"Motivan coyotas su negocio de mestizas"

Norma Alicia Sánchez

Hace un par de años, Fernando Tasuko Sato Flores se dijo así mismo:
"Ni las coyotas de Sonora ni las glorias de Monterrey son tan buenas como las mestizas de Pericos", y así comenzó una historia.
Originario de Pericos, Mocorito, este hombre de 35 años decidió emprender junto a su esposa Consuelo un negocio que reflejara una parte de su pueblo natal, de cual dice sentirse orgulloso.
"Soy 'periqueño' orgullosamente, me casé con una 'periqueña' y quiero mucho a mi pueblo. Yo estoy seguro que Sinaloa es muy rico en la pinturita y el corico, pero Pericos tiene un toque especial", dice.
En la Expo Agro Sinaloa 2008, Fernando y Consuelo amasan con ganas la harina y preparan el dulce que lleva en su interior este pan, para los amantes de sus productos.
"Yo tenía un producto en mis narices que eran las mestizas y que nadie las había comercializado, y un día dije: ¿por qué las coyotas de Sonora son muy famosas a nivel nacional y también las glorias de Monterrey? ¡Son mejores las mestizas!, entonces comencé el negocio", cuenta.
La textura única, resultado de la combinación de dos harinas con otros ingredientes, hacen de las mestizas un producto único, y su nombre se debe precisamente a la mezcla de estos dos elementos, la harina de trigo y la harina blanca, explica Fernando.
Las mestizas remontan su historia al año 1790, cuando fue fundado el pueblo de Pericos.
"Se llaman mestizas por la mezcla de las dos harinas, como el mestizaje, la mezcla de indígenas y españoles".
Empreser, el Servicio Estatal de Empleo y la Secretaría de Economía otorgaron créditos y facilitaron la maquinaria para el negocio La Mestizota, que actualmente tiene 12 empleados.
"Mi esposa es ahora la encargada de producción. Comenzamos vendiendo en tienditas y ahora distribuimos en unos 100 locales comerciales de Culiacán y unos 15 de Tijuana", dijo Fernando.