"Un pueblo 'fantasma'"
CULIACÁN._ Santa Rosa Campos parece ser un lugar perdido entre los terrenos salitrosos del ejido Laguna de Canachi, en la sindicatura de Baila.
En los mapas del INEGI no aparece, pero sí en los registros con la clave 2848 y una población de seis habitantes.
Ni siquiera los pobladores de las comunidades vecinas conocen su ubicación exacta a pesar de que está a no más de dos kilómetros.
Saben de la comunidad y la posible creación de un grupo de autodefensas, dicen, por las publicaciones de lo medios de comunicación.
Para llegar ahí hay que atravesar el ejido Laguna de Canachi en los límites con Elota, luego un poblado llamado El Campito y recorrer por cinco minutos un camino que lleva hacia la costa.
Un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe con veladoras apagadas y luces navideñas destrozadas resguarda la entrada que ofrece un panorama desolador de lugar.
Desde el camino aparenta más una propiedad privada que una comunidad, pues es un terreno cercado con alambre y como puerta tiene una reja metálica de la que cuelga un letrero que indica el nombre de la población.
Los restos de un tractor quemado a la orilla de la calle de entrada es lo primero que se observa en ese paraje abandonado por la inseguridad.
En el lugar tienen tendido eléctrico con postes de madera y concreto, y alumbrado público, con una lámpara que todavía está encendida.
En el terreno divido con tres calles maltrechas hay seis construcciones de bloques de concreto sin enjarrar y alejadas unas de otras y escondidas entre las ramas.
Tres de las casas están llenas de basura, algunos muebles, ropa, juguetes y materiales de construcción, todo revuelto entre los cuartos, la sala y la cocina. Las puertas están destrozadas y las ventanas rotas.
El resto de las viviendas está sin acabar, sin techo, sin piso y sin ventanas ni puertas, una de ellas todavía con alrededor de 300 sacos de cemento endurecido, apilados en el frente.
Entre el monte, hay restos de viviendas de cartón quemadas, de las que solo quedaron los barrotes carbonizados.
Este Nuevo Centro de Población Santa Rosa de Campos, como dice el letrero de la entrada, se dio a conocer tras la advertencia de quienes habitaron ahí de levantarse de manera pacífica ante los saqueos y quema de viviendas por un pleito agrario.
Ubicado a casi hora y media en los límites de Culiacán con Elota, este poblado podría convertirse en el primer lugar donde un grupo de civiles forme una autodefensa en el estado.