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"Narcocultura"

"Narco cultura: un mal arraigado"

"Sinaloa es la cuna de este desprestigiante término"
07/11/2015 08:35

    José Alfredo Zepeda

    "Hay datos en los archivos, de un hombre que es muy buscado, tiene precio su cabeza, en internet publicaron, más no le quitan el sueño, porque está bien arreglado...".
    Así lo dice la letra del narcocorrido "El carril número tres", interpretado por Los Cuates de Sinaloa, en su álbum "Puro sierreño bravo".
    Para Alfonso Orejel Soria, escritor ahomense, el asunto de la "Narcocultura" es de fondo y comenta que desde hace mucho tiempo, Sinaloa es la capital de este fenómeno.
    "La narcocultura tiene su ciudad sede o su centro principal de operaciones en Culiacán, cosa de la que muchos sinaloenses nos avergonzamos pero otra buena cantidad, una cantidad multitudinaria se ufana", aseguró.
    Para el escritor, ganador en 2008 del premio nacional de literatura "Gilberto Owen" la narcocultura es una cultura que se ha ido creando a partir del culto a toda la simbología, a la parafernalia, al comportamiento global asociado con el narcotráfico. 

    NARCO: "DOBLE CARA"
    Además de esto, según Orejel Soria, con sus bienes de consumo, con sus actividades, con sus negocios, con sus desplantes, como sus gestos, con sus más mínimas expresiones.
    "Siento también que la narcocultura es un fenómeno que está desgraciadamente bien arraigado en la sociedad y que va a ser difícil arrancar de raíz, porque si bien es cierto que tiene un lado sombrío, sangriento, escandaloso, espectacular y dramático, también es cierto que tiene un lado que a la sociedad le resulta beneficioso".
    El narcotráfico capitaliza negocios, financia empresas, mueve divisas, aumenta consumo de autos de lujo, de bienes inmuebles o la creación de nuevas empresas en centros comerciales importantes que se han estado fundando en el estado sinaloense, según el letrado."De alguna manera, incluso también en pueblos alejados, el narco eleva la calidad de la vida, ya que los narcotraficantes establecen nexos casi afectivos con las poblaciones que los protegen y los defienden", explicó.
    Esto porque son la única expresión del poder cercana con la que ellos tienen contacto, la cual les genera beneficios concretos e inmediatos.
    El autor de varios libros sobre temas diversos, indicó que por ello el narcotráfico tiene como esas dos facetas, la oscura, la escandalosa, la sangrienta, pero también está la cálida, generadora de empleo, incluso de respeto, de cierto prestigio en los círculos donde se mueve la gente. 

    PREOCUPACIÓN RECIENTE: 

    Para Orejel Soria, generalmente la narcocultura a nadie le había preocupado en todo el estado: "hace diez años se traficaba en Sinaloa y nadie decía nada, pero la irritación social ha sido por la forma más siniestra de manifestarse, las ejecuciones, los decapitados y ahora las víctimas hechas pozole".
    En su análisis, toda esta publicidad necrológica, fúnebre, está cargada de desplantes de poder, de jactancia, de virilidad, poses de fuerza que de alguna manera y generan en los ciudadanos temor. 

    DENUNCIAR: POCO CONFIABLE
    Lo que pasa es que también la denuncia no es confiable, tú no puedes denunciar una "narcotiendita" a un costado de tu casa por temor a que puedan tomar represalias contra tu familia, saben que están armados, que tienen poder y que las autoridades son poco confiables.
    "El sentido común te dice que nadie debe denunciar nada, porque tienen miedo, porque no tienes armas ni infraestructura para responder contra el narco, como le vamos a hacer", cuestionó.
    El autor comentó que si ves una camioneta Hummer de la que salen las puntas de los "cuernos de chivo", te callas, por el instinto de conservación, que sigue rigiendo en tu subconsciente y porque sabes que estamos en México, un país donde la corrupción, la componenda, la negociación y la impunidad siguen prevaleciendo. 

    FORMAR A LOS HIJOS 

    El ciudadano no es tanto que necesite denunciar, la tarea de los ciudadanos tiene que ver con la formación moral, espiritual, cultural del pueblo, de los hijos, de la gente que está alrededor, tiene que ver con todos los elementos disuasivos que impidan que los hijos o que uno mismo consuman drogas o cualquier tipo de sustancias.
    "Por allí tiene que ir el fenómeno para contrarrestar de manera inteligente el narcotráfico", abundó. 

    JÓVENES: CAMINO FÁCIL
    La sociedad ha generado un ambiente tan mórbido o tan perverso, que propicia que muchos jóvenes acepten con demasiada facilidad la tentación de convertirse en criminales a sueldo, jóvenes de 16 ó 17 años, de prepa quienes engrosan las filas de los narcotraficantes.
    "Esta promesa de una vida fácil es una tentación, porque estamos en un mundo donde no sólo los narcos son culpables, sino esa cultura del éxito inmediato, donde tú no vales nada si no tienes nada si no tienes fortuna, quién eres tú, eres un pobre diablo, pero tal vez ya no lo seas si traes una pistola fajada y con esa se la pones en la cara al que te levante la voz, ya eres alguien, ya no eres un pusilánime".
    Para el escritor, la respuesta está no en enfrentar violentamente a los narcotraficantes, sino en la educación, la cultura, el empleo, en desprestigiar inteligentemente la narcocultura, aunque reconoció que esto no será una tarea fácil.