"Tropos"

"Reto para Rice: frenar la nazificación del IMSS"
06/11/2015

    Adrián García Cortés

    Quienes nos ocupamos de escribir para un público lector, siempre nos hemos preguntado: ¿qué hacer cuando un amigo se vuelve político? Lo común es que se diga: ¡Cuidado, el político no tiene amigos; sólo tiene intereses! O bien: ¡el político nunca fue tu amigo! Tres opciones nos quedan: retirarse y esperar a que el amigo lo llame; insistir en contactarlo, aunque sea para desearle suerte, por los medios que sean; o dejar pasar el tiempo para que vuelva a la serenidad ciudadana y retomar ?si él lo quiere--, la amistad suspendida. Quizás ninguna de estas opciones funcione, pero cítese el dicho popular: "no hay peor lucha que la que no se hace".
    Humberto Rice García es un político surgido del empresariado industrial. Con una diputación, la presidencia municipal de Mazatlán (primera otorgada en Sinaloa al PAN), la representación de Banobras en Sinaloa, y una rebeldía partidista cuando Fox privilegió a la Guadalupana ante la Constitución, pudiera decirse que ha hecho una exitosa carrera política en las filas de la Oposición y ahora en la Posición.

    El IMSS: la raza pura y el
    holocausto de sus pacientes


    Llegado por méritos propios a la delegación del IMSS en Sinaloa, enfrenta ahora retos que desde la Posición tendrá que enfrentar como antes luchaba desde la Oposición. Casi cincuentenario como es en Culiacán, el IMSS ha mostrado ser una institución cumbre de la Revolución Mexicana; pero convertido en un laboratorio de ensayos sociales de regímenes unipartidistas, y crecido a fuerza de populismos sin sustento económico, ahora opera con una tendencia nazista, donde la "raza pura" para justificarla, es la institución administrada empresarialmente, y no los derechohabientes que son el sustento y su objetivo.

    Tal tendencia se manifiesta en todos los órdenes de sus áreas operativas, porque todas ellas ven a los derechohabientes como números o consumidores, sin que medie el menor sentido humano para quienes, por sus problemas de salud o subsistencia tienen que acudir a quienes sólo se manifiestan como robots o máquinas para gastar lo menos aunque los pacientes se mueran. Se privilegia el ahorro en aras de la salud; pero no el gasto para la preservación del poder. Se pondera la recomendación o la influencia, pero no al pobre que además de perder la salud, tiene que soportar el diálogo sólo con las computadoras, pero sin que el que presta el servicio levante la vista para mirar a su interlocutor.
    Que son demasiado los demandantes de servicios, para eso están los trenes del holocausto. Que los medicamentos y la cirugías cuestan, para ello hay que correr los tiempos, quizás en la espera se vayan muriendo. ¿Entiendes, amigo Rice, donde está el problema que a tus espaldas te has echado?

    Vayan a formar filas para
    que los atienda el IMSS


    Pero además de los retos intrínsecos ?como tener que contender con los poderes internos: sindicato, médicos, enfermeras, personal administrativo, carencia de medicinas y espacios, y menosprecio al derechohabiente--, está por encima de todo planteamiento lo que el Presidente Calderón dijo el pasado 20 de junio: "sentarse precisamente en la sala de espera", a formarse en las filas donde citan a los beneficiarios, a ponerse en el lugar de la madre cuyo hijo padece una enfermedad y necesita que se le atienda. Por lo que el propio Presidente demandó: ¡terminar con las prácticas deficientes o amañadas y darle prioridad a los derechohabientes!

    Sólo para tu reflexión, vaya un ejemplo reciente, que está aún entre las carpetas de tu director médico y otras instancias de salud laboral.


