"Sembrador de un árbol generoso: Rodolfo Hernández Ochoa"
Hablar de Rodolfo Hernández Ochoa es hablar del Sorteo Tec, semilla que plantó en 1954 y que ahora es un "árbol generoso".
El domingo 25 de abril falleció en la ciudad de Monterrey.
"El Popo", como fue llamado, nació el 30 de agosto de 1924 en Guasave en una familia integrada por sus padres José F. Hernández y Emiliana Ochoa Insunza, indica el portal del Sorteo Tec.
Generoso, honesto y trabajador, dio vida a un proyecto con una misión tan noble como la de apoyar a la educación, con una pasión que desde niño ya sentía su atracción, pues hacía rifas entre sus amigos, sin imaginar que fundaría el sorteo más grande de México.
Hernández Ochoa emigró a la Sultana del Norte para estudiar la carrera de medicina, que tuvo que abandonar para dedicarse a trabajar y cuando laboraba en el Banco de Nuevo León conoció a Ricardo Medrano y Roberto Guajardo, quienes lo invitaron a ocupar la secretaría ejecutiva de finanzas en el Tecnológico de Monterrey para la realización de campañas financieras, que recaudaran fondos para el desarrollo de la institución.
"En 1947 que yo entré a trabajar al Tecnológico de Monterrey se hacían campañas financieras para allegarse fondos para la construcción de los edificios y en general para institución. Pero se pensó en hacer algo en donde pudiera participar toda la comunidad, no sólo el banquero o el industrial. Vimos que el mexicano es muy afecto a las rifas y por eso surgió la rifa pro biblioteca", cita al guasavense el portal del ITESM.
El premio fue un auto Lincoln Continental de lujo 1947, "una cosa del otro mundo" en aquellos tiempos.
La aventura ahí inició.
La primera residencia del Sorteo Tec se rifó en 1954 y se fueron incorporando más premios.
"Nosotros vendemos una ilusión de ganar el primer premio y solucionar los problemas de diferentes familias", comentó en alguna ocasión.
Su trayectoria profesional estuvo ligada al crecimiento de Sorteo Tec hasta 1987 cuando se jubiló, después de haber desempeñado diferentes puestos en el Tecnológico de Monterrey, tales como director asociado de la Vicerrectoría de Finanzas y director general de sorteos.
El 18 de marzo de 2009 el Gobernador del Estado le entregó la presea de Sinaloense ejemplar.
"Rodolfo Hernández Ochoa, genuino ejemplo de los esfuerzos de superación personal, transitó desde el modesto puesto inicial de cajero hasta convertirse por muchos años en el referente de la promoción financiera del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, una institución emblemática de la educación privada en México", expresó Jesús Aguilar Padilla.