"Presa Picachos: Cambio de pueblos"
MAZATLÁN.- El 2009 marcó la pauta para que habitantes de los pueblos de San Marcos, Puerta de San Marcos, El Placer, Copales, Casas Viejas y Las Iguanas defendieron con uñas y dientes sus derechos y sus viviendas ante la construcción de la Presa Picachos.
El 13 de julio y 21 de julio son las fechas que llevarán marcadas el resto de sus vidas: el día del desalojo violento, en el que se usaron gases lacrimógenos y el día que empezaron a inundarse los primeros pueblos.
Pero el movimiento por la defensa a sus derechos y terrenos inició el 5 de enero, cuando se plantaron en las inmediaciones de la obra del túnel de desvío para evitar que lo cerraran y exigir al Gobierno el cumplimiento de los compromisos firmados.
Los días pasaron, llegó febrero pero no la solución, por lo que aproximadamente 200 comuneros de los pueblos afectados realizaron una marcha a Culiacán a bordo de sus vehículos, ahí permanecieron dos días.
Creció la inconformidad y la zozobra ante el rumor de que se cerraría el túnel de desvío, esto hizo que los comuneros bloquearan durante cuatro días la Avenida Camarón-Sábalo, frente a las oficinas del Fideicomiso Hidráulico de Sinaloa, Fihsin.
Los meses siguientes fueron de estira y afloja, de promesas incumplidas porque se había anunciado que los pueblos quedarían listos primero en marzo, después en mayo, pero los pueblos no quedaron listos en ninguna de las fechas prometidas.
A pesar de ello, la obra de la presa avanzó y fue necesario cerrar el túnel que desviaba el agua hacia el Río Presidio para empezar a llenar el vaso del embalse, pero el plantón de comuneros lo impedía.
El 13 de julio, una semana y un día después de las elecciones, alrededor de las 10:00 horas, un gran número de elementos de la Policía Estatal Preventiva, comandados por Fortino Bórquez, subsecretario de Seguridad Pública, llegó al plantón para invitar a los manifestante a que se retiraran de lugar. No hubo respuesta positiva.
A las 17:00 horas del mismo día, llegaron al lugar más agentes, ahora con equipo antimotines, y reforzados con la presencia de la Policía Federal Preventiva, listos para desalojar a los inconformes utilizando gases lacrimógenos.
Ese mismo día, pero en Mazatlán la Zona Dorada, las oficinas de Fihsin fueron tomadas por grupo de mujeres. Ellas estaban dispuestos a no moverse hasta llegar a un acuerdo con los gobiernos federal y estatal.
El 21 de julio y lejos de sus casas, durmiendo al intemperie y en la banqueta les llegó la noticia que el agua empezó a llegar a la Puerta de San Marcos. El 16 se había sellado el túnel por completo.
Esto provocó que gente acudiera a sacar sus pertenencias y llevarlas a los domicilios de los nuevos pueblos los cuales no contaban con agua potable y algunos presentaban daños en la estructura.
Octavio Atilano Román y María Alapizco, líderes del movimiento, se reunieron con las autoridades para exigirles los servicios en lo nuevos pueblos donde se comprometieron que para antes del 31 de julio contarían con el servicio.
El 5 de agosto más de 200 comuneros realizaron una marcha con rumbo al Aeropuerto Internacional Rafael Buelna, iniciando del puente de la Colonia de Urías.
La marcha de los pobladores afectados provocó un caos vehicular por la carretera Internacional. Llegaron a la terminal aérea alrededor de las 16:00 horas, ahí, un fuerte dispositivo de elementos de la PFP los estaba esperando para impedirles el paso.
El 15 del mismo mes realizaron otra megamarcha de alrededor de 3 mil personas. Iniciaron fuera del Acuario Mazatlán para terminar en la Plazuela República, tomando las avenidas Del Mar, Gutiérrez Nájera, Juan Carrasco, Aquiles Serdán y 21 de Marzo.
La manifestación fue para exigir a las autoridades el cumplimiento de los compromisos de viviendas dignas, pagos de indemnizaciones, construcción de las carreteras y servicios públicos.
El 17 de agosto, a las 6:00 horas, levantaron el plantón, tras más de un mes de permanecer en la zona hotelera. Un día antes se habían reunido con el Gobernador Jesús Aguilar Padilla, quien se comprometió a cumplirles sus demandas.
El 29 de agosto el Gobernador Jesús Aguilar Padilla visitó la Puerta de San Marcos y ante cientos de comuneros afectados pidió perdón y disculpas por el desalojo, ahí anunció nuevos programas y entregó lanchas a cada pueblo afectado.
Y mientras el tiempo pasaba los viejos pueblos de la Puerta de San Marcos, Casas Viejas, Las Iguanas y El Placer quedaron totalmente bajo el agua, quedaban San Marcos y Los Copales.
El 24 de octubre, se desencadenó la tormenta tropical "Rick", trayendo agua y aire, provocando que la cortina de la presa llegara a su máxima capacidad. Ello provocó que el agua de la presa llegara al viejo San Marcos, donde había 300 familias que pensaban que el agua les llegaría hasta el 2010.
El proceso de los pueblos afectados por la construcción de la Presa Picachos aún no termina, aunque se levantó el plantón en la Zona Dorada aún quedan familias que no tienen casas en los nuevos pueblos y que no han recibido una indemnización por su viviendas y sus parcelas.
En mediados de diciembre el Congreso del Estado obligó al Gobernador a incluir en el Presupuesto de Egresos Estatal una partida específicamente para atender las necesidades de los pueblos desplazados por la Presa Picachos, con lo que se supone que los recursos estarán seguros, sin los vaivenes y caprichos de los funcionarios en turno.
Entre otras cosas, se deberán construir dos caminos que deberán ser pavimentados; pavimentar la entrada de todos los nuevo pueblos; indemnizar a quienes aún no reciben lo que les toca; entregar casas a quienes no las han recibido, entre otras cosas.
El 2010 dirá si esos compromisos se echan en saco roto... de nuevo.