"Regresan a clases ¡rezando!"

"La puerta cerró y los padres de familia permanecieron mirándola. En el interior estaban sus hijos, sus vidas"

    MAZATLÁN._La puerta cerró y los padres de familia permanecieron mirándola. En el interior estaban sus hijos, sus vidas.
    Así pasaron unos minutos, cuando una de las madres que dejó a su criatura en la Escuela Ignacio Manuel Altamirano se plantó en medio de la calle y los invitó a dejar a sus niños en las manos de Dios.
    "Este temor lo vamos a tener hoy y lo vamos a tener todos los días, así que lo único que nos queda es poner a nuestros hijos en las manos de Dios. Vamos a dar una vuelta a la escuela para encomendar a nuestros niños en las manos de Dios; quien guste ir conmigo, véngase", invitó.
    Y una veintena de padres que miraban la puerta cerrada de la escuela la siguió. Rodearon la primaria con una marcha de rezos, con fe. Cada uno pedía por sus crías.
    Ellos son algunos de los padres que llevaron a sus hijos a la Primaria Altamirano, la misma que el 18 de mes fue obligada a cerrar sus puertas durante una semana, ante una amenaza de un grupo de delincuentes.
    La advertencia fue enviada a través de una madre de familia, según recordó la directora del plantel de 500 estudiantes, Hermelinda García Ibarra. Los delincuentes le entregaron una hoja en la que los amenazaron con hace daño a los integrantes de la escuela.
    "Si quieren salvar unas vidas suspendan esta semana las clases hasta nuevo aviso o correrá sangre. Nosotros sabemos nuestra estrategia. Cero policías escuela Altamirano", decía el escrito. Esto hizo que los padres y los menores entraran en pánico y abandonaran las instalaciones.
    Ayer, a una semana del hecho, la institución educativa reinició labores con éxito y sin violencia, pero con un grupo de policías encubiertos y con ausentismo del 40 por ciento, según informó la directora.
    "Afortunadamente estuvo tranquilo, estuvieron tranquilos los niños. (Los policías) estuvieron vestidos de civil, pero no quisimos que se dieran cuenta para no alarmar a los niños; si ellos ven a un policía se crea sicosis. Sí, hemos estado muy vigilados", dijo una las maestras.

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