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"Infraestructura hidráulica"

"Presa Picachos: realidad estancada"

"Desde los años 50, esta obra se volvió un mito entre los habitantes de la zona rural, hasta el inicio de su construcción en el 2007"
15/11/2015 10:03

    MAZATLÁN._ Desde que Ramiro era niño escuchaba hablar de la presa Picachos. Eran los años 50, cuenta mientras Florencia, su madre, lo escucha recargada de uno de los pilotes de su casa. De las últimas que se mantienen de pie en el Viejo San Marcos. 

    Contaban sus abuelos que el Gobierno ya hacía estudios para su construcción y que traería bonanza a la región. Así, la obra se fue convirtiendo, más que un proyecto, en una leyenda que se noveló de generación en generación. 

    "Cuando llegó este proyecto, la gente no creíamos; decían: 'se está haciendo la presa'. La gente no creía, hasta que empezaron a buscar a la gente pa' trabajar; entonces dijimos, 'es verdad'", narra Ramiro Osuna, uno de los comuneros afectados.
    La historia de la presa Picachos fue una real
    idad medio siglo después. El ex Presidente Vicente Fox Quesada dio el banderazo de inicio en 2006, pero comenzó su construcción hasta el año siguiente. 

    El embalse quedó lleno el 26 de octubre de 2009. Desde ese día, millones de litros de agua han terminado en el mar a falta de las dos obras complementarias que se necesitan para cumplir con los objetivos de su construcción: garantizar el abasto de agua en Mazatlán y detonar la agricultura regional. 

    "Tanto hablaban de un desarrollo de 22 mil 500 hectáreas para la agricultura, y que Mazatlán iba a tener agua, y es falso. 

    Ahorita se están tirando todo el año millones de litros de agua al mar, producto de la presa; el río Presidio siempre ha sido muy caudaloso, la represa de Siqueros era más que suficiente con el mantenimiento adecuado para dotar de agua a toda la ciudad", asegura Atilano Román Aguayo, uno de los líderes de los desplazados. 

    Los únicos que se han beneficiado son ellos mismos, que decidieron organizarse por cooperativas para darle un uso al embalse y convertirla en una fuente de trabajo. 

    "Hace cinco años, en noviembre de 2009, se sembró la presa de lobina, tarda mucho en crecer y ahorita tiene la talla adecuada para pesca deportiva; en 2010 se le sembraron 2 millones de alevines (cría de tilapia) y hemos tenido cosechas de 600 toneladas en cada temporada; este año se está viendo la posibilidad de sembrar 3 millones de alevines de tilapia, se tienen seis cooperativas de pesca comercial, 28 cabañas ya casi terminadas, y convenios con compañías norteamericanas que se encargan de la promoción del embalse y de mandar grupos de americanos", explica Román Aguayo. 

    "Gracias al cuidado que han tenido los desplazados, es la número uno para pesca deportiva a nivel mundial", asegura. 

    De acuerdo con el Director Regional del Organismo de la Cuenca Pacífico-Norte de la Comisión Nacional del Agua, Saúl Sánchez Félix, solamente se está aprovechando un 15 por ciento de la Presa Picachos. El resto, ni para la ciudad ni para el riego. Cae al río Presidio, y de ahí al Océano Pacífico. 

    "Hay un grupo de expertos y comisionados de la Conagua que están platicando con el Estado para tratar de resolver de una vez por todas la entrega-recepción de la presa, y el compromiso es iniciar el distrito de riego de la Picachos aguas abajo, por la margen derecha del río Presidio".

    Lo que hay....
    Para que la Presa Picachos resarza su inversión de más de mil 567 millones de pesos, se necesitan dos obras: el Acueducto Miravalles, que traiga el agua de la presa a Mazatlán, y un distrito de riego para incorporar al cultivo 22 mil 500 hectáreas. 

    Pero a cinco años de su inauguración, del Acueducto Miravalles y del distrito de riego existe sólo un proyecto ejecutivo. También hay dinero presupuestado para una primera etapa en el paquete federal de 2015, que son 819 millones 181 mil 985 pesos, de los 2 mil 158 millones 214 mil 843 pesos que se necesitan. 

    Solamente para el acueducto se requieren alrededor de 500 millones de pesos. Lo que hoy todavía se discute es el esquema bajo el cual se realizaría la obra. 

    "La presa Picachos implica un sistema autónomo. El dilema que debe tener el Gobierno actual es el esquema; nosotros consideramos que no era a través de una APP (Asociación Público Privado), en Culiacán ha sido exageradamente oneroso con la planta de aguas negras, si nosotros no revisamos la parte social, el Estado debe de existir para repartir la riqueza", comenta el ex Alcalde Alejandro Higuera Osuna. 

    Aunque ninguna de las obras para la que fue creada existan, Higuera Osuna, a quien le tocó formar parte del banderazo de arranque de la Picachos como Presidente Municipal en su segunda administración, asegura que ya hay beneficios. 

