"Visita a vuelo de gaviota"
NAVOLATO._ Enrique Peña Nieto visita a vuelo de gaviota la colonia más afectada de Navolato.
Desolada viernes y sábado, Las Vegas del Río se convirtió en el lugar más seguro del municipio: militares apostados entre sus calles y periferia, y el estado mayor presidencial cuidando el acceso como cancerberos. Los habitantes, pidiendo permiso para entrar a su propia tierra.
Damnificados y no, aforan el escenario para el espectáculo político en la central camionera.
El Estado Mayor Presidencial, cacheando a los invitados por seguridad de los ilustres.
Al exterior, familias de damnificados escépticas por el anuncio de la visita.
"No lo creo... ¿Peña Nieto va a venir... va a traer despensas...?", pregunta una señora.
La colonia tiene un rostro restaurado. Los escombros ya no están a la vista de sus dolientes y los estropicios de la inundación son simples encharcamientos, alejados de la vista presidencial.
Citados a las 12:00 horas, pasadas las 14:00 horas el esposo de La Gaviota no planea en la central camionera.
"No es justo esto. Mi mamá ya se desmayó... Necesito ayuda, pero no así. Si nos quieren ayudar, háganlo, pero no de esta manera", exclama Cristina González, quien abandona la central.
Una hora después de lo programado, el presidente arriba a Las Vegas del Río y el enojo se vuelve aplauso.
"Peña... Peña..." se escucha.
El Presidente ciega a los expectantes con su incandescencia y saluda con la mano del poder en sus 30 metros de recorrido por la valla humana.
Peña Nieto en su discurso ante un centenar de damnificados y habitantes de otras colonias. Atrás de la malla que separa la central de la colonia, un grupo de pobladores invita al Ejecutivo a un recorrido por la zona de desastre.
"...Estos son", dice el Presidente, "los rostros de una población que se ha visto apoyada, que se ha visto ayudada...".
El poder del Estado enclaustrado y la gente al exterior, clamando ayuda.
"Peña, no trajiste a La Gaviota", se escucha, "pero trajiste al gaviotón...".
Al interior, un niño llora extasiado ante la figura presidencial que se engrandece con los aplausos de los presentes.
"...En un momento más", dice Peña Nieto, "ya de forma seria me voy a reunir con el Gobernador... y no porque no sea serio ahora, sino porque ya vamos a ponernos a trabajar...".
El ejecutivo abandona el templete. El clamor recobra vida. Afuera, el grupo insiste en el recorrido por la zona de desastre. Un elemento del Estado Mayor Presidencial lo apacigua. El Presidente no se enlodará el calzado, pero los recompensará con su atención.
"Agárrense de las manos", pide, "el Presidente los va a atender, pero en orden... Así, agarrados de las manos van a pasar...".
Peña Nieto escucha, y las peticiones se desgranan como cuentas de un rosario.
"Hay que hacer la reubicación en primer lugar...", dice el Mandatario, "...téngame confianza, déjeme trabajar en el tema".
Y emprende la retirada...
Enrique Peña Nieto visita a "vuelo de gaviota" la colonia más dañada de Navolato, restaurada y ocultos los escombros que causó "Manuel" para el vuelo del esposo de La Gaviota...
