"No pasa nada... 'Aquí no hay muerto...'"

"Uno de los familiares de las víctimas narra lo que se vivió en el lugar donde fallecen cuatro civiles y dos militares"
06/11/2015 07:28

    Ni el olor de la pólvora quedó en el ambiente, fueron 12 horas de oscuridad, de penumbras que se convirtieron en amargura, en llanto de poblados enteros en la zona serrana de Badiraguato, pues cuatro jóvenes fueron masacrados.
    Poco antes de las 21:00 horas del miércoles, nueve jóvenes salieron del Potrero de los Medina a bordo de un Hummer y una Lobo, todos con destino a la comunidad de Guanajuato, Badiraguato.
    Los primeros minutos de trayecto, sin novedades.
    Edén Medina López conducía la Lobo en compañía de otras cuatro personas y en la Hummer viajaban Zenón Medina López; Leonardo Medina, "Nayón"; Édgar Geovanni Araujo Alarcón; Manuel Medina Araujo; Wilfrido Madrid Medina y Miguel Medina Medina.
    "Nosotros veníamos en la camioneta Lobo más adelante, agarramos camino a dejar unos compañeros del Potrero de los Medina a Guanajuato y para después regresarnos, pasamos por el lugar (donde ocurrieron los hechos) y después no supe más de mi hermano (Zenón)", señaló Edén Medina.
    Al buscar el rumbo de regreso se topó con la desgracia. El primer pensamiento que se le vino a la mente a Edén fue de que había ocurrido un choque, tras ver a un comando parado frente a ellos y la camioneta en donde transitaba su hermano.
    "Cuando yo me regresé me encontré al convoy de guachos que venían hacia mí y me dijeron que no nos arrimáramos y yo le dije que de qué se trataba; 'no pasa nada', me dijo el solado.
    "Le dije que era mi hermano y que necesitaba saber qué es lo que estaba pasando con él y me dijo de nuevo que estaba bien. Le dije que algunas personas nos habían informado de que había habido balazos. 'No hubo balazos', me respondió.. 'aquí no hay muerto no hay heridos, tranquilícense
    "Cuando nos juntamos algunas personas, dijimos vamos a ver qué es lo que está pasando y rápido salió un militar, agarró el rifle y lo cerrojó y dijo que si se arrimaban los iba acribillar y le hablamos al jefe de grupo".
    Cerca de la 1:00 de la madrugada la duda quedó afirmada cuando observó los balazos incrustados en la camioneta en donde viajaba su hermano en compañía de cinco personas más, en ese momento comprendió que sí existía de qué preocuparse y no se equivocó.