    En 2011, en respuesta al desabasto de agua, el Gobierno municipal acondicionó canales que ya existían para traer 800 litros por segundo de agua rodada desde la represa de Siqueros. Otros 800 litros por segundo, siguieron viniendo de los pozos de San Francisquito. 

    "La sequía en la parte ganadera de las comunidades que van desde Barrón a El Tecomate de La Noria, no hay problema de agua porque la presa ha sido el almacén de agua. Además de que 800 litros por segundo que la ciudad consume, la mitad la recibimos de los canales; si no hubiera tenido la presa, Mazatlán hubiera colapsado los sistemas de agua potable, la crisis que existe no es comparable con la que existiera si no estuviera la presa", añade Higuera Osuna. 

    "Lo que sucede es que hay que hacer la segunda planta, que se llama Miravalles, porque somos la única ciudad que tiene garantizado el abasto, porque somos concesionarios por 40 años; cuando se te logre vencer lo vas a refrendar porque la presa se hizo para darle agua a Mazatlán, ése fue su objetivo, no hay otro, y gracias a esa presa se beneficiaron 22 mil hectáreas para regar". 

    El presidente del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, Fernando Valdez Solano, reconoce retrasos, pero también beneficios. Sin embargo, no niega que la presa Picachos será una obra aprovechada hasta que estén listos el acueducto y el distrito de riego. 

    "¿Qué pasaba cuando ibas a Villa Unión en estas fechas? No había río, el río estaba seco ¿qué pasaba con los pozos que estaban ahí? No les daban agua a los agricultores, ahora gracias a la presa que está llenita le estamos desfogando agua y está corriendo; eso nos está beneficiado para que los pozos con los que riegan la parcela tengan agua", destaca el empresario. 

    "Creo que la presa nos está dando beneficios, pero el principal será cuando hagamos el Acueducto Miravalles y el distrito de riego".

    La añoranza
    Florencia no ha querido despegarse de su casa en el Viejo San Marcos. Con ella se quedó su marido, un hombre de avanzada edad que padece Alzhaimer, y que con los años se ha hecho más agresivo, y su hijo Ramiro, que vive en la casa de al lado. 

    Daría lo que fuera por regresar el tiempo; ver su pueblo como antes de que existiera la presa y por la que tuvieron que salir desplazados comuneros de seis pueblos entre Mazatlán y Concordia. 

    "Antes teníamos un terrenito, nos manteníamos. Ahora nada, pura ruina. Pobres, batallando", cuenta pausadamente. 

    A diferencia de otros pueblos afectados, el Viejo San Marcos no ha sido cubierto por el agua, por eso al menos seis familias decidieron aferrarse a su hogar y seguir allí sus vidas; en espera de que el Gobierno estatal cumpla con el trato y los indemnice. 

    "Creo que así fuera el máximo progreso del embalse no lo cambiaríamos por los pueblos que teníamos; es el comentario general de los pobladores, es una nueva vida, pero la que teníamos no la cambiábamos; ha sido un proceso muy doloroso, sicológicamente muy fuerte, es como cuando se te muere un familiar muy querido sientes la nostalgia, sientes el deseo de regresar al pasado, pero ya no lo tienes", añade Atilano Román Aguayo.

    "Hay un grupo de expertos y comisionados de la Conagua que están platicando con el Estado para tratar de resolver de una vez por todas la entrega-recepción de la presa y el compromiso es iniciar el distrito de riego de la Picachos".

    Saúl Sánchez Félix, Director Regional del Organismo de la Cuenca Pacífico-Norte de la Conagua

    "Creo que la presa nos está dando beneficios, pero el principal será cuando hagamos el Acueducto Miravalles y el distrito de riego". 

    Fernando Valdez Solano
    Presidente de Codesin en la zona sur

    "Cuando llegó este proyecto la gente no creíamos; decían: 'se está haciendo la presa'. La gente decía, mentiras', hasta que empezaron a buscar la gente pa' trabajar; entonces dijimos, 'es verdad'".

    Ramiro Osuna
    Comuneros afectado de San Marcos 

    6 pueblos
    De Mazatlán y Concordia
    abarca la presa Picachos

    $1,567 millones
    Costó la presa

    $819,181.98
    Etiquetados para la
    construcción de la presa
    de almacenamiento
    Picachos y zona de riego

    $2,158,214.84
    Prevén gastar en ambas obras

    580 millones
    De metros cúbicos,
    capacidad del embalse

    22,500
    Hectáreas para riego

    42 kilómetros
    De Mazatlán está
    ubicada la presa

    ANTECEDENTES
    La presa Picachos comenzó su construcción en 2007 y fue llenada en octubre de 2009. Es uno de los proyectos de desarrollo económico más ambiciosos generados en el sur de Sinaloa, con el fin de garantizar el abasto de agua para la región y detonar la agricultura local. 

    El embalse tiene la capacidad de almacenar 580 millones de metros cúbicos, pero solamente es utilizada alrededor del 15 por ciento; el resto se va al río Presidio, que desemboca en la zona de playa del ejido Barrón, en este puerto. 

    Hoy, además, es un atractivo para turistas nacionales e internacionales que gustan de la pesca deportiva.