"Última llamada, manifiesto ecológico"
CULIACÁN._ Necesitamos construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna a una enorme población humana (hoy más de 7 mil 200 millones), aún creciente, que habita un mundo de recursos menguantes.
Así sentencia el manifiesto Última Llamada que hace unos días se elaboró en la península ibérica y circula ya por las redes sociales.
Un distinguido grupo de intelectuales, académicos, científicos, grupos sociales, partidos políticos, que rebasa la cifra de 250, fueron sus autores. Es tan contundente como pertinente. Es, a mi parecer, el punto de partida de una verdadera revolución de nuestra civilización. El siglo 21 será el siglo más decisivo de la historia de la humanidad.
Este manifiesto (http://ultimallamadamanifiesto.wordpress.com/el-manifiesto/) reúne en cuartilla y media todas las verdades y todos los espejismos de la era "moderna", así como las tempestades que se avecinan sin darnos apenas cuenta de ello. Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta.
Quizás en nuestras latitudes, quien lea esto le sonará muy catastrófico, pero el título del manifiesto es sumamente atinado. No hay segunda vuelta para esto. No es un país el que está fallando, ni un gobierno o un sistema, es la humanidad y en la humanidad está la solución.
El manifiesto no se refiere a malos políticos, ni a la corrupción, ni a las grandes potencias. Tampoco sugiere que los ricos ayuden a los pobres que se reparta subsidio para todo. Habla de un cambio social, de un absoluto viraje en la dirección del acelerado estilo de vida que nos absorbe en lo que va del siglo 21: Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible.
No se trata de que uno u otro se baje del tren del consumismo voraz, se trata de bajarle la velocidad a este tren y si es posible pararlo para bajarnos todos de él y continuar el camino de otra forma más moderada, equilibrada y sobre todo, sostenible. Para ello van a ser necesarios cambios radicales en los modos de vida, las formas de producción, el diseño de las ciudades y la organización territorial: y sobre todo en los valores que guían todo lo anterior.
Necesitamos una sociedad que tenga como objetivo recuperar el equilibrio con la biosfera y utilice la investigación, la tecnología, la cultura, la economía y la política para avanzar hacia ese fin.
El manifiesto hace un llamado a debatir cuanto antes para construir una nueva civilización. Hablar sobre los límites del crecimiento. De un cambio de modelo energético, económico, social y cultural. Una civilización se acaba y hemos de construir otra nueva. Las consecuencias de no hacer nada, o hacer demasiado poco, nos llevan directamente al colapso social, económico y ecológico. Pero si empezamos hoy, todavía podemos ser las y los protagonistas de una sociedad solidaria, democrática y en paz con el planeta. Yo por mi parte, ya firmé y empecé. ¿te sumas?