Abrazo solidario de la UAS a los periodistas. Articulan condiciones dignas para el gremio

OBSERVATORIO
    alexsicairos@hotmail.com
    Es tiempo de asumir que el desempeño reporteril es activismo ciudadano en beneficio de los sinaloenses. En ocasiones los medios y sus informadores concretan más gestoría que los políticos que gobiernan o bien inducen acciones de los diversos modos de justicia al visibilizar a las víctimas. He allí la empatía entre periodismo y UAS: la razón de ser de ambos es abrirle horizontes luminosos a la población en situación de vulnerabilidad, por más sombríos que se avizoren los porvenires.

    Está cobrando forma un notable movimiento interdisciplinario en solidaridad con el periodismo sinaloense en los ámbitos de protección y seguridad social, al cual se sumó ayer el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina, al entregarle a este gremio las tarjetas personalizadas para que reciban a bajo costo los servicios médicos que ofrecen el Hospital Civil de Culiacán y el Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud. A los trabajadores de la información esto les representa alguna luz que indica la salida del túnel de vulnerabilidades en que históricamente han resistido.

    Claro que la condición primaria para restablecer la certidumbre que al diarismo le es como la luz a la oscuridad tiene que ver con la justicia operando todas sus capacidades para castigar a quienes les han quitado la vida a periodistas. Nada hay que permita condiciones óptimas para desempeñar la labor comunicativa mientras no paguen por sus crímenes los asesinos de Javier Valdez, en 2017; Luis Enrique Ramírez en 2022; Humberto Millán, en 2011, Óscar Rivera, en 2007 y Gregorio Rodríguez, en 2004, entre otros.

    Pero el periodismo profesional que tiene en sus manos la responsabilidad de proporcionarle a la ciudadanía el permanente estado de cosas, confiable y sustentado, recibe con buen ánimo la buena noticia de ser amparado por instituciones concurrentes en lo que corresponde a fortalecer las libertades, en este caso la garantía de libre expresión, actividad que se realiza en condiciones de riesgo asociadas a violencia, salud, prestaciones laborales y problemática familiar igual a la de cualquier núcleo parental.

    Aun teniendo los compromisos con las audiencias y la familia los periodistas sinaloenses ofrecen coberturas de alto valor social, con tesón y convicciones reconocidas a nivel internacional. Tal vez por eso, el Rector Madueña, flanqueado por el Director del HCC, Everardo Quevedo Castro, y Alfredo Contreras Gutiérrez, titular del área del CIDOCS, consideró ayer que el trabajo que realizan los periodistas debe hacerse de manera más libre. “Siempre he agradecido el papel de los medios de comunicación porque sin ustedes no pudiésemos difundir lo que hace la UAS y un periodismo como el que ustedes hacen, objetivo y crítico, nos ayuda a corregir el rumbo”, remarcó.

    Así, paso a pasito, cobra forma la unión de voluntades teniendo como punto de encuentro la apertura de posibilidades de bienestar, más allá de lo propagandizado que está el término. La oportunidad de cobijo a los trabajadores de prensa que abrió la Ley de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, aprobada por el Congreso del Estado el 14 de mayo, y la creación del Instituto en julio, concientizaron a la sociedad de lo esencial que es defender a estos sectores.

    En este proceso de demolición de la entelequia del periodismo como cuarto poder y de edificación de la conveniencia de que sea más de defensoría social que factor de fuerza, la UAS es el espacio perfecto para aquilatar la aportación que le toca a la prensa en la construcción del Sinaloa que los sinaloenses quieren tener. El encuentro de periodistas asociados a diferentes organizaciones, integrantes de la amplia policromía mediática estatal, luchadores en trincheras disímbolas, sintetiza no las debilidades gremiales sino la fortaleza existente para remontar los abandonos.

    Paulatinamente deberán incorporarse los diferentes ámbitos de gobierno a consolidar lo que en el mandato de Rubén Rocha Moya parece irreversible al hacerse exhortos oficiales a no atentar ni atacar a periodistas, permitir el flujo de información que ordenan las leyes de transparencia sin esconderla con ardides de secrecía, y mediar para que cualquier denuncia contra reporteros sea retirada, así provenga de los sectores público o privado. A los presidentes municipales les falta avanzar en ese mismo sentido ya que irónicamente se les tipifica a algunos como amenaza latente para la libertad de expresión.

    Es tiempo de asumir que el desempeño reporteril es activismo ciudadano en beneficio de los sinaloenses. En ocasiones los medios y sus informadores concretan más gestoría que los políticos que gobiernan o bien inducen acciones de los diversos modos de justicia al visibilizar a las víctimas. He allí la empatía entre periodismo y UAS: la razón de ser de ambos es abrirle horizontes luminosos a la población en situación de vulnerabilidad, por más sombríos que se avizoren los porvenires.

    Por lo mucho que falta para dotarlo de condiciones dignas de trabajo, nunca de privilegios que en el pasado se creían intrínsecos al oficio, también se necesitan grandes esfuerzos desde las empresas del ramo en establecer las condiciones de estabilidad laboral con salarios, jornadas y tratos dignos. Debiéramos partir de reconocer que algunos trabajadores de los medios de comunicación tienen menor certidumbre de empleo que los mismos jornaleros agrícolas eventuales.

    Reverso

    En paz el periodismo camina,

    Bajo las alas que lo envuelven,

    Que son del águila rosalina,

    Donde viejos miedos se disuelven.

    Dignificar y resignificar

    En el mismo evento el Rector Madueña dio a conocer la reedición del Premio de Periodismo que otorgaba la UAS y que perdió factibilidad al sacrificarse su atributo de reconocer a los mejores y acabó siendo repartido entre cuotas y cuates. Allí reiteramos tres condiciones imprescindibles que anteriormente le habíamos planteado a Arnoldo Valle, Director de Comunicación Social: que los ganadores sean definidos por un jurado externo de alto prestigio en la materia, que se elimine el estímulo económico y se refuerce la significancia moral, ética y cívica del galardón y, tres, que sea dedicado a hacerle honor a la memoria de Javier Valdez Cárdenas, el colega que pagó con su vida la valentía de exponer ante el mundo la realidad que viven Sinaloa y sus periodistas.

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