"Todos Somos Sinaloa"
Mario Martini
Como consecuencia de la mudanza familiar en la década de los 50 del siglo pasado, arrastrados por el virtuosismo del padre, Pepe Morán nació accidentalmente en la Ciudad de México pero lleva en las venas el gen sinaloense que es el motor que lo impulsa a continuar con la búsqueda frenética de expresiones sonoras que fusionen al jazz con otros géneros musicales, imprimiendo a su trabajo la esencia del pueblo mexicano, como en su momento lo hizo su padre, Cecilio "Chilo" Morán, hijo predilecto del municipio de Concordia.
Sencillo hasta los linderos de la timidez, Pepe inició desde niño la carrera musical que abrazó para siempre, al tiempo que aprendía a leer y escribir, influenciado, además por la genética, por un hogar donde desayunaba, comía, cenaba y dormía música a todas horas, todos los días, en cualquier época o circunstancia. Su padre llevó al hogar la música que enloqueció a una generación de excelentes músicos mexicanos que abrazaron el jazz como se abraza a la mujer al momento de la explosión del éxtasis carnal, entre los que destacaron Mario Patrón, Pablo Jaimes, Juan José Calatayud, Víctor Ruiz Pasos, José "El Tigre" Sánchez, Tino Contreras, entre otros, quienes abrieron un enorme portón para que el jazz se posicionara en México, en los 80, a través de talentos como Olivia Revueltas, Antonio Sánchez, Danilo Pérez, Paquito de Rivera, Francisco Salas, Mili Bermejo, Miguel Salas, "El Betuco" Arballo, Mario Patrón hijo y el propio Pepe Morán.
José Antonio Morán Mercado, Pepe Morán, empezó a estudiar música a los 8 años de edad bajo la dirección del maestro Leopoldo González Blasco y la influencia irremediable de su padre. Su gusto por el arte y una adecuada dirección musical, supervisada de cerca por Chilo, fueron factores determinantes para que a los 11 años se presentara en público por primera en un programa televisivo, transmitido desde la extraordinaria Casa del Lago del Bosque de Chapultepec, interpretando al piano obras de Juan Sebastián Bach.
Con buen ojo para descubrir y conducir el talento ajeno, su padre, fenómeno de la trompeta, reconocido por Wiston Marsalis, uno de los grandes del jazz en el mundo, lo adiestró desde los tiempos tempranos de la pubertad en armonía, contrapunto, fuga y composición. El joven jazzista reconoce hoy a Chopin, Rachmaninoff, Scriabin como sus grandes influencias musicales y pianísticas, los que dejaron una profunda huella en su formación.
Compositor e innovador
Con la insalvable influencia de su padre y su aprendizaje teórico sobre composición musical, inició su etapa de compositor y desarrollo pianístico, tanto clásico como jazzístico, que con el tiempo complementó con el género popular. Como otros virtuosos de la música, como los mazatlecos Roberto "El Betuco" Arballo y Manuel Cázares Zamudio, el talento de Pepe fue aprovechado inicialmente por grupos que acompañaban a artistas como Lupita D'Alessio, José José, Cecilia Toussaint, Sasha, Los Platers, Laura Flores, Ricky Martín y Miriam Hernández, entre otros.
En 1991 inició una nueva etapa en su carrera al componer y hacer arreglos y piezas musicales para diversos productores independientes, lo que lo llevó a dar el gran paso en su trayectoria profesional. A fines de esa década produjo un importante acervo de obras clásicas, de jazz y de la llamada música programática. En los últimos años se ha presentado con su grupo, integrado por Jorge Brauet (saxofón), Eddy Vega (batería), Jaime Ferrada (bajo), Jeny e Ingrid Beaujean (vocalistas), Lari Ruiz de Velasco (guitarra), en salas como la Carlos Chávez en el Palacio de Minería, el CNA, el Munal, el Palacio del Arzobispado, en diferentes festivales de jazz en la República Mexicana y presentaciones en Canal 22.
Dispuesto a nuevas formas de expresión musical, en 2004 participó en un proyecto que aglutinó fusiones de diversos géneros musicales: Pangea, producido por Gabriel González, se formó con el bajista, compositor y productor Gabriel González y con músicos profesionales de nivel internacional como Gus Andrews, Sergio Galván, Marco Castro y el propio Pepe Morán, quienes han recorrido un largo camino en el terreno del jazz en México y sus distintas fusiones. El repertorio se conforma en su mayoría por composiciones propias que se distinguen por un sonido original que fusiona el funk y el jazz, y por la influencia de grandes músicos como Maceo Parker, Jaco Pastorius y Herbie Hanckok, entre otros.
El heredero del querido Chilo Morán ha formando parte de diversas bandas como Palmera, Jazzid, Big Band Arte 01, La Casa de Agua, Línea 3, Los Niños Héroes, entre otras. Como parte del proyecto Panagea ha participando en diversos e importantes festivales de Jazz nacional como el Segundo Festival de Jazz Chinto Mendoza, en Baja California, al lado de Óscar Stagnaro, en los ciclos de jazz del Museo Rufino Tamayo y del Zinco Jazz Club, y es invitado imprescindible al anual Festival Jazz de la Riviera Maya, que desde 2003 reúne a grandes figuras que han ganado Grammys o tienen una destacada trayectoria en el mundo del jazz. En la actualidad desarrolla una intensa actividad musical, grabando para artistas y componiendo y grabando sus propias obras tanto clásicas como jazzísticas. Se presenta frecuentemente en diversos foros nacionales e internacionales.
Con Pepe se cumple a la perfección el mandato popular: hijo de tigre, pintito. Mucho más se hablará de este gran talento que sueña algún día encabezar el Primer Festival de Jazz en la Perla del Pacífico como homenaje permanente al luchador musical que fue su padre, Cecilio Chilo Morán, cuya contribución musical para dar identidad mexicana al jazz es innegable en todos los festivales respetables del país y el mundo.
Semblanza del libro Todos Somos Sinaloa/La Patria Íntima de Mario Martini