"'No quería que mi hijo fuera boxeador': Juan Carlos 'El Zurdo' Sánchez"
Deyanira Guzmán
Nunca imaginó que lo que inició como una aventura en la ciudad de Tijuana se convirtiera en el orgullo de su familia y sobretodo que le diera la satisfacción de haber representado a México y que su hijo tomara el mismo camino.
Juan Carlos "El Zurdo" Sánchez Bojórquez se fue en busca de nuevas oportunidades de supervivencia a la ciudad fronteriza con Estados Unidos, un amigo lo animó para que practicara el box y aunque a él no le gustaba decidió hacerlo por gusto.
El excampeón confesó que su deseo por ser alguien en la vida y de ganar más dinero lo impulsaron para incursionar en el mundo de los cuadriláteros, ya que se percató que era una profesión muy bien pagada.
"A mi no me gustaba el box, un amigo me puso los guantes un día, me acuerdo que me dijo como tirar golpes, pero yo no me sentía bien, él me dejó el gimnasio entonces yo cambié la guardia a zurdo y me sentí agusto, cuando él vuelve me dice quítate los guantes y vete si no vas hacer lo que te digo", comentó.
Después de una infancia muy difícil y de vivir en un carro abandonado, Juan Carlos "El Zurdo" Sánchez empezó a pelear en categoría amateur, pero fue un 14 de diciembre de 1990 a los 19 años cuando incursionó en el box profesional y obtuvo su primer triunfo por nocaut en contra de Ricardo Cortez en el tercer round.
Cuando regresó a Los Mochis buscó un manager que lo apoyara e inició su carrera que le dio 4 campeonatos nacionales y el reconocimiento de toda la gente que lo conoció en Los Mochis.
"Me acuerdo que un manager me dijo que yo no iba a servir, yo entrenaba de lunes a domingo en la noche desde las 22:00 horas hasta las 03:00 de la mañana me iba a correr y ese era mi entrenamiento".
"Yo ya no quería ser boxeador y una día tenía a mi hijo Juan Carlos de 9 meses de edad muy enfermo y llegaron y me ofrecieron una pelea, como no tenía dinero la acepte, eso fue un lunes y la pelea fue el viernes y ahí me quitaron lo invicto porque no tenía buena preparación", resaltó.
Con más de 40 peleas "El Zurdo" Sánchez se retiró un 16 de abril de 1996 y le dio paso a las nuevas generaciones que surgieron de su familia.
Nace un nuevo ídolo
Juan Carlos "El Zurdito" Sánchez Terrones peleó por primera vez como profesional el 19 de diciembre del 2008, pese a las recomendaciones de su padre, quien no quería que su hijo siguiera sus pasos por lo difícil de esta carrera.
"Mi papá no me quería entrenar, todos lo años llegaba con mi boleta con calificación de 9.8 y se la enseñaba y le decía este año si me vas a entrenar, cuando cumplí 16 le dije o me entrenas tú o me busco otro manager y fue así como lo convencí", indicó.
Para el púgil no ha sido fácil tener al maestro en casa, ya que son mayores las exigencias de entrenamientos y sobretodo de llevar una dieta tranquila y balanceada para cuidar su carrera.
"Tuve una infancia muy bonita con mi papá, él siempre estuvo con nosotros y nos dio lo mejor, ahora yo tengo el compromiso de superarlo en sus triunfos y voy a luchar por ello", señaló.
Juan Carlos combina el boxeo con el futbol donde también ha tenido grandes logros como representar a Sinaloa en campeonatos nacionales e incluso tuvo la oportunidad de jugar en equipos profesionales de primera división.
"Yo quería que mi hijo jugara en primera división, pero si este es el camino que él escogió ahora me debe demostrar que es mejor que yo", resaltó.
Con apenas tres peleas como profesional, Juan Carlos " El Zurdito" Sánchez se comprometió a seguir con los triunfos de su padre, para demostrarle que fue una decisión correcta dedicarse a este deporte.
'No me queda más que apoyarlo'
Norma Terrones Terrones esposa y madre de los púgiles, aseguró que no es fácil vivir con una persona que se dedica al boxeo; sin embargo, ha estado dispuesta ayudalros y apoyarlos en sus decisiones.
"Cuando mi marido se subía a l ring temblaba y ahora con mi hijo es peor tiemblo el doble y lloro el doble, pero ni modo ahora sólo tengo que apoyarlo y de igual manera exigirle para que llegue a donde esperamos todos", aseguró.