"Peregrino hasta la eternidad"
CULIACÁN._Así en la vida como en la muerte, Juan Pablo II nunca dejará de viajar, eterno Peregrino de la Paz, primero como Papa en sus 104 viajes en los que visitó 133 países, y ahora como beato que a través de sus reliquias lleva el mensaje de la concordia a naciones y corazones.
El relicario con una muestra de su sangre, especie de ampolleta en forma de olivo, fue mostrado por primera vez urbi et orbi durante la ceremonia de beatificación que encabezó el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro, el 1 de mayo de 2011, y hoy está en Culiacán para ser venerado, junto con ornamentos que utilizó durante su primera visita a México.
Unos meses después de ser investido como Sumo Pontífice, Karol Wojtyla inició en enero de 1979 su peregrinar por el mundo con un viaje en el que primero visitó República Dominicana, la tierra donde comenzó la evangelización en América, y de ahí se trasladó a México para comenzar una relación de fidelidad que ahora refrenda al ser el primer país que recorren sus reliquias.
¡México siempre fiel!
La llegada de Juan Pablo II por primera vez al País es memorable porque, en un gesto que fue interpretado como amor y humildad, al descender del avión en la Ciudad de México, el sábado 26 de enero a las 13:00 horas, se arrodilló y besó la tierra de la Virgen del Tepeyac y del ahora San Juan Diego.
Durante su estancia de una semana, el Santo Padre encabezó ceremonias en la Basílica de Guadalupe, a donde se trasladó en el Papamóvil en un recorrido durante el cual saludó a cientos de miles de fieles y recibió sus muestras de devoción.
También visitó Puebla, donde participó en la celebración de la Segunda Conferencia Episcopal Latinoamérica; así como las ciudades de Guadalajara y Monterrey.
En esa primera visita a México, el Papa manifestó en su homilía ante la Virgen de Guadalupe, a la que llamó Reina de la Paz, conceptos de conciliación y esperanza que serían característicos de su insistente mensaje durante los 25 años de pontificado:
"Haz que todos, gobernantes y súbditos, aprendan a vivir en paz, se eduquen para la paz, hagan cuanto exige la justicia y el respeto de los derechos de todo hombre, para que se consolide la paz".
Durante el primero de los cinco viajes a tierras mexicanas, Juan Pablo II expresó la frase que sellaría su relación con el pueblo guadalupano: "¡México siempre fiel!".
Frase muy festejada y acuñada con cariño por los mexicanos, a las que le siguieron expresiones en las que Su Santidad mostraba su ingenio y buen humor:
"Se ve que el Papa debe volver a la universidad para aprender español"; "México sabe bailar pero también sabe rezar y más que todo gritar"; "Me voy pero no me voy".
Y se fue el 1 de febrero pero regresó 11 años después, en mayo de 1990 con motivo de la beatificación de Juan Diego; y pasarían sólo tres años para que retornara en su tercera visita, en agosto de 1993, ocasión en la que llevó su mensaje de paz a Mérida.
Mensajero de la paz
México fue uno los países más visitados por el sucesor de San Pedro, quien volvió por cuarta vez en enero de 1999 y en su quinta y última instancia, en agosto de 2002, estrechó su relación de fidelidad al canonizar a Juan Diego.
Juan Pablo II le suplicó al hoy santo del Tepeyac:
"Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico.
"Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los desvelos de los padres por educar cristianamente a sus hijos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia.
"Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz".
Viajes de transformación
Desde la primera hasta la última visita en vida a México, son notorios y coincidentes en sus homilías los exhortos a gobernantes y súbditos a que participen en la consolidación de la justicia y la paz.
Durante los casi 23 años que transcurrieron entre el primero y el último viaje a México, Juan Pablo II y este País se transformaron en lo individual y en su interrelación.
El 26 de enero de 1979 los mexicanos conocieron a un Karol Wojtyla vigoroso, que a sus 59 años contaba con la fortaleza y agilidad para ponerse de hinojos después de bajar por la escalinata del avión, cualidades por las que también fue llamado "Atleta de Dios".
En agosto de 2002, los fieles de México se condolieron con admiración y respeto al ver a un Papa menguado físicamente por el Parkinson y los años, pero que mantuvo su fortaleza espiritual hasta el día de su muerte, el 2 de abril de 2005, porque en imitación del Hijo de Dios y según sus propias palabras: "Cristo no se bajó de su cruz. Tampoco yo lo haré".
Origen de la reliquia
Horas antes de su fallecimiento y previendo que el Santo Padre necesitara una transfusión, le fueron extraídas cuatro ampolletas de sangre.
Una de las ampolletas fue depositada en el Centro Hemotransfusional del Hospital Niño Jesús, en Roma; dos fueron entregadas a Stanislao Dziwizs, secretario particular de Juan Pablo, y después donadas para su veneración en un santuario de Cracovia, Polonia; y una más confiada al sagrario de la Basílica de San Pedro y dedicada a la veneración de los fieles en su recorrido por el mundo, reliquia que está hoy en Culiacán.
"Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre".
PAPADO
Una cronología de papado del Beato Juan Pablo II
16 DE OCTUBRE DE 1978
El Cardenal de Cracovia Karol Wojtyla es elegido Papa, con lo que se convierte en el primer Pontífice no italiano en 455 años.
2 DE JUNIO DE 1979
Vuelve a su tierra, Polonia, gobernada por el comunismo, un viaje considerado un factor clave para el surgimiento del movimiento Solidaridad.
26 DE ENERO DE 1979
Realiza su primer viaje como Papa, en el que visita México.
13 DE MAYO DE 1981
Sufre un disparo del turco Mehmet Ali Agca en la plaza de San Pedro. Una operación logra salvarle la vida.
1 DE DICIEMBRE DE 1989
El líder soviético Mijail Gorbachov visita el Vaticano e invita a Juan Pablo II a viajar a la Unión Soviética, propuesta que no se concreta por la oposición de la poderosa Iglesia ortodoxa rusa.
21 DE ABRIL DE 1990
Viaja a Checoslovaquia para alabar la caída del comunismo con el presidente Vaclav Havel.
MAYO DE 1990
Segunda visita del Papa a México.
21 DE SEPTIEMBRE DE 1992
Se restablecen las relaciones entre México y el Vaticano.
31 DE OCTUBRE DE 1992
Tras 359 años, el Papa rehabilita a Galileo, al que la Iglesia condenó por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol.
AGOSTO DE 1993
Tercera visita papal a México.
28 DE DICIEMBRE DE 1993
El Vaticano e Israel establecen lazos diplomáticos plenos, tras casi 2 mil años de hostilidad entre cristianos y judíos.
31 DE OCTUBRE DE 1997
El Papa afirma que los cristianos se equivocaron durante el Holocausto.
13 DE MARZO DE 2000
Pide perdón por los pecados de la Iglesia contra judíos, herejes, mujeres y minorías.
20 DE MARZO DE 2000
Visita Tierra Santa y pide la paz entre israelíes y palestinos.
22 DE NOVIEMBRE DE 2001
Se disculpa por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos.
AGOSTO DE 2002
Quinta y última visita a México.
2 DE ABRIL DE 2005
Muere Juan Pablo II.
8 DE ABRIL DE 2005
Su funeral se convierte en un acontecimiento mediático mundial.
1 DE MAYO DE 2011
Juan Pablo II es beatificado en una ceremonia en la Plaza de San Pedro.
Con información tomada de Reuters