"¡Sazón 100% culichi!"
CULIACÁN._ El "aguachile más grande del mundo" desinhibió a los asistentes al Foro Internacional de la Cocina y Alimentos del Mar 2012.
Suspiros cortos, lágrimas sin pudor derramadas y resoplidos, mientras otros se abanican la boca con la mano en la degustación del platillo que se sirvió a saciar en el centro de eventos Figlostase.
La gente a la expectativa entre los stands de alimentos del mar. El crustáceo, aderezándose tras bambalinas: 300 kilos de pepinos y 150 de cebolla, mil kilos de limón y 40 litros de soya, 6 kilos de chile piquín y 4 de pimienta para sazonar los 580 kilos de camarón de granja.
El aroma acaricia el olfato y estruja las entrañas. El manjar expuesto en capilla ardiente. La salivación es irreprimible.
El Récord Guinness está documentado ante notario público: mil 182 kilos de aguachile, listo para la degustación.
"Nos vamos a ahorrar la comida ahora..." suelta el alcalde Aarón Rivas Loaiza.
Un zarpazo de cuchara extrae una porción. El gobernante prueba el platillo y comienza a sudar, a enjugarse las lágrimas que le saca el camarón.
"...muy bueno está el aguachile... picoso...", dice entre suspiros.
Las filas se extienden. Estudiantes de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la UAS sirven con generosidad el marisco. Unos más llenan los vasos de bebida.
El FICAM 2012 convertido en una fiesta. Familias entregadas a los placeres de la carne. Lágrimas y suspiros entre bocados. De pie algunos y sentados los que alcanzaron silla.
"De esta manera tenemos que andar de boca en boca", expresa el mandatario local.
La vastedad de la porción es generosa. Los degustantes acuden a la segunda ronda y se entregan al desenfreno. El llanto es silencioso y el resoplido ahogado.
"La verdad este tipo de eventos está de primer nivel", suelta Rogelio Moreno.
Los muchachos rellenan los recipientes y las tostadas vuelan. Los galones de bebida se vacían con el calor de los enchilados. Los platos se acumulan, extraído sólo el camarón e ignorada la cebolla.
"El FICAM es de nosotros los culiacanenses. La siguiente edición se va a hacer en Culiacán y las próximas 50, también en Culiacán", subraya Óscar Vicente Guerrero, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles.
En el estrado alguien hace una presentación. Nadie le pone atención. Los sentidos están puestos en la textura y los sabores, en los olores ácidos y visión del aguachile que materializan a la gula en su pecado capital.
"Está muy rico este aguachile, la verdad, y me parece un evento muy emotivo éste", opina Carolina Ramos.
Los stands de los expositores en el foro acogen a los desillados en el festín. Cámaras y micrófonos graban e inmortalizan al chef y a sus pupilos que lograron la hazaña.
"La industria gastronómica es un gancho natural para poder atraer el turismo", expresa el secretario de Desarrollo Económico Municipal, Cesáreo Castillo Barraza.
El hambre es insuficiente para aniquilar la tonelada de aguachile, pero la glotonería es mucha. Hay quienes piden para llevar.
"Este tipo de mitotes son los que jalan...", dice uno al funcionario.
Al término del atracón queda el llanto mitigado y el cuerpo desfallecido. La panza llena y el corazón contento. El piso sembrado de desechos y el apuro porque ya llegue el FICAM 2013.