Claudia Sheimbaum dijo en uno de sus mítines recientes que López Obrador había llegado a la Presidencia gracias a una ambición personal. Un buen número de comentaristas señalaron que ese lapsus de la morenista revelaba que, en efecto, el hombre de Macuspana tiene tanta ambición de poder que esa es la razón por la que llegó a Palacio Nacional y no porque quisiera redimir a los pobres y erradicar la corrupción en México.
El tema merece mucha tinta, pero les comparto una tesis elemental para entender la esencia más profunda de la política: quien participa en ella es para tener poder. Quien no tenga esa meta no puede ser un político eficaz ni exitoso. La buena política, dice Maquiavelo, es la que tiene éxito, la que llega al poder. Así que, la meta de todo partido, de toda lideresa o líder político, en todas las sociedades y en todos los tiempos, es conquistar el poder y mantenerlo.
Claro está que el poder puede servir para muchas cosas, entre ellas: para servirse o servir; para enriquecerse a través de la corrupción; para ser un servidor público honesto, capaz y democrático; para obedecer las leyes o abusar de ellas, o para otras cosas menos relevantes.
Los opositores a la 4T, y particularmente los críticos de López Obrador, sostienen que este ha fallado en todo, no encuentran nada que pueda rescatarse del gobierno del tabasqueño. Señalan que sus hijos se han servido del poder, que muchos de sus secretarios y otros funcionarios se han corrompido, que él es un autoritario y no un demócrata, etc. Si lo ponemos en términos aritméticos, según la mayoría de las encuestas más recientes, entre el 30 y el 40 por ciento ven así a Morena y a AMLO. Los reprueban de pe a pa. Y esos porcentajes son muchos millones, los cuales en su mayoría van a votar por el PRIANPRD.
No obstante, entre el 60 y 70 por ciento de los mexicanos, según las encuestas, ven que AMLO ha hecho buena política; y, por lo tanto, ha sostenido el poder. Tanto, que, al ser beneficiaria de sus efectos, es muy probable que Claudia Sheimbaum continúe manteniendo a Morena en Palacio Nacional.
La ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha declarado muchas veces que ella es parte de un movimiento que ha buscado el poder por lo menos desde 1968; es decir, no sería la ambición personal la que la ha llevado a gobernar la capital y ahora buscar la Presidencia de la República, sino que lo han buscado millones de mexicanos y dos generaciones de ellos orientadas hacia la izquierda del espectro político. Sin embargo, si no tuviese ella el firme deseo de encabezar esa lucha querría decir que no tiene ambición de poder, y si no la tuviera, no sería ni lideresa ni tendría posibilidades de ganar la Presidencia. Pero, para disgusto de sus adversarios, por supuesto que tiene deseos de poder, si no, estaría traicionando un movimiento que ha buscado gobernar México desde hace por lo menos 56 años.
Obviamente, Xóchitl, Alito y Marko Cortés tienen un enorme apetito de poder, por eso están donde están. El problema para ellos es que tienen muy pocas probabilidades de regresar al PRIAN al Poder Ejecutivo federal. Lo que esperan, en particular los presidentes del PRI y del PAN, es obtener la mayor cantidad posible de asientos en el Senado y en la Cámara de Diputados y para eso quieren que Álvarez Máynez se baje de la contienda mayor. El problema para ellos es que Máynez ya se dio cuenta del valor que ha adquirido en la recta final de las campañas presidenciales, y que la estrategia de Dante Delgado, el jefe político de Movimiento Ciudadano, está puesta en 2030. Es obvio, ya vimos sus respuestas, que el candidato de Movimiento Ciudadano no va a ceder a las balandronadas de Alejandro Moreno.
Y, bueno, en esta competencia de ambiciones de poder, el que salió más garrudo es el junior Luis Donaldo Colosio. Con un juego de palabras aparentemente ambiguo, pero en realidad apuntando a presentarse desde ahora como el político opositor que une, que articula al PRIANPRD y a MC, el hijo del mártir priista le pide a Álvarez Máynez que renuncie a su candidatura en favor de la ingeniera Gálvez. Como buen entendedor, Colosio sabe que eso no sucederá, pero desde ahora se apunta para ser el candidato de toda la Oposición para dentro de seis años. Si la Sheinbaum no encabeza un buen gobierno y MC saca una votación aceptable, digamos alrededor del 15 por ciento, la cual sería extraordinario para ellos, Colosio, ante la pobreza de figuras en el PRI y en PAN, sería el personaje opositor más potente para 2030. No obstante, no hay que descartar que Máynez, por el hecho de elevar sustancialmente la votación de MC, le dispute liderazgo y candidatura al hijo del sacrificado de Lomas Taurinas.
Esperemos el próximo debate presidencial para ver si Máynez sigue escalando y fortaleciéndose.
El periodismo basura y falso que hacen los porristas del PAS ha atacado una y mil veces a quienes en verdad ejercen el oficio con dignidad. Hace unos cuantos días lo volvieron a hacer contra Adrián López Ortiz, director general de Noroeste, demostrando la pobreza ética de la que están hechos. Y lo seguirán haciendo contra él y otros periodistas de este diario, pero la verdad y el tiempo pondrán a cada quien en su sitio.
Mi más plena solidaridad contigo, Adrián.
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