|
"COLUMNA"

"Punto Cardinal"

"LO QUE SÉ"
16/11/2015 10:35

    Son ya 55 días en esta cama. Bueno, a decir verdad, en varias. Pero la constante es difícil de asimilar, pese al tiempo transcurrido: no bebo agua ni he pasado bocado. 

    Soy pues un sobreviviente de cáncer que sigue haciendo su lucha diaria. Para mi cada día se divide en tres, puedo contar cada hora de manera distinta a ustedes, los que están sanos y lo tienen todo sin apreciarlo. 

    Pero doy testimonio del amor que nos tiene, a todos, Dios. Sus oraciones siguen siendo fundamentales para mi recuperación. 

    En fin… vamos a lo desconsoladamente terrenal. Y digo que es triste porque se trata de un tema que muestra la calaña de quien erráticamente nos gobierna en Escuinapa. 

    Sí, aun con mi enfermedad encima, en esta indefensión, sin más resguardo que la esperanza, Bonifacio Bustamante fue a pedir a la directiva que me despidieran de Noroeste. 

    Yo ya tenía dos semanas en el Issste de Mazatlán cuando me llegó la noticia. Fue Aarón Rodríguez "chacalilla" quien me la dijo: 

    "Fíjate que estando en una reunión, tú sabes que yo no tomo, se me acercó Pancho Rubio, el asesor del Boni, ya tomado, para decirme que habían ido por tu cabeza a Noroeste, pero que no pudieron". 

    En primera instancia ni creí. A sabiendas de que Aarón trae pleito y tirria especial con Boni quien le corresponde de manera similar, dudé que Francisco Rubio cometiera tal indiscreción. 

    Por esa misma razón, por ese pleito sospeché que el Aarón quería enrolarme en una burda historia… ¡Lamentablemente fue real! 

    Fue cuestión de preguntar a la directiva si aquello había sido cierto. 

    -Sí, Ramón. Nosotros creímos conveniente no comentarte nada por tu estado de salud, pero así fue. 

    Entonces supe de hasta dónde era capaz el alcalde, hasta dónde llevar su desquite, hasta impedirme el sustento a mí y a mi familia… ¿Y a cambio de qué? ¿Qué ofrecería el alcalde a Noroeste? 

    Quizá en otro lado le funcionó. Esta vez se topó con el ético muro de nuestra directiva quien le explicó que eso no podía ser posible, pero le mostró caminos para que también argumentara sus razones y demostrase que lo que aquí he dicho es errado o falso. 

    Ese día Bonifacio llegó acompañado del citado asesor Rubio, de su personal asistente Emanuel Rojas, el tesorero Sergio Barrón (por si había convenio) y el Oficial Mayor Víctor "huevito" Osuna. 

    Bonifacio llegó diciendo que respetaba la libertad de prensa y otras posturas muy propias, pero no encontraba cómo aterrizar la petición. Fue entonces que, aprontado, Rubio resumió todo en una sentencia:
    "¡En pocas palabras queremos que Ramón deje de colaborar para ustedes!" 

    El pronunciamiento no dejó de sorprender a la directiva quien lo rechazó con argumentos éticos que molestaron al alcalde quien perdió la paciencia: 

    "¡Entonces si él hace lo que quiere, yo puedo hacer lo que quiera!" dijo a lo que la directora editorial, Guillermina García, tomó como una velada amenaza que definitivamente precipitó los acontecimientos. Los señores funcionarios se fueron muy molestos con Noroeste. 

    Hace algunos días, ya enterado nuestro Director General Adrián López Ortiz de todo este asunto, me mandó decir que tengo todo el apoyo de esta casa editora, que "es su casa, ¿y a quién se le ocurre pedir que le corra de su propia casa?" 

    Y de verdad que me siento muy protegido, no cabe duda, todo ha sido para bien: salí despedido de mi anterior casa editorial, y se me abrieron las puertas de otra con la que cuento con más apoyo en todos los sentidos. 

    Me quisieron quitar este trabajo y lo que sucedió fue que me posicionaron de tal forma que hasta nuestro director general me da su respaldo. ¡Todo ha sido para bien! 

    Pero no cabe duda que este tipo de acciones pinta a las personas tal cual son: pienso por ejemplo en Ismael Burgueño, Mele Páez, Mahoma, Sergio Crespo, Juan Manuel Lerma, a todos ellos tundí con fuerza en su momento, cuando tomaron las riendas del municipio y erraban, ninguno se comportó así como este señor. 

    Unos más otros menos, pero de todos tengo su aprecio y más de uno de ellos, es mi amigo. 

    Pienso por ejemplo en Víctor Díaz quien sabe que nada más poniéndome bueno, le seguiré criticando cuando considere necesario. Y aquí está, ayudándome y es el que me da buenos ánimos y porras. 

    En fin… usted tendrá la mejor opinión… ¡Hasta la próxima!