Algunos aciertos...

16/11/2025 04:00
    Dicen que una vía de entrada del amor es el estómago y el tabasqueño le agarró el modo ganándose las simpatías y fidelidad del grueso de la población, para la que lo primero es lo primero y lo demás, a mediano o corto plazo, no lo visualizan

    De nueva cuenta, el mantra de la 4T, impuesta por Andrés Manuel López Obrador a sus seguidores, volvió a volar por los aires, cual cenizas de un cohetón carnavalero. Todo aquello de no robar, no mentir, no engañar y no traicionar, los hizo explotar no la prensa vendida, no los enemigos de la transformación, como lo señalan los morenos, sino por uno de sus miembros notables, no por su brillantez, sino por su posición; me refiero al Gobernador de los sinaloenses, Rubén Rocha Moya, quien, de manera desinhibida, declaró a los medios que la candidatura a la gubernatura que hoy ocupa se la concedió el entonces López Obrador y que la encuesta realizada para definir tal posición la gano el químico Luis Guillermo Benítez, en esos tiempos Alcalde de Mazatlán ¡Tómala!

    Es decir, que al locuaz político mazatleco lo engañaron al meterlo al juego de las encuestas del partido, mismas que son herencia del viejo PRI y debido a su origen, al final, se convierten en fraudulentas.

    A Benítez Torres le mintieron al hacerlo creer que el juego decisorio en el que participó era limpio y exento de cualquier manipulación por parte del comité nacional de su partido y mucho menos, del entonces Presidente de la República.

    A Luis Guillermo, quien presumía una sólida amistad con Andrés Manuel, le robaron el triunfo estadístico obtenido, según lo declaró el propio beneficiario del escamoteo aplicado al mazatleco.

    Y a Benítez Torres lo traicionaron y de paso lo defenestraron como Alcalde y prácticamente lo marginaron del partido que con tanta vehemencia defendía.

    Realidades como las citadas demuestran, a pesar del reniego de sus ciegos seguidores, que el movimiento de la 4T no es el templo de la pureza política y que es imposible que sus santones estén libres de todo pecado. Claro, tal idealización hace que sus fieles se enojen ante cualquier crítica o señalamiento que se les haga, tal y como a continuación lo externo.

    No cabe duda que el movimiento político iniciado por Andrés Manuel López Obrador y secundado por su heredera Claudia Sheinbaum tuvo el gran acierto de auxiliar los exiguos bolsillos del grueso de la población y. de remate, romper con el paradigma que consideraba el control del salario mínimo, como parte de los instrumentos para contener la ola inflacionaria. López Obrador sacó los acuerdos necesarios del sector empresarial, la fuente creadora y mantenedora de fuentes de trabajo y de los sueldos. Aciertos todos que continúan teniendo un enorme impacto en el mantenimiento de la popularidad indiscutible de la Sheinbaum, del propio Andrés Manuel y del movimiento de la 4T.

    Dicen que una vía de entrada del amor es el estómago y el tabasqueño le agarró el modo ganándose las simpatías y fidelidad del grueso de la población, para la que lo primero es lo primero y lo demás, a mediano o corto plazo, no lo visualizan.

    Sin embargo, lo expuesto no opta para que el movimiento morenista quede libre de señalamientos de las debilidades de su gestión gubernamental y su tendencia hacia el autoritarismo. Y quien lo haga, de inmediato es calificado como enemigo de la transformación y en el caso de los que participamos en los medios, como parte de la prensa corrupta y conservadora.

    Sin lugar a dudas, los admiradores de López Obrador y su camarilla, tienen sus razones para mostrarle una lealtad a toda prueba, lo cual es válido; lo malo de esto, es que tal afecto se tuerce cuando caen en la idolatría, circunstancia que se agrava cuando gente que presume bagaje académico cae rendida a los pies de su inspirador.

    Algunos aciertos irrebatibles no convierten al o los autores en gente libre de cualquier tacha y en nada les ayuda elevarlos a la categoría de ídolos; en el caso del terreno político, se abre la brecha hacia el autoritarismo ¡Buenos días!