"Narcopolítica/La lealtad del poder institucional"
CULIACÀN._ La lealtad es un valor con jerarquía en el código que rige la conducta de los narcotráficantes.
En la conquista del poder que ha concedido el Gobierno mexicano, los cárteles de la droga formaron sus propios políticos, sus propios candidatos, sus propios gobernantes, expone Anabel Hernández, periodista y escritora especializada en narcotráfico y política.
"La lealtad es importante. Una cosa es que tú me sirva a mí porque yo te soborno. Y otra cosa es que me debas a mí que estés ahí. Y me debes a mí tu carrera política. Ese es un compromiso mucho mayor, prácticamente ineludible", explica.
"Y me parece que es, por eso, por el control de las instituciones; pero por una lealtad, por tener la lealtad del poder, de esos que representan las instituciones".
Esta es una mañana de marzo poco común en Culiacán, las calles se inundan con las ráfagas de lluvia copiosa, pero la autora del libro "Los Señores del Narco" parece indiferente al exterior. Con la vista dirigida hacia el cristal de la ventana, medita las palabras que evoca sobre la narcopolítica.
Al abordar el tema "espinoso", su humor y sonrisa se desdibujan. Y con voz sonora, cita los casos que ha documentado, en 20 años de ejercicio periodístico, de esa relación que intentan ocultar, la de los narcos con los gobernantes y políticos.
De visita en Culiacán ayer, para disertar la conferencia "Las Cuentas de Peña", en el festejo del 12 aniversario del semanario Ríodoce, sostiene que la delincuencia organizada dio un paso más allá en los 90, cuando se dieron casos de unión con el Gobierno.
"Los grupos de la delincuencia organizada han tenido la visión para ir realmente construyendo su base política", manifiesta.
Cómo nace un narcopolítico
En 2006, cuando la ganadora del Premio Nacional de Periodismo en 2003 investigaba "Los Señores del Narco", un militante del Cártel del Golfo le reveló cómo influían en los procesos electorales.
"Una de estas personas, que era de la vieja guardia del Cártel, me empezó a platicar cómo el Cártel del Golfo tenía perfectamente organizado durante ya, de periodo a periodo, quiénes iban a ser los gobernadores. Ellos los elegían, ellos los formaban, ellos los cobijaban. En un principio, cuando Juan (Nepomuceno) Guerra, (considerado el fundador del Cártel del Golfo), era como el padrino, el patriarca realmente, la cara amable de la organización criminal, y eran los que patrocinaban a los gobernadores", evidencia.
"Y uno de esos gobernadores patrocinados por el Cártel del Golfo fue Tomás Yarrington... Viene el expediente que abre el Gobierno de Estados Unidos en su contra (y) lo acusan directamente (de) lo que yo había señalado en mi libro: de que había sido financiada su carrera política por el narcotráfico, desde que él había sido Alcalde de Reynosa, él se había prestado a dar protección a la organización criminal".
En Tamaulipas, el costo de la narcopolítica lo pagó la sociedad, señala Hernández.
"El caso de Tamaulipas es el caso más dramático de lo que una organización criminal ha podido hacer con el poder. Que es un control total del Estado, han logrado dinamitar totalmente el Estado con el paso del tiempo. No hay una institución confiable y creíble", describe.
"Los presidentes municipales son nada. A lo que ha llegado el narcotráfico es a anular completamente las instituciones, cuando el propio Gobernador, o el Diputado, o el Alcalde, es el que sirve al Cártel, pues la ciudadanía se queda sin autoridad, sin poder, sin contrapeso contra la organización criminal".
"Hoy tenemos a Tamaulipas totalmente incendiado, inservible", dice.
Y considera que en Michoacán sucede lo mismo.
...Y en Sinaloa
Hermanos, cuñados, compadres y socios, son los vínculos conocidos entre los narcos y los políticos sinaloenses.
En 2008, el priista Óscar Félix Ochoa reconoció que su cuñado era Javier Torres, "JT", miembro del Cártel de Sinaloa, entonces era Diputado local y hoy repite en la actual Legislatura. Tres de sus hermanos fueron detenidos por el Ejpercito con arma, drogas y dinero pero sólo uno de ellos cumplió sentencia.
Lo mismo sucedió con su compañera de bancada, la legisladora Sandra Lara Díaz, quien sufrió el asesinato de sus hermanos, Édgar Iván y Juan Carlos, y Óscar Beltrán Carrasco, después de un enfrentamiento con un grupo armado.
La semana pasada, Óscar Valdez López se unió a la lista, cuando La Marina detuvo a su hermano Roberto, "El Bonny", acusado por nexos con la delincuencia organizada.
"Jesús Vizcarra, ex candidato a la Gubernatura de Sinaloa, es un caso muy sensible y es un caso que yo sé que él mismo reconoció dentro de su equipo de campaña, después de que (el periódico) Reforma publicita más esta relación entre Vizcarra y 'El Mayo', (Ismael) Zambada, esta relación de compradazgo", cuenta la periodista.
"Él explicó a su equipo de campaña que sí tenía una relación. Que había conocido a 'El Mayo' Zambada, que lo había presuntamente ayudado en un secuestro, en un problema que había tenido con un hijo de Jesús Vizcarra, y que a partir de entonces, él estaba en deuda con él. Pero él decía, 'sólo es eso'", prosigue con el relato.
Cita que el coqueteo entre la mafia y la política nació en 1980, cuando el Cártel de Guadalajara era liderado por los sinaloenses Miguel Ángel Gallardo y Rafael Caro Quintero.
Sin embargo, la conexión se concretó cuando Carlos Salinas de Gortari era Presidente de la República.
"Como Raúl Salinas de Gortari tenía vínculos con Amado Carrillo Fuentes. Eso no es un mito, que haya habido impunidad eso no explica que no haya existido. Es decir, la narcopolítica al más alto nivel", refiere.
Políticos sin dudas
Para evitar la contaminación de la política, los diputados deben crear leyes que prohíban a los mexicanos, con vínculos dudosos, obtener una candidatura de elección popular.
"Ante la situación que se está viviendo en México, desde hace más ya de 12 años de violencia, de crimen organizado, me parece que la garantía de tener a un Diputado, un Senador o un gobernante, sin la menor duda de que no está vinculado al narcotráfico, es mucho más importante porque tiene qué ver con las vidas humanas, no sólo de una persona, de toda una sociedad", argumenta.
"Los miembros de todos los partidos políticos tienen algún familiar narco. No estarían ahí si hubiera una legislación así... El IFE (actualmente Instituto Nacional Electoral) no tiene la capacidad para investigar qué tantas de estas campañas, desde la presidencial hasta la de gobernadores, presidentes municipales, senadores y diputados locales, están financiadas por el narcotráfico", critica la periodista que persigue los pasos de los narcos y los políticos.
A lo que ha llegado el narcotráfico es a anular completamente las instituciones, cuando el propio Gobernador, o el Diputado, o el Alcalde, es el que sirve al Cártel, pues la ciudadanía se queda sin autoridad, sin poder, sin contrapeso contra la organización criminal".