Algo está fallando...

13/07/2025 04:01
    En el puerto mazatleco, a pesar del piso parejo del juego político, en el panorama partidista, desde hace más de dos décadas, continúan prevaleciendo las mismas protagonistas. Algo está fallando que no prende el entusiasmo femenil por la política partidista...

    Camina el verano y el calor de la temporada, al igual que las notas de sangre de la violencia, la cuales, tienen mayor grado que la temperatura ambiental que nos regala el séptimo mes, cuyo nombre, le fue asignado en honor al emperador romano Julio Cesar.

    Dentro de las efemérides del presente mes, significativa es la que corresponde a la primera participación femenina en una elección federal en el proceso de elección de las LIII Legislatura de la Cámara de Diputados, lo cual sucedió el domingo 3 de julio de 1955, conmemoración que pasó prácticamente inadvertida para los grupos feministas.

    Vale recordar que el voto femenino se concretó bajo la gestión presidencial del veracruzano Adolfo Tomás Ruiz Cortines, a quien el populo bautizó como “cintura brava” por sus contoneos a la hora del bailongo. Ruiz Cortines cubrió el período presidencial, comprendido entre el 1 de diciembre de 1952 y el 30 de noviembre de 1958.

    Los analistas consideran que Adolfo Ruiz Cortines, cuya campaña presidencial se realizó bajo el lema Austeridad y Trabajo (¿Les suena?), le rindió buenas cuentas al País, significando los aportes a la clase trabajadora, con incrementos salariales importantes, destacando también que le dio vida al primer instituto de vivienda para los trabajadores, y en el año de 1954 estableció el aguinaldo para los empleados del Gobierno federal, prestación laboral que se generalizó 16 años después para todos los trabajadores.

    Pero más allá de todo ello, de vital importancia para el desarrollo del País fue el concederles ciudadanía plena a las mujeres mexicanas, las cuales, pudieron votar y ser votadas en el proceso electoral para conformar la LIIII Legislatura de la Cámara de Diputados, que en ese entonces se componía de 162 parlamentarios.

    En el citado proceso electoral, resultaron electas las primeras cuatro diputadas federales: Marcelina Galindo Arce, por Chiapas; Remedios Albertina Ezeta Uribe, por el Estado de México; María Guadalupe Urzúa Flores, por Jalisco; y Margarita García Flores, por Nuevo León. Además de estas notables mujeres, participaron como suplentes otras cinco.

    En ese histórico proceso electoral el PRI se llevó 153 escaños de 162; el PAN obtuvo seis y el resto, los partidos Comunista, el Popular y el Nacionalista Mexicano.

    De entonces a la fecha han corrido muchos vientos de cambios legislativos que han devenido en la igualdad cuantitativa de género para la designación de postulaciones de representación popular y asignación de puestos públicos, de tal suerte que hoy contamos con la primera Presidenta de México y un número parejo de hombres y mujeres que detentan diputaciones y senadurías; igualmente, por la vía del decreto y no tanto por su papel político o de gestión social, algunas mujeres han sido socorridas por el interés político, como es el caso de la primera Alcaldesa del municipio mazatleco.

    Asimismo, en el puerto mazatleco, a pesar del piso parejo del juego político, en el panorama partidista, desde hace más de dos décadas, continúan prevaleciendo las mismas protagonistas.

    Algo está fallando que no prende el entusiasmo femenil por la política partidista; tal vez sea que lo putrefacto de ese ambiente sea demasiado para la delicadeza del olfato femenino.

    ¡Buenos días!