"Niño malcriado, niño tirano"
Niños mimados y malcriados, ese es el tema de hoy. Todo el mundo habla de esos niños odiosos, pero quién sabe dónde estén los papás que todos dicen que sus niños no son así.
Todo quieren, por todo lloran, hacen un desastre y no son capaces de recogerlo, nada es suficiente, piden las cosas de mala manera. En resumen, parece que el mundo fue creado sólo para servirlos.
¿De qué cosas se pierde un niño tirano?
De la gratificación lenta: La idea de que tras un buen tiempo de esfuerzo puedes lograr metas y que así sabe tan bien el trabajo, sentirse orgullosos de sus logros.
De entender los límites: Un niño echado a perder empuja los límites y casi siempre a bordes peligrosos y desastrosos. Ahorita quizá no pase a mayores, pero si no aprenden a respetarlos, en un futuro sí les causará problemas.
De una vida social sana: Nadie quiere jugar con un niño así, los dejan de invitar a las casas y fiestas, ya sea porque los mismos niños no quieren estar con él o porque los papás de éstos no están dispuestos a lidiarlo al ver que sus propios padres no pueden contenelo.
De la empatía: Un niño debería de ser capaz de entender los sentimientos de los demás, pero ellos están tan ensimismados que les es imposible, hasta indeseable, ponerse en el lugar de otro.
De tranquilizarse solos: Cuando se tiene un niño mimado le niegas la oportunidad de que aprenda a tranquilizarse solo, ya que le das todo en el momento, para evitarle la mínima frustración.
¿Te gustaría tener en casa un niño malcriado, con aires de tirano? Es fácil. Sigue estos sencillos pasos que a continuación se enumeran, te garantizan el éxito en malcriar a tus niños. ¡Buena suerte!
* Con información de Wittimum.com
Formar a un malcriado
Estos son seis pasos
para malcriar a tu hijo:
Paso 1
Dale todo lo que pida porque, pobrecito, no lo vayas a frustrar. Y, por favor, apresúrate en hacerlo. Procura que no tenga las mismas carencias que tú. Nunca le digas que no, el niño debe de intentar todo y todo se lo merece sólo por existir.
Paso 2
Ofrécele amenazas vacías. Si ves que se porta mal dile que lo vas a castigar, pero no lo hagas, o has como que sí y luego, luego levántale el castigo porque nadie aprende con disciplina. Al cabo ya no te toma en serio y seguirá con su mala conducta.
Paso 3
Cambia las reglas y sus consecuencias. De todos modos, como ya no te toma en serio no sirven de mucho. Si no quiere comer lo que hiciste para cenar, dale un chocolate. Otro día quizá te puedas poner más enérgica, cuando tengas ganas, no es relevante.
Paso 4
Procura que nunca se desilusionen. ¡No se vale fallar, pobres! No importa que no haya ganado esa competencia, merece una medalla. Si el entrenador no quiere meterlo a jugar porque no es bueno (claramente el entrenador está equivocado), exígele que lo haga. Evítale la desilusión a toda costa. Habla con sus maestros y diles que no hicieron la tarea por tu culpa, pueden crecer traumados si reprueban la materia.
Paso 5
Regálales muchas cosas. Esa casa nueva que salió de la Barbie, aunque ya tenga otras cinco, esa no la tiene y la necesita para ser feliz. El jueguito de Play Station que va a salir en abril, ve a separarlo de una vez para darle una sorpresa. Tu niño necesita de todo eso para sentirse completo, amado y feliz.
Paso 6
Sobórnalos, siempre funciona. Al menos la primera vez. Por cada cosa buena que hagan dales un premio. Si quieres que mejoren en la escuela también los puedes sobornar con regalos. Recuerda que no es su responsabilidad ni estudiar, ni recoger la casa.
Paso 7
Tu niño no tiene por qué dar las gracias cuando los demás solo están haciendo su trabajo. Ni a ti, tu trabajo es estar para él y procurar que tenga comida y techo y juguetes y educación y ropa y esos tenis de 150 dólares.
Paso 8
Todos saben que los niños deben de ser respetados igual que un adulto. Si tu niño te interrumpe cuando estás trabajando, al teléfono o hablando con alguien, presta atención. Recuerda que sus asuntos tienen igual de importancia que los tuyos, siempre.
Paso 9
La democracia se vive en casa. Las opiniones y reglas que se apliquen a los hijos deben de tener la misma importancia que las de los padres. Para establecer cada regla, se debe de someter a una votación. Ellos deben elegir también.