    Una historia increíble
    de Medicina del Trabajo


    El 2 de abril de este año, un derechohabiente del IMSS ?del oficio periodístico-- sufrió un accidente de trabajo mientras bajaba unas escaleras. Se le internó en Urgencias del IMSS, aunque también contaba con ISSSTE ya que es funcionario de una dependencia federal y con seguro de gastos médicos. Ingresó a las siete de la noche, se le hicieron radiografías y se le detectó fractura de rótula de la rodilla derecha, que ameritaba cirugía. Se le instaló en un sillón tipo "reposet" porque el área no disponía de camas ni camillas suficientes por el exceso de pacientes y la escasez de médicos. Así pasó la noche, sentado en el sillón con la pierna lastimada sobre un banquito improvisado y sin probar alimento porque supuestamente se le iba operar.
    Los familiares desesperados y temerosos que algo peor pudiera pasar, más por la falta de información, a la una de la tarde decidieron llevarlo a una clínica privada.

    En la clínica se le operó previo tratamiento desinflamatorio. En los primeros días de junio el paciente tuvo calambres en ambas piernas, con temperatura corporal y pérdida de fuerza para incorporase. El 11 de junio la pérdida de fuerzas fue tal, que se cayó cuando intentaba ir al baño. Entonces lo llevaron a Urgencias del ISSSTE, donde lo canalizaron con un traumatólogo que de inmediato percibió que la perdida de fuerzas no tenía que ver con la lesión de la rodilla y ordenó valoración neurológica y una serie de estudios como tomografías y de sangre.
    Dos días después tuvo que acudir al IMSS a Medicina del Trabajo, para nueva incapacidad.
    Lo había valorado el neurólogo Víctor Manuel Díaz Simental quien dijo que su caso era grave y ameritaba que se lo llevaron inmediatamente a Urgencias del ISSSTE.

    Enfermedad viral que
    el IMSS no conoce


    El doctor Díaz Simental sospechaba del síndrome "Gillian Barre", que es una enfermedad de la que se desconoce su causa exacta. Se cree que es causado por células y anticuerpos que atacan normalmente a los nervios periféricos y la médula espinal. En el 50% de los casos aparecen los primeros síntomas en forma de infección viral respiratoria o gastrointestinal. Infecciones y operaciones de cirugía han sido señaladas como propagadoras de este síndrome. Además su destino final es la parálisis total.

    Al paciente se le hizo una serie de estudios, se confirmó el diagnóstico de "Gillian Barre" y se le dio un tratamiento en el ISSSTE. Pero necesitaba de Medicina del Trabajo del IMSS para la incapacidad. En el IMSS el médico del área dijo que como el problema ya era viral, no le correspondía y simplemente le dio de alta.

    Las tribulaciones que siguieron para el paciente y la familia fueron inauditas; porque empeñados los médicos en que el virus ya no era cuestión de Medicina del Trabajo, había que revalorar si de verdad era tan malo como se decía ?como lo había detectado Simental--, por lo que era necesario hacer exámenes e investigar si se atribuía o no al accidente de trabajo. Intervino el director médico, pidió excusas a la familia por el "error" cometido, pero finalmente le dieron incapacidad por veinte días. Obvio es decir que los familiares buscaron al jefe de prensa, al delegado que estaba en México; las oficinas las tenía tomadas el sindicato. Total cosa de días habrá que esperar con eso del "Gillian Barre".

    Los piratas se fueron
    y la pólvora no llegó


    Esto me recuerda un episodio de la tierra de Rice. Allá por el siglo 18, cuando la población de San Sebastián (hoy Concordia) y del Presidio de Mazatlán (hoy Villaunión), vivía bajo el síndrome de los piratas que asolaban al puerto. Pidieron ayuda (pólvora y armas para poderlos enfrentar); la petición fue al intendentes, del intendente a las autoridades de Durango y de Durango a la capital de Nueva España. Al cabo de seis meses llegó una instrucción de que autoridad competente certificara si era cierto que había piratas en la costa. Por supuesto, los piratas se habían ido y la pólvora nunca llegó.
    Pero en este caso, cuando al IMSS se le conmina a que baje al nivel en que debe tratar a sus pacientes, lo único que se le pide es que aplique un poco de relaciones humanas. Hubo un tiempo en que me tocó participar al nivel de mandos medios, en un curso de comunicación y relaciones humanas. No se le dio seguimiento.

    Amigo Rice: ¿No valdría la pena intentarlo de nuevo para quitarle ese dejo de superioridad nazi que ahora proyecta el IMSS en la mayor crisis de su historia?<>
    (adriang@live.com.mx)

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