"'Urge escapar de los depredadores'"

MAZATLÁN._ Denise Dresser dibujó un País no sólo corrupto, inmerso en la opacidad o urgido de mejores gobiernos, la politóloga también propuso a los ciudadanos explotar su capital social, unir voces y cuestionar. En una frase: ser participativos para "escapar de los depredadores". 

Y con ella coincidieron decenas de empresarios, académicos y líderes sociales que anoche asistieron a su conferencia "¿Y yo qué puedo hacer? 10 propuestas para cambiar a México", charla que ofreció en el Centro de Convenciones, convocada por Editorial Noroeste. 

"El mensaje es la participación como mexicanos, con mayor exigencia a las autoridades y un sentido de pertenencia donde no solamente hablar de la pertenencia sea la identidad de ser mexicano, sino de que lo público nos pertenece y como toda pertenencia, es nuestra responsabilidad. Entender que somos quienes debemos preocuparnos porque las cosas que son de todos funcionen", expresó Valeriano Suárez Suárez, presidente de la Federación Norte-Pacífico de la Coparmex. 

Y así lo expuso Denise Dresser, politóloga, académica y escritora.
En su conferencia fue clara y precisa sobre la crisis social que enfrenta México.
"Parecemos vivir en un permanente estira y afloja entre la posibilidad de cambio y los actores que buscan evitarlo, entre la ciudadanía anhelante y la clase política que se empeña en defraudar sus expectativas", sostuvo.
Hoy los ciudadanos, dijo, creen más en autoridades extranjeras, no en las propias. 

La también ganadora de Premio Nacional de Periodismo 2010, compartió una reflexión sobre el deficiente sistema educativo, los intentos del gobierno por un sistema anticorrupción, y la impunidad en que operan los partidos políticos. 

Su charla prácticamente fue una "sacudida", un llamado al despertar ciudadano.
Y aunque muchos coincidieron, también quedó claro que no todo está perdido.
"México es un gran País y va a salir adelante, tenemos qué seguir teniendo la esperanza de que las cosas deben mejorar día con día. Como ciudadanos lo que podemos hacer es ser mejores en toda la extensión, participar, no quedarnos como espectadores, el cambio empieza con nosotros", consideró José Óscar Sánchez Osuna, presidente de Coparmex Mazatlán.

Los rapaces 

En su conferencia Dresser enumeró propuestas para cambiar a México, destacó la participación con el voto razonado, impulsar educación de calidad, oponerse a los monopolios, exigir, aportar y hasta aprenderse el nombre del Diputado de su distrito. 

Sus palabras incomodaron a muchos, y aunque su reflexión fue crítica, lejos de señalar, también se encargó de proponer muchas formas en que los mexicanos pueden actuar para cambiar su condición. 

En sugerencia exhortó a la participación a través de organizaciones civiles, de frentes comunes, incluso de iniciar una revolución, no de armas, sino de ideas. 

Sin embargo, no descansó en señalar el sistema corrupto que se ha permitido.
"A México le urge escapar de los depredadores y sólo lo va a lograr a través de instituciones imparciales, lástima que en el Sistema Nacional Anticorrupción el Secretario de la Función Pública puede ser removido por el Presidente, lo cual implica, de entrada, una pérdida esencial de autonomía", dijo.
Otro punto que no olvidó fue la simulación. 

"El sistema político se ha convertido en un híbrido peculiar, una combinación de remanentes autoritarios con mecanismos democráticos; la transparencia avanza en algunos rubros, ahora nos enteramos más de la corrupción, pero la opacidad persiste", comentó. 

Los asistentes no sólo coincidieron, también le aplaudieron de pie. Anoche Denise Dresser se encargó de dejar una reflexión, pues la mayoría arropó ese dibujo de un México herido. 

"Coincido en que hay una crisis política que podemos cambiar los ciudadanos, estamos en un despertar de la gente, pero de manera equivocada, siento que hay otras formas de cambiar, saliendo a votar, a elegir bien y exigir cumplimiento de los representantes", coincidió José Guadalupe Morales Carrillo, coordinador municipal del Partido Movimiento Ciudadano.

El capital social
La académica también fue puntual al momento de exponer las debilidades como sociedad, se encargó de recordar que México tiene la menor cantidad de organizaciones civiles de América Latina, que en este País la deficiente educación no permite mejores oportunidades de trabajo para los jóvenes.
Fue en este punto donde Dresser llamó a los ciudadanos, con posibilidades de agruparse, a regresarle al País un poco de lo que han recibido, de contribuir en un contexto donde más de la mitad de la población está hundida en la pobreza.
Y se refirió a la educación como una forma exitosa de revertir la difícil situación que enfrenta México, pues la inseguridad creció a pesar de que el Ejército llegó a las calles, en un territorio donde la educación a las mujeres no es impulsada, donde persiste la desconfianza, y donde urge parir mejores mexicanos.
Fue en una ronda final de preguntas y respuestas donde la escritora resumió su propuesta: indignarse, pero contribuir.