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"RELIQUIAS DEL PAPA VIAJERO"

"Peregrino hasta la eternidad"

"El mensaje de paz que lo caracterizara como Papa en sus viajes, se perpetúa con el recorrido de las reliquias del Beato Juan Pablo II, cuya sangre y ornamentos estarán hoy en Culiacán"
09/11/2015 13:31

    CULIACÁN._Así en la vida como en la muerte, Juan Pablo II nun­ca dejará de viajar, eterno Peregrino de la Paz, primero como Papa en sus 104 viajes en los que visitó 133 países, y ahora como beato que a través de sus reliquias lleva el mensaje de la concordia a naciones y corazones.
    El relicario con una mues­tra de su sangre, especie de ampolleta en forma de olivo, fue mostrado por primera vez urbi et orbi durante la cere­monia de beatificación que encabezó el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro, el 1 de mayo de 2011, y hoy está en Culiacán para ser venera­do, junto con ornamentos que utilizó durante su primera vi­sita a México.
    Unos meses después de ser investido como Sumo Pontí­fice, Karol Wojtyla inició en enero de 1979 su peregrinar por el mundo con un viaje en el que primero visitó Repúbli­ca Dominicana, la tierra don­de comenzó la evangelización en América, y de ahí se tras­ladó a México para comen­zar una relación de fidelidad que ahora refrenda al ser el primer país que recorren sus reliquias.
    ¡México siempre fiel!
    La llegada de Juan Pablo II por primera vez al País es memorable porque, en un gesto que fue interpretado como amor y humildad, al descender del avión en la Ciudad de México, el sábado 26 de enero a las 13:00 horas, se arrodilló y besó la tierra de la Virgen del Tepeyac y del ahora San Juan Diego.
    Durante su estancia de una semana, el Santo Padre encabezó ceremonias en la Basílica de Guadalupe, a donde se trasladó en el Pa­pamóvil en un recorrido du­rante el cual saludó a cientos de miles de fieles y recibió sus muestras de devoción.
    También visitó Puebla, donde participó en la celebra­ción de la Segunda Conferen­cia Episcopal Latinoamérica; así como las ciudades de Gua­dalajara y Monterrey.
    En esa primera visita a México, el Papa manifestó en su homilía ante la Virgen de Guadalupe, a la que llamó Reina de la Paz, conceptos de conciliación y esperanza que serían característicos de su insistente mensaje duran­te los 25 años de pontificado:
    "Haz que todos, gober­nantes y súbditos, aprendan a vivir en paz, se eduquen pa­ra la paz, hagan cuanto exige la justicia y el respeto de los derechos de todo hombre, para que se consolide la paz".
    Durante el primero de los cinco viajes a tierras mexica­nas, Juan Pablo II expresó la frase que sellaría su relación con el pueblo guadalupano: "¡México siempre fiel!".
    Frase muy festejada y acuñada con cariño por los mexicanos, a las que le si­guieron expresiones en las que Su Santidad mostraba su ingenio y buen humor:
    "Se ve que el Papa debe volver a la universidad para aprender español"; "México sabe bailar pero también sabe rezar y más que todo gritar"; "Me voy pero no me voy".
    Y se fue el 1 de febrero pe­ro regresó 11 años después, en mayo de 1990 con motivo de la beatificación de Juan Diego; y pasarían sólo tres años para que retornara en su tercera visita, en agosto de 1993, ocasión en la que llevó su mensaje de paz a Mérida.
    Mensajero de la paz


    México fue uno los países más visitados por el sucesor de San Pedro, quien volvió por cuarta vez en enero de 1999 y en su quinta y última instancia, en agosto de 2002, estrechó su relación de fideli­dad al canonizar a Juan Diego.

