"Malecón"

"Malecón"
MALECÓN
09/11/2015 11:44

    Ruego incumplido
    "Cuide mucho a sus policías, ya ve cómo nos regresaron a Rómulo, por favor, cuide a sus policías", le rogó al Secretario de Seguridad Pública estatal, Francisco Córdova Celaya, una mujer, familiar del joven policía estatal Rómulo Bojórquez López, quien fue asesinado de más de 100 balazos la tarde del martes 12, junto con el oficial primero Alfredo Espinoza Salinas, más conocido como el "Comandante Chuta".
    Esa súplica fue hecha al titular de la SSP durante el homenaje de cuerpo presente que les rindieron la mañana del miércoles a los dos policías estatales, abatidos por un grupo armado cuando transitaban por el bulevar Emiliano Zapata, frente a una plaza comercial ubicada en el crucero con la Avenida Maquío Clouthier, en Culiacán.
    Sin embargo, Frank Córdova o desoyó la petición o no alcanzó a tomar las previsiones necesarias para salvaguardar al máximo posible a sus policías, porque tres días después de esas dos muertes fueron asesinados en una emboscada 10 de sus escoltas, cuando circulaban por la carretera Internacional México 15, en Guasave, de regreso hacia Culiacán después de haber custodiado al Secretario en Los Mochis.
    Córdova Celaya sorteó el atentado, que aún no se define si iba dirigido hacia él, porque retornó a la capital del estado a bordo de un helicóptero, en un maniobra estratégica aleatoria, según dice.
    ¿Y la estrategia?
    El Gobernador Mario López Valdez anunció ayer un operativo policiaco-militar integrado por 460 elementos que "peinan" los poblados guasavenses de Batamote y Bamoa, a la caza de los autores de la matanza, quienes pertenecen a una grupo armado que opera en Ahome, Guasave y Mazatlán, y el cual el Procurador de Justicia, Marco Antonio Higuera Gómez, se negó a identificar por secrecía de la averiguación previa, aun cuando es del dominio público.
    Las autoridades están obligadas a perseguir, atrapar (o abatir) y castigar a los sicarios que cometieron el crimen y al lugarteniente y/o capo que lo ordenó, pero también deben deslindar responsabilidades de los funcionarios que dirigen la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Estatal Preventiva.
    El doble homicidio de los agentes estatales, ocurrido el martes en Culiacán, debió poner a los responsables de seguridad sobre aviso de que habría una reacción o una secuela, por los intereses torcidos y las deslealtades que aún permean las corporaciones policiacas.
    La misma tarde de la emboscada en Guasave, alrededor de dos horas antes, un convoy de agentes de la Policía Ministerial fue atacado por un grupo armado cuando transitaba por el bulevar Antonio Rosales de Los Mochis, con un saldo de dos policías y un civil heridos.
    Ante esa agresión, el regreso de los policías estatales a Culiacán debió organizarse de una manera menos expuesta y vulnerable.
    También las autoridades responsables debieron tomar en cuenta lo peligrosísimo del trayecto, pues por ese rumbo el 10 de octubre de 2010 fueron emboscados y asesinados cinco policías estatales y tres agentes municipales de Navolato, cuando circulaban por la carretera Costera en Angostura.
    Además, el 6 de marzo de este año fueron ultimados por un grupo armado siete agentes de la Unidad Especializada en Aprehensiones de la Policía Ministerial, cuando trasladaban a dos detenidos procedentes de Los Mochis y en ruta por la carretera a la altura de Guasave.
    Todos y cualquiera de esos antecedentes bastarían para desplegar las estrategiasconducentes a proteger el regreso de los policías estatales, sin embargo, al parecer no se tomó ninguna medida.
    ¿Acaso no es posible que militares cubran puntos claves cuando convoyes de policías se trasladan por esa carretera, y les dificulten o impidan la movilidad a los grupos armados? ¿Por qué no se incorporan elementos del Ejército o la Marina a esas vulnerables caravanas policiacas para reforzarlas? ¿Por qué elementos policiacos o militares en un helicóptero no sirven de avanzada y revisa la seguridad de la ruta por la que pasarán los agentes en sus patrullas?
    ¿Orejas?
    El Diputado Carlos Felton afirmó el fin de semana, respecto al ataque al convoy de policías élite en Guasave, que es obvio que hubo una "fuga" de información, o sea que alguien del interior de esa u otra corporación informó al grupo armado por dónde y a qué horas iban a pasar los escoltas del Secretario de Seguridad Pública.
    "Este ataque nos habla de que hubo una fuga de información, es evidente que los estaban esperando, sabían muy bien a qué hora iban a pasar, en qué lugar, alguien les tiene que haber avisado, no se necesita ser un perito para sospechar que esto sucedió", indicó Felton.
    Es por todos sabido que en todas las corporaciones hay "orejas" de los grupos delictivos, sin embargo, no se puede soslayar que estos cuentan con los elementos y los medios suficientes para saber dónde y en qué momento dar un golpe.
    No obstante, este lamentable hecho obliga a que se haga una revisión a fondo en todas las corporaciones para detectar a posibles elementos infiltrados o cooptados.
    La "bolita" a la PGR
    Ahora que una nueva invasión surgió en la Colonia Pino Suárez, las autoridades municipales ya reportaron a la PGR y hasta advirtieron a las familias de desalojo en cualquier momento, sin embargo no ha pasado nada. En su programa de radio "De frente" el Alcalde Alejandro Higuera Osuna reconoció que es zona federal y no pueden hacer nada.
    La nueva invasión surgió el viernes pasado, al pie de un mangle, a unos metros de la marisma. Los invasores son parejas jóvenes que se apropiaron de los terrenos la semana pasada, alegan que no tienen dónde vivir, seguramente tienen razón, pero si escarban tantito encontraran a su lado a los que están haciendo negocio con su necesidad.
    Y si realmente nuestro Alcalde quisiera resolver esto, bastaría que el echara un ojo al Registro de la Propiedad, ahí se va a encontrar a todos los vividores de las invasiones ya regularizadas, personas con cinco o seis casas, engordando sus terrenos.
    Cambia su postura
    Una de las diferencias entre el Malova de campaña y el Malova de Gobernador es, por mucho, su actitud hacia los medios de comunicación; antes, contestaba hasta la última pregunta de los periodistas, siempre con buena cara, siempre dispuesto a tocar cualquier tema; y ahora, suele salir corriendo cuando las preguntas le incomodan o cuando pasan d e una docena.
    Recientemente, cuando se le cuestionó sobre la corrupción en algunas dependencias gubernamentales, su respuesta fue "ya, ya, ya", mientras se dirigía a su camioneta. Lo mismo que pasó con el ex Gobernador Jesús Aguilar Padilla.
    Malecón es columna
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