Ahora sí, la emergencia por sequía
Rocha se anticipa a la crisis hídrica
Habían mostrado impaciencia fingida los políticos, pero la desesperación auténtica de las familias de zonas amenazadas por el estiaje es lo que motivó a que ayer el Gobernador Rubén Rocha Moya le solicitara a la Coordinación Nacional de Protección Civil la declaratoria de desastre natural en Sinaloa por sequía severa en los 20 municipios, anticipándose a la devastación que viene debido a casi un año de ausencia de lluvias copiosas. Se trata tal vez de la mayor situación de emergencia climatológica que le tocará enfrentar al Mandatario estatal si el estrés hídrico persiste en los próximos seis meses.
Como lucran con todo lo que preocupa a los ciudadanos, ya estaban haciendo bandera futurista con la sequía algunos partidos y diputados oportunistas que sienten la boca reseca por el bajo nivel de las aguas que llega a sus molinos personalísimos, de cara a la sucesión de 2027. Son los mismos que han querido convertir el sufrimiento generalizado por la violencia en viandas para el placer de aquellos que entre más sangre y plomo perciben son mayores sus apetencias rapaces.
Quienes con fines de utilitarismo preelectoral opinaron en la víspera sobre la inexistencia de circunstancias severas como para proceder a la alerta del agua, deberían echarse una vuelta por los surcos agrietados en el campo, las comunidades que no alcanzan a ser abastecidas por pipas, los animales que por sed pierde la actividad pecuaria, los mantos freáticos que empiezan a agotarse y las rancherías donde emergen enfermedades por la sequía.
Es que la declaratoria de emergencia no llega antes ni después. Es la más oportuna que haya formulado gobernador alguno pues antes la praxis pública determinaba poner primero a los santos de cabeza durante semanas, esperando lluvias providenciales hasta el último momento. Lo que Rocha busca es que el Gobierno federal implemente apoyos a manera de paliativos para sectores de alta vulnerabilidad por el déficit de agua que registra daños en la agricultura y ganadería, y escala en algunas zonas serranas hasta la carencia para el consumo humano.
Aparte de la agricultura que redujo en 43 por ciento la siembra de maíz para el ciclo otoño-invierno y que de momento ve imposible sacar adelante cultivos de la temporada primavera verano, la ganadería procede a hacer labor de resistencia con los hatos e implementa programas extraordinarios como el que puso en marcha el dirigente estatal del sector, José Alfredo Sáinz Aispuro, consistente en la adquisición y distribución gratuita de pacas de forrajes y suplementos alimenticios, con un costo de 8 millones de pesos.
La solicitud de declaratoria de desastre natural la funda Rocha en el delicado contexto de las 11 principales presas de Sinaloa al 7 por ciento de su capacidad de almacenamiento, excepto las del sistema Baluarte-Presidio que reporta a la Santa María con el 61.6 por ciento de agua y a la Picachos con el 68.2 por ciento. Hay obras hidráulicas en estado crítico como la Luis Donaldo Colosio, con porcentaje de 3.4; la Adolfo López Mateos, con 4.5; la Sanalona con 6.6, y la José López Portillo, con 6.8. ¿Cuándo un gobernador debe encender los focos rojos? Exactamente cuando el acopio del líquido puede alcanzar el nivel cero y las consecuencias a todo y todos son inminentes.
En razón de protocolos, lo que se aplica actualmente es lo que ordena la Ley de Aguas Nacionales estableciendo que “en caso de que exista riesgo de disponibilidad de agua para consumo humano y doméstico, la autoridad correspondiente disminuirá o cancelará el volumen de agua concesionada”. El siguiente paso, si persiste la sequía, consiste en racionar el vital elemento para una disposición equitativa en la población.
Aguas con la sequía ya que lo de ayer además de ser un procedimiento protocolario con miras a jalar el apoyo federal, de ser aprobada la declaratoria de emergencia involucra a los sinaloenses en general en el cuidado del agua aprovechable, restricciones molestas que sacrifican algunas comodidades, el impacto en la disposición de electricidad por el bajo funcionamiento de las centrales hidroeléctricas, y los imponderables de índole sanitario.
Y entonces sí los sinaloenses estaremos en igualdad de circunstancias difíciles porque la escasez de agua no discrimina. Penderíamos del delgado hilo que es la deliberación de la naturaleza a darnos lluvias abundantes o seguirnos cobrando el daño asestado al medio ambiente cuando creíamos que el agua a cántaros era para siempre y la derrochamos hasta ver con arrepentimiento tardío cómo se nos escurre de las manos.
Cuando el agua hasta sobraba,
No avisó la naturaleza,
Que si el agua escaseaba,
Habría sequía de cerveza.
Al menos la Senadora priista Paloma Sánchez extendió la mano de la Oposición para trabajar en que la Comisión Nacional del Agua y el Consejo Nacional de Protección Civil respondan a la declaratoria de emergencia planteada por el Gobernador Rubén Rocha Moya porque “enfrentamos la peor crisis de sequía de los últimos 50 años y necesitamos acciones urgentes”. Otro que ayer saltó al ruedo árido de la política tricolor fue el dirigente del PRI en Culiacán, Noé Heredia, al considerar que la solicitud para considerar a Sinaloa zona de desastre llega tarde “cuando hay mortandad de ganado y no alcanza el agua de las presas para garantizar las áreas sembradas”. ¿Pues que no es mejor tarde que nunca?