    Juan Pablo II le suplicó al hoy santo del Tepeyac:
    "Dichoso Juan Diego, hom­bre fiel y verdadero! Te enco­mendamos a nuestros herma­nos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico.
    "Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los des­velos de los padres por edu­car cristianamente a sus hi­jos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia.
    "Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dig­nidad de cada hombre, para que así se consolide la paz".
    Viajes de transformación
    Desde la primera hasta la última visita en vida a México, son notorios y co­incidentes en sus homilías los exhortos a gobernantes y súbditos a que participen en la consolidación de la justicia y la paz.
    Durante los casi 23 años que transcurrieron entre el primero y el último viaje a México, Juan Pablo II y este País se transformaron en lo in­dividual y en su interrelación.
    El 26 de enero de 1979 los mexicanos conocieron a un Karol Wojtyla vigoroso, que a sus 59 años contaba con la fortaleza y agilidad para po­nerse de hinojos después de bajar por la escalinata del avión, cualidades por las que también fue llamado "Atleta de Dios".
    En agosto de 2002, los fie­les de México se condolieron con admiración y respeto al ver a un Papa menguado fí­sicamente por el Parkinson y los años, pero que mantuvo su fortaleza espiritual has­ta el día de su muerte, el 2 de abril de 2005, porque en imitación del Hijo de Dios y según sus propias palabras: "Cristo no se bajó de su cruz. Tampoco yo lo haré".
    Origen de la reliquia
    Horas antes de su falleci­miento y previendo que el Santo Padre necesitara una transfusión, le fueron extraídas cuatro ampolletas de sangre.
    Una de las ampolletas fue depositada en el Cen­tro Hemotransfusional del Hospital Niño Jesús, en Ro­ma; dos fueron entregadas a Stanislao Dziwizs, secre­tario particular de Juan Pablo, y después donadas para su veneración en un santuario de Cracovia, Po­lonia; y una más confiada al sagrario de la Basílica de San Pedro y dedicada a la veneración de los fieles en su recorrido por el mundo, reliquia que está hoy en Cu­liacán.


    "Que todos, gober­nantes y súbditos, actúen siempre se­gún las exigencias de la justicia y el res­peto de la dignidad de cada hombre".



    PAPADO
    Una cronología de papado del Beato Juan Pablo II

    16 DE OCTUBRE DE 1978
    El Cardenal de Cracovia Ka­rol Wojtyla es elegido Papa, con lo que se convierte en el primer Pontífice no italiano en 455 años.
    2 DE JUNIO DE 1979
    Vuelve a su tierra, Polonia, gobernada por el comu­nismo, un viaje considera­do un factor clave para el surgimiento del movimiento Solidaridad.
    26 DE ENERO DE 1979
    Realiza su primer viaje como Papa, en el que visita México.
    13 DE MAYO DE 1981
    Sufre un disparo del turco Mehmet Ali Agca en la plaza de San Pedro. Una opera­ción logra salvarle la vida.
    1 DE DICIEMBRE DE 1989
    El líder soviético Mijail Gor­bachov visita el Vaticano e invita a Juan Pablo II a viajar a la Unión Soviética, pro­puesta que no se concreta por la oposición de la pode­rosa Iglesia ortodoxa rusa.
    21 DE ABRIL DE 1990
    Viaja a Checoslovaquia para alabar la caída del comunis­mo con el presidente Vaclav Havel.
    MAYO DE 1990
    Segunda visita del Papa a México.
    21 DE SEPTIEMBRE DE 1992
    Se restablecen las relaciones entre México y el Vaticano.
    31 DE OCTUBRE DE 1992
    Tras 359 años, el Papa rehabilita a Galileo, al que la Iglesia condenó por decir que la Tierra giraba alrede­dor del Sol.
    AGOSTO DE 1993
    Tercera visita papal a México.
    28 DE DICIEMBRE DE 1993
    El Vaticano e Israel esta­blecen lazos diplomáticos plenos, tras casi 2 mil años de hostilidad entre cristia­nos y judíos.
    31 DE OCTUBRE DE 1997
    El Papa afirma que los cristianos se equivocaron durante el Holocausto.
    13 DE MARZO DE 2000
    Pide perdón por los pe­cados de la Iglesia contra judíos, herejes, mujeres y minorías.
    20 DE MARZO DE 2000
    Visita Tierra Santa y pide la paz entre israelíes y pales­tinos.
    22 DE NOVIEMBRE DE 2001
    Se disculpa por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos.
    AGOSTO DE 2002
    Quinta y última visita a México.
    2 DE ABRIL DE 2005
    Muere Juan Pablo II.
    8 DE ABRIL DE 2005
    Su funeral se convierte en un acontecimiento mediáti­co mundial.
    1 DE MAYO DE 2011
    Juan Pablo II es beatifica­do en una ceremonia en la Plaza de San Pedro.
    Con información tomada de Reuters