"Preocupa conectividad Mazatlán-Villa Unión"
MAZATLÁN._ La conectividad entre el recinto portuario y la salida sur de la ciudad parece una carrera de obstáculos: Lo que será el nodo hacia la carretera Mazatlán-Durango presenta condiciones adversas para una rápida y segura movilidad.
La movilidad entre Mazatlán y la Sindicatura de Villa Unión es clave ante la inminente apertura de la autopista a Durango, la cual integrará a la región sur de Sinaloa con el Corredor Económico del Norte, que unirá los mercados de Asia y Estados Unidos.
El trayecto entre el recinto portuario de Mazatlán y la supercarretera Mazatlán-Durango es precisamente este corredor, que comprende las avenidas Emilio Barragán y Gabriel Leyva y la carretera México 15.
Falta de señalización, contaminación visual, degradación de la imagen urbana, falta de cultura vial, uso de suelos incompatibles y avenidas saturadas son los focos rojos que deCarreteratectó Noroeste en un recorrido de observación.
Un diagnóstico del Implan en 2010 reflejó la expansión urbana sin control en la zona, "trayendo como consecuencia usos de suelo incompatibles y degradación de la imagen urbana mientras que en la parte noreste se ha generado inseguridad e incertidumbre mobiliaria debido a la existencia de zonas urbanas irregulares como Urías, La Sirena, El Castillo y Santa Fe, las cuales se formaron y siguen expandiéndose carentes de planeación".
Desde entonces, la única obra importante en esta vialidad ha sido la ampliación a cuatro carriles del puente de Villa Unión.
Para corroborar las condiciones del corredor urbano logístico, que será el intermedio entre los flujos de mercancía y la supercarretera, Noroeste realizó un recorrido de observación, donde se detectaron algunos focos rojos: falta de señalización, contaminación visual, degradación de la imagen urbana, uso de suelos incompatibles y avenidas saturadas.
Algunos obstáculos que podrían impedir a Mazatlán ser un nodo eficiente del Corredor Económico Interoceánico
del Norte.
