"Vive en el olvido el Panteón Ángela Peralta de Mazatlán"
Aunque la muerte es eterna, muchas de las tumbas del Panteón Municipal número 2 "Ángela Peralta", por el tiempo y el abandono, han renunciado a vivir en la memoria de la posteridad; en este Día de Muertos tuvieron pocas visitas, a diferencia de otros panteones del puerto.
La razón es sencilla: las tumbas, cenotafios y mausoleos que ahí están son tan antiguos, que tal vez existan ya poco deudos de quienes ahí descansan o en algunos casos ya no hay.
La mayoría de las tumbas data de los siglos 19 y 20; han sido muy pocos los sepelios que se han llevado a cabo en los últimos años.
Así, la gran mayoría de las tumbas se encuentra entre el abandono y el olvido total, algunas hasta arrinconadas o encimadas unas con otras, abiertas como si desde adentro los difuntos hubieran escapado del más allá.
Pese a todo, aún existen deudos que acuden al sagrado Día de Muertos, para llevar flores, sentarse bajo las sobras de los árboles, y recordar los días inolvidables que sobreviven a las personas.
El Panteón es conocido porque entre sus "huéspedes" se encontró enterrada por muchos años la cantante de ópera Ángela Peralta, cuyos restos ahora están en la Ciudad de México, así como otros personajes de la historia del puerto, como el compositor Enrique Mora, la maestra Agustina Monterde, y el fundador cervecero Germán Evers.