 'Ay, directora, hola, qué bueno que está aquí'", dice.
"Uno como mujer tiene más tacto con ellos. Eso es lo que les hace falta. Que sientan interés de alguien hacia ellos, más de una autoridad. En lo particular noto hasta alegría, mucho respeto, para nada que son groseros".
Martina relata que en diferentes ocasiones baja y tiene interacción con los internos. Tiene una máxima como directora: yo no le hago nada a ellos, ellos no me harán nada a mí.
"A mí no me da miedo estar con el interno y muchos hombres no se animan a entrar. Estoy en contacto directo con el interno, por experiencia sé que no todos los directores bajan. A lo que he escuchado, les da miedo, por eso sé que no entran", platica.
"Yo puedo entrar sin seguridad al penal y sé que no me va a hacer nada".
A su anterior gestión llegó después de que 23 internos se fugaron. En este Penal era común escuchar detonaciones de arma de fuego y tenían un grave problema con la malla ciclónica.
Tras su llegada, meses después, se registró otro incidente. Varios internos intentaron escapar, pero sólo dos lo lograron. En la contención, ocho reos resultaron heridos de bala o golpeados por la caída. Otro más perdió la vida por heridas de bala y una caída de 7 metros.
Cuando eso sucedió, Martina estaba en su despacho.
"Fue una experiencia que sentí de valentía, sinceramente, porque no me dio miedo", recuerda.
"Yo estaba aquí arriba y bajé. Yo siempre estaba aquí. Sentí que hice mi trabajo bien, porque se impidió que los internos se fueran".
'Yo no me enredo'
Las indicaciones que le dio el Secretario Córdova Celaya fue extremar precauciones y que realizara su trabajo lo mejor posible.
Se repite una y otra vez que lo que hizo en el sexenio de Millán fue un buen trabajo. De hecho le sorprendió la hayan removido.
"Me dijo (Córdova Celaya) que realizara un buen trabajo y que me cuidara, pero yo le dije que trabajaría honestamente", dice.
¿Le proporcionó escoltas?, ¿seguridad?
Sí, pero le dije: "no, licenciado, porque yo no tengo problemas. Si yo llego a recibir amenazas, y ocupo la seguridad, con mucho gusto, pero ahorita no". Jamás sentí la más mínima amenaza.
¿Y antes, cuando estuvo hace años?
No, tampoco. El interno es inteligente, sabe hasta dónde puedo yo favorecerlos, que me autorice la ley. En cuanto al trato, las atenciones y lo que se puede. Un interno, estoy segura que no me va a pedir una cosa que no puedo hacer, y si me lo llegan a pedir, yo lo voy a hacer entender. Y voy a ser muy clara, porque yo no me voy a involucrar con ellos.
"Para involucrarme con ellos, mejor me voy. Porque de estar aquí dentro con ellos, mejor me voy. Y así se lo voy a hacer ver al interno. Soy una persona de carácter fuerte, que sé ser atenta y que también sé trabajar y no me enredo".
Ahora, dice, tiene una pequeña hija de un año que ha sido un motor en la vida.
"A mi familia le dio mucho miedo cuando les dije, pero también les dije que yo soy profesional y que era para mi carrera, mi desarrollo", dice.
"Tengo una bebé de un año, y por eso, porque me preocupa, quiero tener un trabajo y hacerlo bien, les dije".