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"Óscar Miguel Daniel"

"Viajando se gana la vida"

"Deja a su familia para ganarse el pan de cada día"

    Son 7 años los que lleva Óscar Miguel Daniel viajando de un Estado a otro, vendiendo tapetes, respaldos y hasta forros para el volante todo para ganarse la vida y poder mantener a su familia.
    El comerciante de 24 años originario de Toluca, Estado de México comentó que su trabajo lo llena de orgullo, sin embargo, el único defecto que tiene es dejar a su familia por un periodo de seis meses.
    "Mi trabajo así es duro, seis meses fuera y los otros (seis) me regreso para continuar trabajando al lado de mi esposa", explicó.
    Miguel Daniel indicó que primero empezó a laborar con su primo en el Distrito Federal y después de haber aprendido la técnica en la venta decidió tomar su propio rumbo.
    El proveniente del sur agregó que apenas tiene cuatro meses fuera de su casa por lo que le quedan dos meses más por mantenerse alejado de su familia, pero con la ilusión de que al regresar se encontrara con su pequeño de apenas 1 año de nacido.
    "Llevo cuatro meses fuera del hogar, vengo del sur y voy con rumbo al norte", señaló, "ya estuvimos en Guadalajara y Tepic, aquí llevo dos días y próximamente iré a Guasave, Los Mochis y Sonora".
    El vendedor indicó que una de las razones que tiene para salir a vender fuera es porque en el Distrito Federal hay demasiada competencia y que incluso la mayoría son con materiales de baja calidad.
    "Esto origina que la gente elija comprar los productos de baja calidad por el hecho de estar más baratos, pero no se vale que nos quiten así el trabajo, por eso me salgo a buscar el trabajo", aclaró.
    Miguel Daniel resaltó que en su estancia tiene que pasar por algunas incomodidades, como tener que bañarse en una gasolinera y hasta dormir en la camioneta donde se traslada de un lado a otro.
    El inquieto joven recordó una de sus anécdotas que le tocó vivir en el Distrito Federal, con unos policías judiciales, quienes le robaron dos forros para volante.
    "Ellos me preguntaron que si a cómo daba los forros para el volante", narró, "yo me encontraba del otro lado de la avenida y traía conmigo dos forros, pero los tipos me dijeron ¡no yo quiero el que tienes de aquel lado!.
    "En lo que me cruce la avenida se llevaron los que les había mostrado y eso que siendo servidores públicos".
    Sin embargo destacó que pese a lo ocurrido los años que lleva como vendedor le ha dejado la experiencia de conocer y convivir con personas de todos Estados.