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"Tienen 50 años de antigüedad"

"Son un peligro ductos de Pemex: Alcalde"

"Viven vecinos resignados sobre "bomba de tiempo"; las casas están prácticamente sobre las tuberías por donde corre el combustible"
10/11/2015 08:05

    MAZATLÁN._ Se aprovechan como postes de porter ías para sus partidos de futbol, también como un sitio seguro para colgar la basura y dejarla fuera del alcance de los perros, y en veces hasta se han llegado a romper...

    Son los postes que advierten sobre los ductos que utiliza Petróleos Mexicanos para pasar combustible de una orilla de la ciudad a otra, y que se han convertido en un "vecino" más en aproximadamente 33 colonias de Mazatlán, donde todos los días se convive con una bomba de tiempo.

    La colonia Francisco I. Madero es una de ellas. Las casas prácticamente están arriba de los ductos. Para el Ayuntamiento, esto es un peligro latente tanto porque los ductos tienen 50 años de antigüedad como por los daños que causa la delincuencia al extraer combustible de manera clandestina. El Alcalde Alejandro Higuera Osuna insistió ayer, en conferencia de prensa, que Pemex debe reubicar los ductos.

    "Es un tema que no deja de ser un peligro latente para miles de familias de Mazatlán, no solamente las que están junto a los ductos, sino a la distancia, que esto se nos puede convertir en una tragedia", advirtió.

    "Sí tenemos miedo... pero no tenemos otro lugar dónde vivir", dijo Paola Cruz Ulloa desde una de las colonias donde más se han descubierto robo de combustible, la Casa Redonda.

    Ella como miles de personas duerme unos metros arriba de los ductos de Pemex. De acuerdo a información que se desprende de unmapa de la Dirección Municipal de Planeación, por los 11 kilómetros de largo de la línea de Pemex, que va desde la terminal de la paraestatal ubicada en el muelle de La Puntilla hasta la termoeléctrica, hay al menos 33 colonias y fraccionamientos. La explicación de por qué quedarse a vivir ahí es sencilla en boca de la señora Gregoria Castillo.

    Afuera de la casa de la señora Castillo sobresale de la tierra un poste color mostaza que le recomienda no excavar, no golpear, y una calavera dibujada le advierte peligro.

    "Hasta ahorita no hemos tenido problemas, pero sabemos que puede pasar algo", comentó.