"Los hilos del poder"

"Aguilar fue testigo"
06/11/2015

    Cuauhtémoc Ramos Escobar

    El Gobernador Jesús Aguilar Padilla, en su gira del lunes pasado por el municipio, además de entregar las obras que realizaron su Gobierno y el Ayuntamiento de Mazatlán, en beneficio de la población urbana y rural, tuvo la oportunidad de constatar las desavenencias manifiestas de la Diputada Irma Tirado en contra del Alcalde Jorge Abel López Sánchez.
    Esto no tendría mayor importancia si los dos políticos, o uno de ellos, pertenecieran a otro partido; pero los dos son del PRI. ¿Y en qué cabeza cabe que lo anterior no le preocupa al Mandatario, sobre todo, cuando el protagonismo alcanza niveles de escándalo?
    Como indicio, un ejemplo basta, de lo que sucedió en el recorrido del Gobernador por la zona rural, al decir la Diputada Irma Tirado en su discurso, dirigido a la población del ejido El Bajío, que si no les había firmado su compromiso "sí se los iba a cumplir? de llevarles los aires prometidos".
    Su afirmación fue una clara alusión, que extrañó por cierto, a lo que fue el lema de campaña de Jorge Abel: "Te lo firmo y te lo cumplo", en un evento donde los dos mandatarios iban a recoger la palabra empeñada, como ambos lo expresan en las entregas de obras.
    Y ante el celo expuesto por la Legisladora, el Gobernador tuvo que salir al quite para diluir interpretaciones al margen, comentando al respecto de manera incluyente: "todos somos gobierno".
    Como jefe político del Estado, Aguilar ha de entender que la función de todo gobernante está expuesta a la crítica pública, constructiva o destructiva, de parte de los gobernados.
    Y es enteramente explicable si media la carencia de acciones, de un gobierno que no beneficia a la sociedad y se justifican, en cambio, sus reacciones de inconformidad.
    Pero, en términos reales, la candela que recibe Jorge Abel, en este caso, no proviene del exterior ni de la opinión pública por falta de obras.
    El fuego en su contra procede de la contradicción de una corriente inconforme de su partido.
    Y esta corriente se significa por el peso que le da la Diputada local, Irma Tirado, con el respaldo y aval de su mentor, tutor y jefe político Manuel Meléndez Franco.
    Del campo de donde provienen los señalamientos al Presidente Municipal y el interés del grupo que lo objeta están de por medio intereses personales, sin argumentos de fondo y así se evidencian. ¿O no?
    Es por ello que los cuestionamientos del grupo de Meléndez, por fuertes que parezcan, no ponen en entredicho el ejercicio administrativo y la función política del alcalde López Sánchez.
    Si el propósito de Meléndez y de Irma Tirado, intencionalmente es descalificarlo, lo mejor es que lo acusen con otros argumentos, más sólidos, y se aparten del sesgo político.
    De la crítica, buena o mala, en uno y otro sentido ningún hombre público se escapa, y Jorge Abel no va a ser la excepción. A eso deben de atenerse todos los políticos por estar expuestos circunstancialmente.
    Hay aduladores que a los gobernantes los empalagan con alabanzas, y otros que de manera sistemática y sin razones de fondo acremente arremetan en su contra.
    Habría qué ver aquí si este no es el caso de la Diputada Irma Tirado y el grupo de Manuel Meléndez, que le tiran con todo al Alcalde en cualesquier medio.
    Práctica nada nueva porque Meléndez ha hecho víctimas de sus inquinas a todos los que han pasado por el Ayuntamiento.
    Pero en el fondo sus cuestionamientos se quedaron sin justificación porque no le dieron el valor suficiente a la denuncia, de acusar a un mal gobierno con pruebas, a excepción de dos administraciones anteriores.
    O de lo contrario, todo señalamiento que no pase de mera suposición y pretensión personal, se quedará en alharaca intrascendente.
    El de hoy es un pleito casado de Manuel Meléndez con Jorge Abel que data de muchos años. Su historia es larga y pública.
    No extraña por eso su rebeldía para aceptarlo como Alcalde y esgrima en su contra el activismo de Irma Tirado como un recurso de su inconformidad política.
    La política silvestre es muy dada en nuestro medio; como también la marismeña en nuestro municipio es común y recurrente.
    Estas se ven cuando los tiempos no favorecen a las corrientes políticas que afanosamente buscan posiciones de mediano privilegio. Y, se recrudecen, cuando no las consiguen y generan los protagonismos posteriores.
    Esos enconos forman parte de la vida cotidiana en el mundillo político local de todos los partidos y hoy en especial los viven los priistas.
    Se evidencian de manera reiterada en cada administración pública del municipio, máxime cuando están de por medio ambiciones políticas futuras, de grupos que recurren al golpeteo como método, y disienten por sistema de la concertación inteligente, escogiendo el camino de la confrontación.
    Veredes pues? cosas veredes

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