"Sirve a los turistas tragos de 'felicidad'"
MAZATLÁN._Un día cualquiera de hace casi 30 años, después de disputar un partido de beisbol que acabó en un marcador que ya nadie puede recordar, alguien propuso a Silvestre Ulloa Saucedo pedir trabajo en un nuevo bar que un hotel abriría en la Zona Dorada. Así inició su carrera como barman.
Entre copas de cristal brillante, botellas con alcohol de colores, cartones con jugos y envases de inusitados condimentos para las bebidas más complejas, el nuevo cantinero empezó a formarse fama al cabo de los años... una fama que lo seguiría hasta donde fuera y cruzaría las fronteras de México.
"Lo mejor de mi trabajo es cuando preparo las bebidas y el cliente queda satisfecho, y que esa gente te recomienda con otras personas, o que vienen a buscarte porque tú los atiendes de buena manera", dijo tras la barra del restaurante Munchkins, suya desde el último par de años.
"Cuando salí de mi primer trabajo como cantinero, muchos americanos que regresaban a Mazatlán me fueron a buscar pero no me encontraban, que dónde estaba, hasta que no sé quién les dijo 'está en tal parte', y eso es bonito, que te vengan a buscar hasta donde estés por el servicio que les das".
El secreto no solamente es convertir sentimientos en bebidas o servir tragos de "felicidad". Además de certeza en cada combinación al servir una bebida, se necesita muchas veces dejar de ver a los clientes como clientes, hacerse más bien su amigo, hasta su confidente y consejero si es necesario, aseguró.
Como barman, Silvestre sabe que forma parte de la cara de Mazatlán. La imagen que puedan llevarse los turistas de su servicio es también la que se llevarán del destino.
"A mí me gusta mucho mi trabajo, me gusta mucho dar el cien para que la gente regrese".
Tiene 'fama'
Por invitación, Silvestre Ulloa Saucedo se convirtió en barman hace casi 30 años, en el bar de un hotel de la Zona Dorada. Con los años se ha creado "fama" entre los turistas, que regresan a buscarlo y lo siguen, esté donde esté.