"Toman casas 'sin propietario'"
MAZATLÁN._Contarlas es difícil, pero los vecinos consideran que "son muchas".
Son casas invadidas por familias en el Fraccionamiento Santa Fe, casas que se encontraban sin habitar, pero que ahora son ocupadas por personas que se metieron "a la mala". No pagan renta ni aportan a Infonavit.
"Hay casas que las gentes las dejan porque ya no pueden pagarlas, quedan abandonadas, pero llegan otras gentes que las invaden. Son muchas casas las que están invadidas ahorita", denunció la señora Hortensia, apuntando a la calle Pasadena.
También están las casas que pertenecen a particulares, pero que viven en otro fraccionamiento y no las habitan, dejando un espacio libre para los invasores.
En algunos domicilios donde los propietarios no residen se han colgado letreros que recuerdan que invadir una propiedad privada es un delito.
Y es que invadir una casa en Santa Fe al parecer es fácil: uno llega, mete sus pertenencias, improvisa puertas, protecciones en ventanas. Listo.
"Pasa que muchas veces las casas sí tienen dueño, entonces cuando vienen a echarle una vuelta a la casa para ver cómo está se encuentran con que hay gente viviendo ahí", dijo la vecina Ana Paola Pérez.
Para ella, el problema es que cada vez son más irregulares los que han llegado al fraccionamiento, atraídos por el rumor de casas gratis.
Las casas que no están ocupadas por particulares ni invasores son desmanteladas de todo lo que contenga cobre o se pueda vender. Puertas, protecciones, medidores, losas... todo desaparece. Adentro se ve grafiti, basura, y en una vivienda hasta se encontró una planta de mariguana.
'No le hago mal a nadie, sólo quiero un lugar donde vivir'
Los reporteros no la atemorizaron. Dijo buenos días, extendió su mano para saludar y abrió la puerta de su casa para dejarlos entrar.
María Navidad Tapia es una de las invasoras del Fraccionamiento Santa Fe, sabe que comete un ilícito pero eso tampoco le asusta.
Asegura que la situación económica en la que vive la obligó a residir desde hace dos meses en una casa con dueño desconocido.
"Esta casa ya estaba sola, como somos pobres no tenemos dinero y nos metimos... no le hago un mal a nadie, sólo quiero un lugar dónde vivir. Si viene el dueño le entrego la casa", expresa dentro de su nuevo hogar.
-¿Y dónde vivía antes?
"Cerca de aquí, pero pagaba renta. Como mil 600 pesos".
Animada por las invasiones que se convirtieron en moda en todo el fraccionamiento, María Navidad metió sus muebles a la casa donde hoy vive, sillones, comedor, cama, televisiones, la fotografía de su hijo fallecido en carretera. Muchos de los muebles dice que son regalo de los mismos vecinos. La luz eléctrica se la pasa una vecina, el agua también la toma de otros lados.
Una tarima de madera es la protección de su ventana, la puerta la consiguió con algunos compañeros y le improvisó un seguro rudimentario que le permite tenerla cerrada cuando no está en casa.
Para sobrevivir vende dulces, bolis de fresa y su esposo trabaja como guardia de seguridad. Comenta que por lo menos no tiene que preocuparse por pagar la renta, al menos hasta que llegue el dueño de la casa que hizo suya.
