"Olvidan a muertos célebres"
MAZATLÁN._Después de haber trascendido en vida hoy están en el olvido.
El estado de las tumbas de algunos personajes demuestra que el legado que heredaron por haber aportado algo a la ciudad y que los mantiene en algún libro de historia se ha perdido con el paso de los años.
En las lápidas que se construyeron para hombres y mujeres como Ángela Peralta, Germán Évers, Juan Nepomuceno Machado, Hilario Rodríguez Malpica y Manuel Bonilla abunda la suciedad, daños materiales y floreros cubiertos de lama.
Están entre los matorrales que se forman por falta de mantenimiento. De acuerdo con el portal de transparencia, el Municipio destina apenas 5 mil 663.60 pesos para conservar los cuatro cementerios que tiene bajo su custodia, esto es, poco más de 67 mil pesos al año.
Incluso, es el rubro que destaca en Servicios Generales por registrar la partida más baja. Por eso prefieren esperar una fecha especial como la de hoy para pintarlos, cortar las ramas y dejarlos listos para que las familias acudan a limpiar las tumbas de sus familiares que están allí enterrados.
Pero a las de los personajes ilustres nadie llega. Lo único que permanece es lo que se escribió sobre ellos y edificios que llevan su nombre.
Después, nada.
Germán Évers De origen alemán llegó a Mazatlán en 1884. Fue socio fundador de la Cervecería del Pacífico. Antes de su muerte en 1930, encargó la tumba de marmol donde fue enterrado. Su cripta se encuentra al fondo de la entrada principal del panteón Ángela Peralta.
Hilario Rodríguez Malpica
Se unió a las fuerzas de Álvaro Obregón, quien lo ascendió a Capitán del Tampico. Victoriano Huerta envió buques a combatirlo. Ante la inminente derrota hunde su barco y se suicida colocándose su pistola en la boca ese mismo día, en 1914.
Juan Nepomuceno Machado
De origen filipino. Hizo su fortuna en el comercio y la minería. Se dice que era paseado por la ciudad en un palanquín, cargado por cuatro esclavo. Fue uno de los principales promotores de la Plazuela Machado.
Juan Soler Mercader
Pionero de la Escuela Náutica de Mazatlán; fue capitán de puerto, director y profesor de esa institución. Su tumba es está en el panteón número 2, a la entrada del lugar. Varios de los accesorios de cobre que colocaron a su muerte han desaparecido.
Manuel Bonilla
Fue Gobernador interino de Sinaloa en 1911. También participó como Secretario de Comunicaciones en el Gobierno de Francisco I. Madero. Donó su biblioteca personal que hoy permanece en un espacio que lleva su nombre en la Plazuela de los Leones.
Ángela Peralta de Montiel
El Ruiseñor Mexicano murió el 30 de agosto de 1883 y desde entonces su lápida vacía permanece en el Panteón número que lleva su nombre. Sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.
