"Se vuelven las banquetas 'enemiga' del ciudadano"
MAZATLÀN._ La función de las banquetas en cualquier ciudad es ser "amigables", pero sobre todo, funcionales con el peatón.
Aquí en cambio, las banquetas del primer cuadro de la ciudad son un serio peligro para los transeúntes.
En un recorrido realizado por el Centro se detectaron al menos 20 puntos de riesgo para peatones, principalmente adultos de la tercer edad y personas con discapacidad.
Uno de ellos se ubica en la banqueta de Catedral, sobre la calle Benito Juárez.
Una parte del azulejo de la banqueta ya ni siquiera existe, lo que ha convertido en un "bache" este pequeño espacio, ubicado junto a las escalinatas de esa rúa.
Los que más han "besado el suelo" en este punto de riesgo son turistas extranjeros, quienes absorbidos por la belleza arquitectónica de la Catedral, se topan con el defecto en el piso.
Un segundo punto de doble riesgo se ubica justo en el cruce de las Calles José María Canizález y Benito Juárez.
Y es doble, ya que una rampa para discapacitados la ocupa el registro de una empresa telefónica, por lo que tampoco está pintada y, 30 centímetros adelante, otra tapa de registro es hoy día un bache en el asfalto.
Metros más adelante, en Benito Juárez y Melchor Ocampo, junto a una de las rampas para discapacitados, existe un bache de 70 centímetros de largo por 40 de ancho.
Además de estar cubierto por el agua de los escurrimientos de negocios aledaños, el bache impide el uso libre de la rampa.
Más adelante, sobre Melchor Ocampo y Aquiles Serdán, el robo de pequeñas tapas de cobre de registros de agua ha dejado ocho hoyos en el suelo, seguidos unos de otros.
"Por esos hoyos al día se cae mínimamente un niño o un adulto, así que es necesario que se haga algo, hasta ahorita el más grave se abrió la barbilla, pero no quiero pensar qué puede pasar", expresó Jorge López, vigilante de uno de los negocios.
Más adelante, sobre Teniente Azueta esquina con Melchor Ocampo, un escalón gris de más de 2 metros de largo, en plena banqueta, hace que literalmente "se acabe el suelo" para muchos.
Ante la falta de color, el escalón es una "trampa" para quienes transitan distraídos o no ven bien.
"De veras se cae gente ahí, oiga, ¿no ve que de repente se acaba la banqueta?, deberían de pintarlo porque es una lástima que la gente se caiga, pero lo grave es que ahí dan vuelta los camiones y puede presentarse un accidente grave", compartió Tania Ortega.