"Ofrece la cura para casi todo Jesús Medina Ochoa"
CULIACÀN._ A la única enfermedad que Jesús Medina Ochoa no le "mete mano" es al sida. Pero de las demás, la que le pongan cura.
Instalado sobre el adoquín del parque Revolución, en esquina del bulevar Gabriel Leyva y Ruperto L. Paliza, Medina, como dice que lo conocen, ofrece la cura para casi todo...
Con 25 años de experiencia, Medina asegura curar y desaparecer una diabetes de cinco años para atrás, sin medicamento ni insulina de doctores, más que los preparados con sus hierbas.
La historia de su vida se remonta un cuarto de siglo atrás, cuando en su oficio de maderero allá en el monte se encontró con la persona que le transmitiría sus conocimientos milenarios.
"Me encontré a un viejito curandero de 125 años y ese me regaló un librito de cómo se puede hacer caminar a una persona tullida de 'riuma'", recuerda.
Medina habla sobre su arte entre puñados de hierbas y cortezas de árbol que descansan sobre el adoquín del parque Revolución, en el que hay brebajes en envases de refrescos y el catálogo de enfermedades de las que ofrece cura.
"La única enfermedad a la que yo no le pongo mano es al sida", enfatiza.
"De ahí pa' delante, yo me encargo pa'l cáncer que se le acaba de detectar a la persona", comentó.
Con 72 años a cuestas y una cabellera que se adivina abundante bajo el sombrero, Jesús dice devolver la mata de pelos al de cráneo liso.
A la esquina de la herbolaria, presume, lo visitan personas que vienen recomendadas desde Los Ángeles y San Francisco, California.
Originario de Jesús María, Medina asegura que todos los días va y viene de su rancho, y todas las medicinas preparadas vienen de allá.
Con una herbolaria diezmada, dice ya sólo manejar alrededor de 15 ó 20 plantas medicinales de las 150 que manejaba en el pasado.
Hierbas o cortezas de árboles con nombres ancestrales y de geografía rural, se muestran en estantería de polietileno: huereque y copalquín, brasil y palo de mauto, copal y cardón de viejito, entre otros que ofrecen la cura a los desahuciados.
"Aquí estoy, gracias a Dios", dice, "y no he salido mal con 'naiden'...".
"La única enfermedad a la que yo no le pongo mano es al sida".
Jesús Medina Ochoa
Curandero